Aunque en Venezuela no existe cadena perpetua, el jefe militar de la región andina la está solicitando para el oficial que manejaba un vehículo militar JAC, que volcó en la frontera, en el cual trasladaba, se desconoce si por transporte o por aventón, a gran cantidad de caminantes, como llaman a los viajeros que se vienen a pie hacia la frontera, desde diferentes partes del país para alcanzar la línea fronteriza y pasar a territorio colombiano.
Jóvenes y niños huyendo de Venezuela, en búsqueda de un lugar para no morir de hambre, caminando cientos de kilómetros con un morral a cuestas llenos de sueños que quizá nunca van a realizar, muchos de ellos con sus niños en brazos. A esa tragedia que vive Venezuela se le suma la de los caminantes que, el 27 de enero de 2021, a unos pasos para llegar al vecino país, aprovechando el aventón de un carro militar, que volcó, resultaron heridos o encontraron la muerte.
Lo inaudito es que el jefe de la Región de Defensa Integral (REDI) Occidental, M/G (Ej) Ovidio de Jesús Delgado Ramírez, no se conmueve ante los civiles que encontraron la muerte cuando solo querían huir hacia el vecino país, ni siquiera ante sus compañeros de la Fuerza Armada que murieron lejos de sus familiares. Al alto oficial lo que le importa es sancionar a los militares por haber cometido el delito “imperdonable”, según dijo, de sacar el vehículo sin permiso y darles aventón a los caminantes.
En un mensaje que envía a sus subalternos el general describe “un vehículo militar, bajando de Capacho hacia San Antonio, después de las 18:00 horas, no tiene orden de salida, conducido por un teniente. Nosotros sabemos que está prohibido que oficiales estén manejando vehículos tácticos y ya hemos tenido incidentes negativos por esa irresponsabilidad”.
“La información es que el vehículo traía a unos alistados de la Ciamil (Compañía Militar) y cuando se verifica no son ningunos alistados, sino que son caminantes; en el vehículo un poco de niños. Hasta el momento siete muertos, diez heridos”.
Se pregunta por qué el teniente montó a esas personas al vehículo. “¿Estaba cobrando para trasladar a esa gente en ese espacio? ¿Qué hace circulando después de las 18 horas si está prohibido? ¿Por qué anda sin orden de salida? ¿Quién comanda a ese oficial? ¿Cómo ese oficial hace lo que le da la gana?”.
Su indignación según refleja es “porque todo el trabajo que hacemos nosotros desde mi persona, y me disculpan que me incluya, como Comandante de la REDI, porque bastante trabajamos, los comandantes de las ZODI (Zona Operativa de Defensa Integral) que se matan día y noche, los generales que se matan, los comandantes, por una lastra, una rata que haga esa cag… de vai… Estamos todos quedando mal por ese tipo de situaciones”.
Manifestó que su orden es abrirle un procedimiento penal militar al oficial que conducía el vehículo. “Mejor aún, ponerlo a orden de la justicia ordinaria donde el homicidio culposo, para mí sería gravoso, y que le metan cadena perpetua a ese oficial y, por supuesto, todos los que tengan responsabilidad, que comandan a ese joven, tendrán su acción correctiva disciplinaria hasta donde me lo permita mis facultades y me lo atribuya el cargo”.
El accidente
El vehículo militar pertenece a la Aviación Militar y está adscrito a la Base Mayor Buenaventura Vivas, ubicada en el aeropuerto Santo Domingo del municipio Fernández Feo; a casi dos horas de ese lugar ocurrió el fatídico accidente, exactamente en Apartaderos, zona hermosa de Capacho en el municipio Libertad, y a unos kilómetros de San Antonio, municipio Bolívar del estado Táchira.
Nueve personas murieron en el lugar, otra al día siguiente. Los heridos fueron inicialmente trasladados al Hospital Samuel Darío Maldonado de San Antonio y posteriormente al colapsado Hospital Central de San Cristóbal. Hace un mes la Gobernadora Laidy Gómez informó que la Unidad de Cuidados Intensivos del principal centro asistencial del estado “presentaba una ocupación del 100%, una evidencia de que la situación ha empeorado en las últimas semanas”.
Los civiles heridos son cinco niños de 3, 7, 8 y 12 años, cuatro jóvenes entre 18 y 25 años y cuatro de 33 a 39 años.
Los militares heridos fueron el primer teniente Yeison Becerra Zambrano y los soldados Elián Calderón y Elvis Urdaneta, quienes fueron recluido en el Hospital Militar “Cap. (AV) (F) Guillermo Hernández Jacobsen” de San Cristóbal.
Entre quienes resultaron muertos había tres civiles y un militar que no habían podido ser identificados. Los otros fallecidos son Cleiber Alejando Rodríguez Castillo, Elías José Martínez Álvarez, Kleiber Josué Bracho Pérez, Orlando José Reyes y Ricardo Hurtado Martínez.
Hay que destacar que el primer teniente Becerra Zambrano le dijo al periodista Jonathan Maldonado del diario La Nación del Táchira: “Me quedé sin frenos y no pude controlar el carro”.
Por su parte, el Obispo del Táchira, Monseñor Mario Moronta, lamentó que “esto pasará desapercibido dentro de unas horas, ya nadie se acuerda de los muertos de Güiria y nadie se acordará de estos muertos. Son gente nuestra, nos tiene que doler”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: