Abundan los testimonios sobre el cobro en las alcabalas de la frontera de Venezuela con Colombia, no solo por parte de los grupos irregulares, guerrilla y paramilitares, sino por militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Un grupo de hombres que trasladaban maquinaria para la zona decidieron hacer un video para dejar constancia que ellos estaban siendo obligados a pagar la extorsión por parte de los militares.
“Estos 15 millones de pesos (más de cinco mil dólares) nos lo están exigiendo en la alcabala Puente Zulia, Puente Venezuela para soltarnos a nosotros, que somos siete personas, y a una retroexcavadora, una grúa y una camioneta”, dice el hombre en el video, rodeado de los otros que con ello quieren demostrar que han sido extorsionados por los militares que están instalados en el puente Venezuela del estado Zulia.
Indican en concreto a quiénes les están pagando esos 15 millones de pesos, más cinco millones adicionales: “el sargento Briceño, el capitán Machado”, dicen los hombres, con el dinero en mano. “Entonces a ellos se les está haciendo entrega de 20 millones de pesos, 15 que están aquí y 1500 dólares”.
El Punto de Control Puente Venezuela es la sede de la 2a. Compañía del Comando de Zona de la Guardia Nacional No. 11, Destacamento 116, ubicado en la parroquia Udón Pérez, municipio Catatumbo, estado Zulia. Su comandante es el Capitán Machado.
Para quien toma la vía La Fría (Táchira)-Machiques (Zulia), se va a encontrar con el Puente Venezuela, en la parroquia Udón Pérez del municipio Catatumbo; en una de las cabeceras del puente está un comando militar. Con la reorganización militar algunas actividades quedaron dependientes a Casigua El Cubo (capital del municipio Jesús María Semprún) y otras a Santa Bárbara del Zulia (parroquia del municipio Colón).
Es necesario destacar que el municipio Catatumbo del Zulia es limítrofe con el municipio García de Hevia del Táchira (capital La Fría). El comando de la Guardia Nacional está en la parte derecha del río Zulia. Y antes de ingresar al puente hay un puesto de Comando, que se ha convertido en un negocio para los militares, y está a unos 200 metros de la alcabala.
De manera que si una persona sale de La Fría y quiere ir rumbo a Maracaibo, capital del Zulia, va a encontrar a unos 45 minutos la alcabala del Puente Venezuela; cruza a la izquierda y va a pasar por el puente Venezuela vía Machiques. Desde ahí a unos 10 minutos, a la izquierda, encontrará el camellón Caño Motilón; a unos cinco minutos más está la entrada de Caño del Medio. Si sigue va a encontrarse con la alcabala de Casigua.
En esa zona hay muchas trochas de contrabando. Siguiendo sobre la carretera se pasa por la entrada de Machiques y casi tres horas después llegará a Maracaibo.
Un negocio millonario
De puente Venezuela, a unos dos kilómetros hay un viejo problema limítrofe entre Táchira y Zulia; la demanda en la Corte, que fue interpuesta por el entonces gobernador Oswaldo Álvarez Paz, aun no se ha resuelto.
Aunque parezca increíble, en esa zona donde está caño Motilón es territorio de guerra entre paramilitares Los Urabeños y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN). Es un territorio fronterizo donde se ha derramado sangre de militares venezolanos asesinados por el ELN, pero también hay lugares donde los irregulares han sembrado minas antipersonas.
El principal problema siempre fueron los guerrilleros y paramilitares, pero desde que la Fuerza Armada venezolana en lugar de cumplir con lo consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, prefirió permitirle al ELN enfrentar a Los Urabeños, no solo la población civil fue desplazada, sus fincas ocupadas y los productores amenazados, sino que los militares venezolanos entraron activamente a participar en la extorsión y el negocio del contrabando.
Investigaciones de la ONG Fundaredes han determinado que los grupos irregulares ejercen actividades distintas dependiendo de la región donde se encuentren y de quién sea el líder local de la organización. “En ciertas regiones de la zona norte del Táchira los irregulares ocupan parte de las unidades de producción y obligan a los propietarios a coexistir con ellos dentro de los predios donde instalan campamentos y dirigen sus operaciones”, reveló Fundaredes en un reciente informe
La organización, que dirige el profesor Javier Tarazona, dice que “en el sur de Táchira y el Alto Apure informantes de nuestra organización afirman que la guerrilla de origen colombiano incide directamente en la economía de esas zonas, e incluso ha adquirido haciendas como parte de las actividades de lavado de dinero producto del narcotráfico: ‘Usan testaferros, y como muchos tienen nacionalidad venezolana ellos mismos hacen las negociaciones, que son mayormente en pesos colombianos’, refirió un testigo a activistas de FundaRedes”.
Hace pocos meses Infobae reveló que “para presionar a que los productores den un pago mayor, les prendieron fuego a más de 20 fincas, de la carretera que va de Maracaibo hacia Perijá, estado Zulia. En ese nivel de indefensión están los productores de la zona. El 26 de enero 2021 voraces incendios arrasaron con fincas muy puntuales, desde el sector Kilómetro 25 hasta el Kilómetro 56 de la vía a Perijá, estado Zulia. Algunos predios fueron quemados totalmente, otros en gran parte de su extensión”.
Los guerrilleros requisan los vehículos, interrogan a los pasajeros como si fueran la autoridad policial o militar de Venezuela, pero al igual que el soldadito también cobran la “vacuna” de dos mil pesos, destacó Infobae en noviembre del 2020.
La única certeza en la conflictiva frontera es que hay una poderosa industria del contrabando en la franja fronteriza que mueve millones de dólares y que el cierre de la frontera ha encontrado un negocio muy productivo para los grupos irregulares, pero también para los militares venezolanos.
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