Los principales partidos de la oposición venezolana no van hoy domingo a las elecciones; ellos son Acción Democrática (AD), el Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), Primero Justicia y Voluntad Popular. ¿Pero por qué las tarjetas de esos partidos aparecen en el tarjetón electoral de este 6 de diciembre? Porque el Tribunal Supremo de Justicia nombró juntas ad hoc para que tomaran el control de esos partidos. Igual ocurrió con el caso de varios partidos del chavismo, como Patria Para Todos (PPT), Unidad Popular Venezolana (UPV), Tupamaros y otras, cuyos integrantes se unieron en la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) que lleva la tarjeta del Partido Comunista de Venezuela (PCV).
Usando al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el gobierno de Nicolás Maduro le arrebató el control de diversos partidos a sus líderes naturales, preparando el terreno para que las tarjetas de esas organizaciones fueran presentadas en las elecciones que hoy domingo se realizan en Venezuela, con participación casi exclusiva del chavismo.
Entre esos partidos, a quienes les intervinieron las directivas, están los más grandes de la era democrática: Acción Democrática y Copei. Pero también están organizaciones del chavismo que decidieron lanzar candidaturas propias, incluyendo al segundo mayor partido del Polo Patriótico (el grupo de organizaciones de la revolución bolivariana), como es Patria para Todos, Unidad Popular Venezolana (UPV) y Tupamaros.
Las otras organizaciones son las de aquellos que negociaron con el Gobierno, primero en las mesas de diálogo, que VTV les ha permitido salir en sus programas de televisión, repartir bolsas de alimentos de los que distribuye el gobierno, tener privilegios como los viajes en aviones privados y a quienes Nicolás Maduro ha catalogado como la verdadera oposición: el Movimiento Ciudadano Cambiemos, de Timoteo Zambrano, y Prociudadanos, de Leocenis García.
La receta
Veamos el modus operandi. A través de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), usan a alguna persona del partido en cuestión para que haga una denuncia. Con medida cautelar, al margen de los estatutos y sin el debido proceso, ni derecho a la defensa, nombran una directiva para que provisionalmente asuma la conducción y la representación legal y política de dicho partido.
La receta se repite: no hay derecho a la defensa, violentan la estructura jurídica de la organización, de manera que vulneran los estatutos del partido respectivo. Normalmente la Sala Electoral siempre remitía sus decisiones para que fueran resueltas según los estatutos del partido. Pero la Sala Constitucional no hace eso, sino que lanza la medida cautelar, nombra la directiva Ad Hoc, incluso con personas que ni siquiera tenían relación con el partido. Es decir, usan a personas que respondan a los intereses del Gobierno de turno.
Lo que era una directiva provisional termina siendo permanente, porque no hay cierre del proceso judicial.
No había antecedentes históricos de lo que está haciendo el TSJ con los partidos políticos, llegando al extremo de imponer la directiva de los partidos. Lo tradicional es que el Tribunal ordene a los órganos estatutarios que recomponga o ajuste lo que pudiese ser corregido, pero el TSJ nunca fija la audiencia para que las directivas legales se defiendan y evacúen pruebas.
El poder que el TSJ le da a las Juntas Ad Hoc les permite cambiar autoridades regionales y desmantelar la estructura partidista.
El máximo tribunal, sin considerar estatutos, récord, historia ni liderazgos del partido, los impone a dedo para que conduzca a esa organización, les da representación política y legal, lo que los deja en deuda con el gobierno de turno, mientras a quienes eran los líderes del partido no les dan el derecho a defenderse. El primer partido que sufrió ese modus operandi fue COPEI.
Partido COPEI
El Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), fundado hace casi 75 años, llegó a ser junto con Acción Democrática uno de los más grandes partidos de la era democrática, después de la caída del dictador Pérez Jiménez. Su fundador, Rafael Caldera, se separó de la organización que formó y crea Convergencia, partido con el cual llegó al poder por segunda vez en 1993, junto a gran cantidad de pequeños partidos y organizaciones políticas.
Con la llegada de Chávez al poder, Copei perdió fuerza en el escenario político. Es el primer partido a quien el TSJ le impuso una directiva.
En el caso de Copei apareció una persona que denunció a Roberto Enríquez de encaminar al partido por la vía de la insurrección, después lo acusaron por la destitución de varios copeyanos. La primera decisión del TSJ fue en el 2015 y posteriormente por conflictos en la junta Ad Hoc han metido contra las autoridades legítimas tres medidas cautelares.
En el 2016 Copei realizó elecciones, supervisadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), quedando electos Roberto Enríquez y Robert García para conducir a la tolda verde. Cuarenta días después volvió el TSJ a colocarles otra junta Ad Hoc, aun cuando las elecciones las avaló el ente rector de las elecciones y sin que hubiese denuncia interpuesta.
La primer Junta Ad Hoc, que integraron Pedro Urrieta y el contratista del gobierno Miguel Salazar, se dedicó a cambiar todas las autoridades regionales, con quienes Salazar logró que se nombre a Mercedes Malavé y a Carlos Alvarado, como presidente y secretario general. Entraron en conflicto interno. El TSJ volvió a intervenir y es así como Malavé fue destituida y Salazar reapareció como presidente, quedando Alvarado de secretario general.
Es así como la tarjeta de Copei que va a las elecciones, este 6 de diciembre, es la que tiene en sus manos la Junta Ad Hoc, con José Jonathan Patti, Miguel Salazar y Juan Carlos Alvarado. Tras bastidores hay ex gobernadores o viejos dirigentes de la tolda política.
AD, PJ y VP
En el caso de AD la estrategia fue usar la acción que en años anteriores había ejercido una persona contra Henry Ramos Allup y colocar a Bernabé Gutiérrez a dirigir el partido.
Para Primero Justicia (PJ) la estrategia fue que un grupo de personas denunciaron que se había tomado una medida disciplinaria contra ellos y colocaron a los denunciantes a dirigir el partido. Es así como a los accionantes les entregaron la conducción del partido.
A PJ le aplicaron dos medidas cautelares, una de ellas para nombrar a la Junta Ad Hoc y otra que los coloca en un estado de limbo jurídico.
Lo sucedido con Voluntad Popular (VP) es idéntico al de Copei. La historia empezó cuando el 19 de diciembre 2019 el diputado José Gregorio Noriega fue expulsado del partido que dirigía Leopoldo López. La causa fue que, después de una investigación interna, determinaron que el parlamentario, representante del estado Sucre, fue parte de la Operación Alacrán, es decir quienes habrían sido objeto de sobornos para que no votaran por Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional para 2020.
El diputado Noriega, quien antes de pertenecer a VP había sido militante de Un Nuevo Tiempo (UNT), acudió al TSJ alegando que le habían violentado sus derechos. El máximo tribunal lo colocó a él a dirigir el partido.
En una misiva que hizo pública, en abril 2018, Noriega Figueroa había renunciado a VP: “Con pesar en el pecho escribo esta carta para informar mi renuncia irrevocable a este partido político luego de casi 6 años de militancia partidista en las filas naranja. Desde que abordamos el debate en el Encuentro Federal de Activistas (EFA) sobre nuestra postura electoral en las elecciones municipales, defendí con fervor la necesidad de participar en esas elecciones con nuestros candidatos a alcaldes y concejales...”
Exactamente igual fue lo acontecido en PJ con los diputados Luis Parra, José Brito y Conrado Pérez, quienes aparecieron involucrados en una investigación de Armando.info utilizando su condición de parlamentarios en la Comisión de Contraloría para favorecer a Alex Saab y la red de corrupción de los CLAP. Al ser expulsados de Primero Justicia acudieron al TSJ.
Los revolucionarios también
Desde las entrañas de la revolución bolivariana las organizaciones más aguerridas han sido las que surgieron de la mano con los colectivos de la parroquia 23 de Enero, a unos pasos del palacio de Miraflores. Entre esas organizaciones está Tupamaro, el más antiguo de esos grupos. Su líder máximo ha sido José Pinto, un intocable entre los grupos, pero también moviéndose con facilidad en las más altas instancias de poder.
Tareck El Aissami quiso tener control de Tupamaros, a través de alguien que siguiera sus órdenes, lo que no había logrado con Pinto, quien se negó a ceder el partido. De repente un día lo acusaron de haber asesinado a un joven, fue detenido y el TSJ le quitó el partido, con la misma modalidad que le aplicó a Copei, AD, PJ y VP.
También ocurrió con el segundo partido más votado del Polo Patriótico, el PPT, organización liderizada por Rafael Uzcátegui. El problema surgió cuando el partido decidió no ir con los candidatos del Polo Patriótico y lanzar figuras propias. Ahí apareció el Tribunal Supremo de Justicia y aplicó la receta, desplazó a Uzcátegui y nombró nueva directiva.
Otra organización de la revolución con directiva impuesta es la Unidad Popular Venezolana (UPV), partido fundado por la fallecida dirigente Lina Ron. A eso se le suma que a otras organizaciones como Izquierda Unida no le permitieron inscribir tarjetas propias ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Gran cantidad de dirigentes del chavismo, que no apoyan a Nicolás Maduro, lanzaron la plataforma Alternativa Popular Revolucionaria (APR), alrededor de la cual hicieron causa común los dirigentes de los Tupamaros, PPT, UPV, IU y otras. De esos partidos la única tarjeta que sobrevivió, en el tarjetón electoral, fue la del Partido Comunista de Venezuela (PCV), la cual incluyó a los dirigentes de todos los partidos chavistas a quienes les arrebataron las tarjetas propias.
Es así como en el tarjetón para las votaciones de este domingo van tarjetas, de la oposición o chavismo, que en realidad son directivas impuestas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y que responden a los intereses de Nicolás Maduro: AD, COPEI, PJ, VP, Tupamaro, UPV y PPT.
Seguir leyendo: