La Organización de Estados Americanos (OEA) ha advertido este martes que en 2021 el número de refugiados y migrantes venezolanos podría ascender a siete millones si los países de la región vuelven a abrir sus fronteras y “el régimen en Venezuela se mantiene”.
La organización ha publicado un informe, elaborado por la Oficina de la Secretaría General de la OEA para esta crisis, en el que se hace balance de 2020 para concluir que la pandemia de la COVID-19 ha empeorado la crisis migratoria venezolana.
En este sentido, si bien el flujo de salida de personas desde Venezuela se ralentizó por el cierre de fronteras y el confinamiento obligatorio, estas medidas han aumentado las dificultades que enfrentan los migrantes y refugiados venezolanos y, por lo tanto, los desafíos de atención, protección e integración.
Además, “muchos retornados han sido estigmatizados y criminalizados a su regreso, y han sufrido tratos crueles y degradantes por parte del régimen ilegítimo”. Por otro lado, “a muchos otros venezolanos se les violó el derecho a regresar a su país de origen, al quedarse varados durante meses en diferentes países del mundo sin poder acceder a vuelos de repatriación tras el cierre discrecional del espacio aéreo por parte del régimen ilegítimo”.
Antes de la crisis sanitaria, cerca de 5.000 venezolanos huían diariamente de su país, mientras que, a partir de marzo de 2020, el flujo de salida por vías regulares se detuvo, aumentando los ingresos por vías irregulares, apunta la OEA.
Entre marzo y septiembre, más de 140.000 venezolanos se vieron obligados a retornar a su país por Colombia --134.000-- y Brasil --8.000-- al perder los medios de vida en los países de acogida, detalla el informe.
A esto se suma que, “las condiciones de vulnerabilidad en las cuales llegan los migrantes venezolanos a los países de acogida son cada vez más críticas tras la profundización de la crisis en Venezuela”.
La OEA también ha reflejado en el escrito la situación en el mar de los migrantes de Venezuela, destacando la muerte de 33 de ellos, algunos menores de edad, que han sido hallados en la frontera marítima con Trinidad y Tobago.
Ante esto, y “de reabrirse las fronteras en el primer trimestre de 2021 y continuar el régimen ilegítimo de Venezuela en el poder, el número de migrantes y refugiados podría ascender a 7 millones”, aseguran las conclusiones del organismo.
David Smolansky, jefe de la Oficina de la Secretaría General de la OEA para esta crisis, ha asegurado que “la única solución para frenar este deslave humano sin precedentes en la región es que en Venezuela haya una transición hacia la democracia y que los venezolanos puedan recuperar progresivamente sus libertades”.
Según el informe, en 2020 hay “5,4 millones de venezolanos desterrados”, mientras que destaca como desafíos el incremento en el número de ingresos por vías irregulares y el creciente número de venezolanos que desaparecen o fallecen intentando llegar a alguna isla del Caribe.
Por todo esto, la OEA insta a “unir esfuerzos en toda la región para reforzar las vías regulares para cruzar fronteras en 2021 y facilitar mecanismos de protección para una población que huye por razones humanitarias”.
Con información de Europa Press
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