Desde hace tiempo, el miedo se convirtió en la principal herramienta del régimen de Nicolás Maduro para permanecer en el poder. El temor a ser encarcelado, a quedarse sin empleo o sin alguna de las insuficientes ayudas estatales para comer, lleva a muchas personas a guardar silencio ante los atropellos que padecen día a día.
Pero Fortunato Albarán, un vecino del municipio Pedraza, en el estado de Barinas, decidió perder el miedo. A sus 103 años, siente que ya no pueden hacerle daño. Así que este martes salió a la calle a tratar de convencer a otras personas de no ir a votar este domingo en las elecciones legislativas que promueve el régimen para remover a la oposición de la Asamblea Nacional y llenarla de adeptos. Albarán suplicaba que no se convalide una farsa que no cuenta con participación opositora ni reconocimiento internacional.
Es probable que el hombre haya perdido el temor pensado también que no le harían nada a alguien de 103 años. Pero se equivocó. Tamara Suju, abogada defensora de derechos humanos y directora ejecutiva del CASLA Institute, denunció que Albarán pasó cuatro horas detenido por manifestarse en contra de las elecciones. Además, difundió un video grabado por un vecino, que muestra el instante en el que se lo llevan.
Es que Albarán estaba transmitiendo el mensaje de Juan Guaidó, que llamó a la población venezolana a permanecer en sus hogares este domingo, para no avalar un proceso que carece de las más elementales normas de transparencia electoral. “El 6 de diciembre deben quedarse en sus casas y dejar sola a la dictadura. Es en la calle donde se defienden los derechos y allí los vamos a defender. Tenemos que ir calle a calle, casa a casa, hombre a hombre, todo para llevar el mensaje”, dijo Guaidó durante una recorrida por el bulevar de Sabana Grande, en Caracas.
“(Maduro) sigue usurpando funciones en Miraflores, pero nosotros estamos en el lugar que nos hizo mayoría, en el que se nos permite defender los derechos… en la calle, donde vamos a seguir”, agregó.
Guaidó promovió también la consulta popular que realizará la Asamblea Nacional que él preside entre el 5 y el 12 de diciembre. El objetivo es que la ciudadanía pueda expresar su rechazo a los comicios organizados por el gobierno y manifestar si estaría de acuerdo con la realización de elecciones presidenciales totalmente libres, con plena participación opositora y monitoreo internacional.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) reiteró este lunes que los comicios, considerados un fraude, agravarán la crisis que vive el país caribeño. “Ratificamos lo que anteriormente señaláramos al decir que el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos tiende a agravarla”, reza un comunicado de la CEV. Además, subrayan que estos comicios “no ayudarán a resolver los verdaderos problemas del pueblo”.
Pero el régimen se muestra dispuesto a todo con tal de conseguir la mayor cantidad de votos posibles, para disimular la farsa. El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista, Diosdado Cabello, lanzó el lunes una fuerte amenaza a la población con el objetivo de que concurran a las urnas para participar de los comicios que no cuentan con el reconocimiento de gran parte de la comunidad internacional.
“El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. El que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”, sostuvo el dirigente chavista, durante un acto de campaña del Gran Polo Patriótico en el estado Carabobo. La amenaza de Cabello está principalmente dirigida a los sectores más vulnerables del país, que en gran medida dependen de las ayudas provistas por el Estado.
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