La mayoría de los migrantes y refugiados venezolanos que viven en América Latina han enfrentado desalojos o riesgos de expulsión de sus viviendas por no poder pagar los alquileres debido a las dificultades económicas provocada por la pandemia de coronavirus, de acuerdo a lo revelado por un estudio de organismos internacionales divulgado este miércoles.
El informe indica que “una gran proporción” de venezolanos en la región están “en riesgo de desalojo” o ya han sido desalojados de sus hogares, principalmente por “la imposibilidad de pago de las viviendas y los servicios públicos”.
Según el estudio, el 39,8% de los venezolanos entrevistados para este documento habían sido desalojados, mientras que un 38% estaban en riesgo de ser expulsados forzosamente de sus viviendas.
El informe, que lleva por título “Encuesta regional de desalojos de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela”, está avalado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sus conclusiones están basadas en 1800 entrevistas entre octubre y noviembre de 2020 a migrantes y refugiados venezolanos que viven en Colombia, Perú, Guyana, Ecuador, Panamá y República Dominicana.
“A toda esta situación compleja hay que sumarle la situación particular de la pandemia. La pandemia tiene un impacto enorme”, lamentó Julissa Mantilla, de la CIDH, durante la conferencia virtual para presentar el documento.
La comisión interamericana “reconoce que hay violaciones de derechos humanos en la causa de la migración forzada y en la situación de refugiados durante el trayecto en los diferentes países de tránsito y al llegar al país de destino”, agregó Mantilla, comisionada y relatora sobre los derechos de las personas migrantes de la CIDH.
El estudio denuncia que la mayoría de migrantes venezolanos viven de alquiler en casas o habitaciones particulares con contratos verbales y sin las “condiciones mínimas” ni las habitaciones suficientes para formar un hogar.
Y si antes de la pandemia ya existían “conflictos” por “falta de oportunidades y medios de vida” de los migrantes para pagar los alquileres, la situación “se agrava” ahora por el desempleo y la crisis sanitaria y social generada por el covid-19, afirma el trabajo.
El documento advierte, además, que los desalojos también se producen por “la discriminación” hacia los venezolanos y avisa que la situación es peor para los migrantes en situación irregular y para las mujeres porque tienen “mayor probabilidad de sufrir violencia y amenazas”.
Los estados “deben tomar nota de esta información” y cumplir con sus “obligaciones primarias” para proteger a los migrantes, alertó Mantilla.
Se estima que más de cinco millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis social y económica que atraviesa. La mayoría han emigrado a otras zonas de América Latina y el Caribe.
Esta semana la ONU alertó que cientos de venezolanos intentan cruzar a Chile por la frontera con Bolivia, mientras que las autoridades chilenas han empezado a expulsar a los migrantes que cruzan de manera irregular.
Según las cifras de Naciones Unidas, unas 100 personas han sido deportadas, mientras que dos migrantes, un venezolano y un colombiano, han fallecido al intentar llegar a territorio chileno a pie a través del paso con Bolivia, el cual está a una altura que supera los 3.600 metros y donde hay temperaturas gélidas.
En paralelo, las cifras que ha recogido la Organización Internacional para las Migraciones en Chile indican que unas 100 personas intentan cruzar cada día.
Esta crisis migratoria que se vive desde el año pasado, debido al ingreso masivo especialmente venezolanos, motivó al gobierno chileno a aplicar medidas más drásticas entre las que destacan expulsiones y persecución a los denominados “coyotes”.
Con información de AFP y Europa Press
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