Veintisiete personas, de las 47 que resultaron heridas el lunes por una explosión de bombonas de gas en el noreste de Venezuela, continúan hospitalizadas, seis de ellas con pronóstico reservado, informaron a la agencia de noticias Efe fuentes del nosocomio Doctor Manuel Núñez Tovar, en Maturín, donde reciben atención.
Del total de internados en el centro clínico, 18 son adultos, y nueve menores de 4, 6, 9, 11, 13 (2), 14 y 17 años de edad (2).
La deflagración se produjo la tarde del lunes en el municipio Piar, estado Monagas, cuando funcionarios de la empresa estatal Pdvsa Gas Comunal descargaban las bombonas frente a la vivienda de una persona encargada de la distribución de alimentos del programa gubernamental Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Los vecinos, que llevaban nueve meses esperando la llegada del servicio de gas a la zona, hacían cola a la espera de que llegase su turno para hacerse recoger su bombona cuando explotó una de ellas, provocando una reacción en cadena que llevó a que estallasen todas las demás.
A consecuencia de la explosión, resultaron afectadas 47 personas, entre las que se encontraban niños, adultos y ancianos, de las que más de 38 fueron trasladadas al hospital -a 44 kilómetros del lugar de suceso- en dos ambulancias, vehículos particulares y un camión.
Según explicaron familiares de los quemados a Efe, el hospital al que fueron trasladados no cuenta con el equipo y material necesario para atender urgencias de estas características y denunciaron la falta de antibióticos, cremas para quemaduras y gasas para atender a las personas.
Gender Leonett, quien tiene hospitalizadas a dos hijas menores de edad, una hermana y una sobrina, aseguró que no hay medicamentos ni pañales, pero que las autoridades prometieron brindarles ayuda cuando se produjo el accidente, pero, casi 24 horas después, no han recibido el apoyo prometido.
En Venezuela se registran casi a diario protestas por las fallas en los servicios públicos, entre ellos el gas doméstico.
En las comunidades más rurales los ciudadanos pueden llegar a estar meses sin el servicio y se han visto en la necesidad de recurrir a la leña para cocinar.
(Con información de EFE)
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