Pelo canoso, largo recogido en una trenza. Gafas de sol, postura erguida y los brazos cruzados en la espalda. El rockero Paul Gillman dejó las chaquetas de cuero y los rizos al viento para recibir una condecoración de las Fuerzas Armadas de Venezuela y el acto, se transformó en un escándalo más del régimen: es que Gillman vistió el uniforme nazi durante la ceremonia.
Además del uniforme del Ejército Imperial Alemán uniforme, el roquero llevaba un tapaboca adornado con la Cruz de Hierro, máxima condecoración del Tercer Reich.
“Condecoración de @NicolasMaduro a Paul Gillman vistiendo un uniforme nazi, es un irrespeto a la FANB y sus oficiales, a los jóvenes de la institución y a los militares demócratas que están presos. La reserva moral existente en FANB es vital para el cambio y reconstrucción de Venezuela”, denunció Julio Borges, el canciller del presidente encargado Juan Guaidó.
Con el mensaje, Borges además difundió las imágenes que hasta ahora se desconocían del polémico encuentro.
Según detalla La Patilla, el rockero recibió la distinción por haber compuesto un tema dedicado a Carlos Meyer Baldó, quien fue un aviador que participó en la Primera Guerra Mundial.
Las imágenes del escándalo se viralizaron rápidamente. Paú Gillman llegó a la ceremonia vestido de nazi y ninguno de los integrantes de la Fuerza Armada lo advirtió y le pidió que se cambiara…
Luego del papelón, las muestras de repudio se multiplicaron en las redes. “El circo abrió temprano con Paul Gillman vestido de Nazi y los cobardes sin honor de la fuerza aérea dándole una medalla por ser un arrastrado más a la tiranía”, escribió una usuaria.
“No entiendo qué puede haber en la cabeza de los altos oficiales de la Fuerza Aérea. Ya me parece una patochada condecorar a Paul Gillman. Pero hacerlo cuando el tipo se presenta al acto trajeado con uniforme de oficial nazi... Mucho con demasiado…”, escribió otra venezolana indignada.
“Un mamarracho disfrazado de genocida, siendo condecorado por verdaderos genocidas. Realmente, la imagen no deja de ser metafórica”, opinó otro usuario.
Gillman es reconocido por su respaldo al régimen de Maduro. El rockero, de hecho, de una de las figuras públicas que saludó en sus redes sociales al dictador Maduro, días atrás, para su cumpleaños. “Feliz cumpleaños amigo,compañero y camarada de mil batallas...y las que faltan!...mucha salud y felicidad...un gran abrazo de parte de mi familia y de “Corazón Rockero”...Que la fuerza del rock te acompañe siempre!”, escribió en su cuenta de Twitter.
La actitud de Gillman y la falta de reflejos de quienes lo condecoraron hicieron recordar otro episodio similar, también producido este años, cuando el régimen nombró de manera irregular a un juez electoral conocido por sus posturas negacionistas.
En junio pasado, Maduro nombró como rector suplente del Consejo Nacional Electoral al cirujano Luis Fuenmayor Toro. El ex rector de la Universidad Central de Venezuela y ex director de la Oficina de Planificación del Sector Universitario,repetidas veces se enfrascó en polémicas discusiones en las redes sociales. “La inexistencia del Holocausto está más que documentada. No hay sino que leer “La Mentira de Ulises”, de Rassinier, “El Mito de los seis millones”, de Hoggan y el libro de Ilan Pappe, para saberlo. Holocausto hay hoy en Palestina; en vivo y en directo”, escribió en su cuenta de Twitter el 22 de enero de 2019.
En ese entonces, su negación del Holocausto no pasó inadvertida y recibió una oleada de críticas. Sin embargo, no recapituló y fue contestando a varios de los usuarios indignados que marcaban su claro antisemitismo. “Montaron todo un truculento cuento que desde el principio fue negado por los testigos reales de los hechos. Los hornos de quemar cadáveres fueron transformados en hornos de quemar seres vivos y así por el estilo”, siguió.
Además, el rector suplente del órgano encargado por velar por la transparencia electoral venezolana, defendió a los grupos terroristas Hamas y Hezbollah: “Sólo dime el número de muertos y heridos producidos por los ataques de Hamas contra instalaciones militares israelíes y el número de palestinos asesinados o heridos por las tropas israelíes. La diferencia es 1 a 10.000, respectivamente. Son 1.000 Goliat contra un David palestino”. Para Fuenmayor Toro, “el llamado ‘Holocausto’ sirvió para que se cometiera el atropello más grande de la historia: el desalojo de los palestinos para fundar Israel”.
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