Leopoldo López, exiliado en España, anticipó que la oposición venezolana lanzará en las próximas semanas una nueva plataforma de unidad entre partidos políticos y la sociedad civil contra la dictadura de Nicolás Maduro. Además, pidió a la comunidad internacional que aumente la presión contra el régimen chavista.
“En las próximas semanas vamos a concretar el lanzamiento de una nueva plataforma unitaria entre partidos y sociedad civil. Y eso nos permitirá hacer el activismo permanente necesario en todos los rincones de Venezuela. Esto es vital porque hay que mantener una línea de oxígeno permanente con lo que es la conciencia del activismo por la libertad”, manifestó el ex preso político del chavismo en entrevista con el diario El Español.
Advirtió, asimismo, que sin unidad siempre estará latente el riesgo de que se pase “a la fase definitiva de la cubanización de la sociedad venezolana”.
El líder opositor comentó que en busca de esta nueva plataforma unitaria ha mantenido encuentros con varios sectores políticos y sociales. Sin embargo, aclaró que es vital el acompañamiento de los aliados internacionales, en particular Estados Unidos, Europa y España.
En esa línea, consideró que la comunidad internacional debe concentrar sus esfuerzos en “activar las sanciones a los violadores de derechos humanos”: “Éste es uno de los temas más importantes que tiene que asumir la comunidad internacional, que tracen una raya roja en Venezuela con respecto a los derechos humanos”.
Leopoldo López remarcó que Maduro “es un criminal, un violador de derechos humanos”. “No se puede blanquear a Maduro, no es simplemente un gobernante con tendencia autoritaria. Maduro es un criminal a quien se le ha determinado por todas estas instancias responsabilidad en crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos”.
El fundador de Voluntad Popular (VP) dijo que muchos de los funcionarios chavistas acusados por violaciones a los derechos humanos se encuentran en España, o tienen bienes en el país europeo: “Debería trazarse esa raya roja con los torturadores, narcotraficantes y asesinos”.
Las sanciones, según López, ayudarían a evitar que se sigan violando los derechos humanos en Venezuela: “Si un violador de derechos humanos es consciente de que va a ser expuesto a la luz pública, de que se le va a sancionar y va a haber consecuencias, habrá menos abusos, menos violaciones. Es decir, si hay más sanciones hoy, habrá menos torturas mañana (...) Nosotros pedimos estas sanciones no sólo para poner el foco en las cosas que han pasado, sino también para evitar que sigan ocurriendo. Desde que yo salí hace tres meses, han metido presas a 17 personas de nuestro partido”.
El premio Sájarov a la Libertad de Conciencia señaló que, en el marco de los esfuerzos diplomáticos, también hay que involucrar a los aliados de la dictadura, sobre todo en este momento tras el cambio de gobierno en Estados Unidos: “La nueva diplomacia multilateral por la libertad en Venezuela, que viene con el cambio en Washington, debe buscar puentes con quienes hoy apoyan la dictadura”.
“Maduro cuenta con un bloque que le da un apoyo permanente que va mucho más allá. Estos países le dan apoyo militar, en Inteligencia, en equipamiento militar, en dinero, en blanqueo de capitales y de la corrupción, en una economía negra que funciona entre los países sancionados, y en una diplomacia activa y proactiva en todos los tableros. ¡Estamos enfrentándonos a una dictadura multinacional que tiene unos intereses estructurados como una corporación criminal!”, agregó.
Con relación a esa “economía negra”, López hizo hincapié en el narcotráfico: “Venezuela es un país de tránsito. Colombia produce hasta el 70% de la cocaína del mundo, y una buena parte, hasta el 80% de ella, sale por Venezuela. Así que somos el puerto de salida de, por lo menos, un tercio de la cocaína que se consume en el mundo. Y eso se hace con el amparo de las estructuras del Estado venezolano”.
Leopoldo López también opinó qué es la libertad para los venezolanos, y apuntó cuál es la diferencia que existe entre el caso venezolano y el cubano. “La libertad, en el caso venezolano, no es un abstracto. No es una idea lejana, ni algo que pones en los tratados o en los discursos para cumplir con un requisito. En Venezuela, la libertad es el oxígeno. Un oxígeno que falta para leer las noticias que uno quiera, o para transitar, para decir lo que quieras en la calle, o congregarte, para estudiar en el lugar que quieras, para buscar trabajo, o para comprar algo que esté disponible. Hoy, una persona que quiera emitir su opinión por las redes sociales, piensa dos veces lo que va a poner. Porque sabe que si a la dictadura no le gusta, le pueden tocar a la puerta y meterlo preso”.
“Lo que aún diferencia hoy a Venezuela de un país como Cuba o de dictaduras como la norcoreana, más instaladas y sofisticadas, es que todavía existimos los venezolanos dispuestos a luchar por la libertad. Y asumir los riesgos. Por eso yo le tengo una inmensa admiración a los que todavía siguen dando esa pelea en Venezuela: a Juan Guaidó, liderando esto. A los diputados y diputadas que tienen patrullas del Sebin en su casa. Que les tocan la puerta a sus familiares para amenazarlos. Que van a los colegios de sus hijos a esperarlos en la salida... para que todo el mundo sepa que hay consecuencias a lo que están haciendo”, añadió.
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