La Corte Suprema de Venezuela, afín a la dictadura de Nicolás Maduro, declaró nulo este miércoles el documento aprobado por la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, para extender su período tras desconocer las elecciones parlamentarias organizadas por el régimen chavista el pasado 6 de diciembre.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ya desconocía todos los actos de la Asamblea Nacional desde el inicio de su mandato, cuando la declaró en desacato.
La Sala Constitucional del Tribunal tachó ahora de “írrita” cualquier acción del Parlamento presidido por Juan Guaidó, para “perpetuar, extender, continuar o prorrogar” el actual período legislativo, que termina el 4 de enero próximo, indicó un comunicado.
Declaró, además, sin efecto “la presunta ‘Reforma Parcial del Estatuto que rige la Transición a la Democracia para Restablecer la Vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela’” con la que la oposición dijo extender su mandato, “por colidir con la Constitución”.
Ese documento, aprobado el 26 de diciembre en una sesión virtual, da, según la oposición, piso legal a una “continuidad” de dicho poder “ejercida por la Asamblea Nacional electa el 6 de diciembre de 2015”.
Desde el Parlamento, Guaidó fue proclamado presidente interino de Venezuela y es reconocido por unos 50 países, entre ellos Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea (UE), que también rechazaron las parlamentarias del 6 de diciembre por considerarlas fraudulentas.
La “continuidad” se mantendría precisamente “hasta que se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables en el año 2021, ocurra un hecho político sobrevenido y excepcional en 2021, o hasta por un período parlamentario anual adicional a partir del 5 de enero de 2021”, según el texto emitido por el Legislativo.
Guaidó buscó legitimar esta acción con un plebiscito en el que asegura que más de seis millones de venezolanos aprobaron el proyecto de prolongar su mandato y el del Parlamento electo en 2016.
El recurso fue introducido por diputados electos de la oposición disidente a los grandes partidos, que decidieron marginarse de las legislativas.
La nueva Asamblea Nacional, ahora controlada por el chavismo, se instalará el próximo 5 de enero, pese al rechazo y desconocimiento de gran parte de la comunidad internacional.
El pasado lunes, luego de que el Parlamento extendieron el fin de semana su mandato, Maduro advirtió que no le “temblará el pulso” y prometió aplicar “todo el peso de la ley” contra el órgano presidido por Guaidó.
“Frente a esas pretendidas ínfulas inconstitucionales de autoproclamar extensiones de mandatos que no corresponden, yo solamente digo: confiemos en la justicia. Que la justicia, ahora sí, de manera férrea, haga su trabajo. Y nosotros pongámonos a trabajar, porque la nueva Asamblea Nacional se instale y empiece su trabajo, su legislación, y nosotros comencemos nuestro trabajo intenso con los nuevos diputados y diputadas para la solución de los problemas del país, para la recuperación económica sostenible y definitiva, para la defensa de la paz y la integridad territorial. Muchas tareas va a tener la nueva Asamblea Nacional”, manifestó el dictador chavista, durante un acto de fin de año ante la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Y agregó: “Solamente digo una palabra frente a estas ínfulas de autoproclamación y de extensión ilegal e inconstitucional de supuestos mandatos: que se cumpla la ley; que se haga justicia. En un país donde hay ley y justicia, habrá paz. Y cuenten conmigo, que no me temblará el pulso para actuar férreamente de acuerdo a la justicia y a la ley”.
Desde que Guaidó asumió como presidente interino de Venezuela, Maduro en reiteradas ocasiones amenazó con enviarlo a prisión.
Con información de EFE
Seguir leyendo: