La Academia de Medicina de Venezuela mostró su preocupación al anuncio del dictador Nicolás Maduro de la llegada de 60.000 dosis de Cuba para una fase de ensayos clínicos contra el coronavirus, ya que las pruebas de candidatos a vacunas en las que participe el país deben garantizar el respeto a criterios éticos y científicos, alertó en un comunicado.
En abril comenzarán las pruebas experimentales de Soberana 02 y Abdala, las candidatas a vacunas producidas en Cuba. “Las vacunas son productos cuya seguridad y eficacia han sido demostradas en pruebas de fase 3 generalmente conducidas en voluntarios humanos en el país de origen de la vacuna. Los candidatos a vacunas son productos experimentales con seguridad y eficacia a determinar”, dijo la organización en un comunicado.
En una alocución televisada, el dictador chavistas anunció que 30.000 unidades de cada una de estas vacunas llegarán al país para ser aplicadas en la tercera y última fase de ensayos, tal como ocurrió con la rusa Sputnik V, que escogió a Venezuela como el primer país de América para sus estudios.
“Los candidatos a vacunas Soberana 02 y Abdala son productos experimentales que apenas han comenzado a evaluarse en Cuba. Lo poco que se sabe es por noticias periodísticas emanadas de la isla. Dichos productos, aunque se basan en el mismo concepto que se ha usado en otras vacunas exitosas contra la COVID (inducción de inmunidad contra la proteína de la superficie del virus), utilizan metodologías antiguas que no han sido probadas en el caso de la COVID-19″, advirtió la Academia de Medicina de Venezuela.
Las pruebas experimentales de Soberana 02 y Abdala comenzaron a probarse en marzo en Cuba en población de cerca de 44.000 voluntarios cada producto. Las experimentaciones de la fase 3 durarían hasta mediados de junio en la isla caribeña.
“Este tipo de prueba de fase 3 requiere que cerca de la mitad de los voluntarios reciba la vacuna y la otra mitad reciba una inyección placebo, para así poder concluir que la vacuna es segura y efectiva. Aunque dichos productos están listados en la base de datos de la Organización Mundial de la Salud, la información es incompleta o no accesible. Por ejemplo, no se conocen los resultados de la fase 1-2 que nos dirían si los productos son capaces de inducir en humanos un nivel y calidad de anticuerpos que pueda conferir protección contra el virus”, explicó la organización.
En un comunicado previo, la Academia de Medicina recalcó que es de “especial importancia” asegurar “que la ciudadanía no confunda el acceso a una vacuna de reconocida seguridad y eficacia, con participar como voluntario en una fase experimental de un candidato a vacuna”.
“La conducción en paralelo de ambas actividades puede crear confusión y poner en peligro la efectividad de un Plan Nacional de Vacunación contra la covid-19”, subrayan.
La Academia dijo que la dictadura chavista “en vez de participar en pruebas de productos experimentales con características desconocidas”, debe proveer al país de vacunas reconocidas por su seguridad y eficacia.
Con información de EFE
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