La ONU recibió nuevas denuncias de ejecuciones extrajudiciales y pidió cesar la persecución a ONGs en Venezuela

Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, detalló que 14 personas “habrían muerto durante una operación en el barrio caraqueño de La Vega” llevada a cabo a inicios de 2021

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El discurso de Michelle Bachelet sobre Venezuela en la ONU

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet, brindó este jueves un discurso dedicado a la situación de los derechos humanos en Venezuela. “Continuamos recibiendo denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales en el contexto de operaciones de seguridad”, denunció la ex presidente de Chile.

“A principios de enero, al menos 14 personas habrían muerto durante una operación en el barrio caraqueño de La Vega. Recordando los anuncios de reformas policiales, pido que se realicen investigaciones rápidas e independientes para garantizar la rendición de cuentas, prevenir sucesos similares y poner fin a esta práctica”, continuó.

Luego subrayó que, “desde septiembre, el acceso a los servicios básicos, como la asistencia médica, el agua, el gas, los alimentos y la gasolina, ya escaseando, se ha visto aún más limitado por el efecto de la pandemia. Esto ha generado protestas sociales y ha agravado la situación humanitaria”.

Pese a contar con sólo tres minutos, como ella mismo dijo al comienzo de su intervención, igualmente hizo un repaso por la situación de la economía en la nación petrolera. “Según algunas organizaciones, el salario medio estaría por debajo de 1 dólar estadounidense al mes, mientras se estima que el precio de la canasta de alimentos ha aumentado un 1.800% en el último año. Alrededor de un tercio de los venezolanos estaría en situación de inseguridad alimentaria”, explicó.

La segunda parte del discurso de Michelle Bachelet

Y puso el ejemplo de aquellos que debieron abandonar el país y murieron: “La muerte trágica de al menos 28 migrantes venezolanos en el mar Caribe en diciembre de 2020 fue un recordatorio de las decisiones que algunos se ven forzados a tomar, así como su vulnerabilidad ante las redes de tráfico y trata de migrantes. El Fiscal General denunció prácticas de soborno, corrupción e intimidación a las víctimas”, recordó.

Luego saludó “las soluciones ad hoc adoptadas para reducir los retrasos judiciales y el hacinamiento en centros de detención. Un país es juzgado por cómo trata a sus más vulnerables, incluidos sus detenidos”. Sin embargo, enfatizó en que le “preocupan los informes sobre muertes en detención a causa de la tuberculosis, desnutrición y otras enfermedades. Garantizar una alimentación y una atención sanitaria adecuadas es crucial para evitar más muertes trágicas como la de Salvador Franco. Reitero mi llamado a la liberación incondicional de todos aquellos detenidos arbitrariamente, y acojo el nuevo acceso de mi Oficina a los centros de detención policial”.

La Alta Comisionada sostuvo que, en este contexto, “la asistencia humanitaria es aún más esencial. Me preocupan las recientes iniciativas para imponer restricciones indebidas a la capacidad de actuación de las ONGs, incluida la congelación de activos. Pido que se reanuden los proyectos suspendidos. Me inquietan los crecientes signos de reducción del espacio cívico. Desde septiembre, mi Oficina ha documentado al menos 66 casos de intimidación, acoso, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición, incluidos los miembros electos de la Asamblea Nacional de 2015 y sus familiares”, documentó.

Represión en Venezuela (REUTERS/Carlos Garcia
Represión en Venezuela (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins/Archivo)

“Al día de hoy, cinco activistas siguen con cargos relacionados con el terrorismo y el blanqueo de dinero por haber prestado asistencia humanitaria como parte del Plan de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas. Más ONGs siguen siendo investigadas por motivos similares. Tan sólo en el mes de enero, se ejecutaron al menos tres operaciones de registro e incautación en los locales de medios de comunicación. En distintos grados, se incautó equipamiento, se cerraron oficinas, se intimidó al personal y se suspendieron emisiones”, detalló.

Al respecto, dijo que todo esto “no contribuye a apaciguar las tensiones, sino todo lo contrario. La sola amenaza de detención tiene un efecto paralizante para quienes realizan actividades legítimas y esenciales”.

Por último, se refirió al acto eleccionario de diciembre y dijo que su oficina documentó “al menos 15 casos de intimidación y acoso a periodistas, y se documentaron declaraciones que condicionaban el acceso a los programas sociales al ejercicio del voto. De cara al próximo ciclo electoral, recuerdo a las autoridades su obligación de proteger las libertades fundamentales y garantizar las condiciones para una participación significativa en la vida pública, incluyendo las voces disidentes. El nombramiento del próximo Consejo Electoral Nacional es una prueba para la credibilidad de las próximas elecciones”.

“Apoyo un diálogo inclusivo para abordar las causas profundas de los retos actuales. Una amplia participación dará fe de su autenticidad y será garante de su éxito”, concluyó.

Agentes de las FAES en
Agentes de las FAES en Caracas, Venezuela (Europa Press)

El informe de la ONU

Una misión de la ONU, que denunció el año pasado que en Venezuela se cometieron crímenes de lesa humanidad, adelantó este miércoles que en el país caribeño se siguen reportando “detenciones arbitrarias”, ejecuciones extrajudiciales y casos de abuso sexual a personas en custodia.

Marta Valiñas, presidenta de la la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas sobre Venezuela, presentó ante el Consejo de Derechos Humanos una actualización de su trabajo en la nación sudamericana.

La misión “continúa estableciendo los hechos y las circunstancias de los presuntos abusos y violaciones de los derechos humanos en Venezuela”, dijo Valiñas, quien espera presentar nuevas “conclusiones sólidas” en septiembre de este año y en 2022.

Este grupo, constituido en 2019, determinó el pasado mes de septiembre que las autoridades y las fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro incurrieron desde 2014 en graves violaciones a los derechos humanos e incluso en crímenes de lesa humanidad.

Efectivos de la Guardia Nacional
Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana reprimiendo una protesta en Venezuela (Archivo)

La entidad ha continuado con su trabajo desde entonces e indicó que identificó “más de 200 asesinatos cometidos por las fuerzas policiales desde el comienzo del año”.

Sobre las ejecuciones extrajudiciales, Valiñas citó ejemplos como la operación policial que en enero se llevó a cabo en el barrio caraqueño de La Vega (que hoy mencionó Bachelet), “una de las más letales hasta la fecha”, en la que participaron 650 agentes de las FAES y donde se perpetraron varios de los asesinatos reportados.

El informe también puso el foco sobre la situación de las detenciones arbitrarias: “Desde septiembre, según organizaciones de la sociedad civil, alrededor de 70 presos políticos han sido puestos en libertad con medidas sustitutivas”, indica un párrafo de la declaración.

Sin embargo, apuntó, la “represión continúa (...) contra las personas percibidas como ‘enemigos internos’ u opositores al gobierno”. En esa línea, alertó por “36 nuevos casos (8 mujeres y 28 hombres) de presuntas detenciones arbitrarias”.

“Algunas de ellas parecen haber tenido una motivación política. Algunas de estas personas han sido acusadas bajo la Ley contra el Odio, acusadas por delitos de odio por criticar al gobierno y a personas relacionadas con él”, subrayó.

Valiñas dijo que su equipo también investigará “denuncias de tortura y tratos y penas crueles, incluidas las nuevas denuncias que hemos recibido sobre actos de violencia sexual y de género contra las personas detenidas”.

María Corina Machado habló en la sesión sobre Venezuela en la ONU

La palabra de María Corina Machado

La líder opositora venezolana María Corina Machado habló en la sesión sobre Venezuela en la ONU. “Venezuela es un país arrasado, cuyo saqueo ha enriquecido obscenamente a unos pocos y sumergido en la miseria a más del 90% de la gente”, comenzó su intervención.

“Es un país sin ley, donde la vida no vale nada. Una sociedad que vive bajo el terror de un Estado criminal que tortura, desaparece y persigue a periodistas, sindicalistas, amas de casa y estudiantes”, continuó.

Luego dijo: “Una generación de niños que crece sin alimentos, sin vacunas, sin educación y sin sus madres. Esto es intencional, una acción sistemática de un Estado mafioso dispuesto a mantener el poder al costo que sea”.

Y se preguntó: “¿Cuántos muertos más hacen falta para que ustedes actúen?, ¿Cuántos desaparecidos y presos políticos?, ¿No es suficiente seis millones de migrantes y desplazados? Necesitan 10, 15... ¿Para qué existe este Consejo?, ¿Para escuchar a tiranos y criminales?”, concluyó.

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