Pese a las especulaciones respecto a la política que impulsará el demócrata Joe Biden ante la crisis venezolana una vez que asuma la presidencia de Estados Unidos, Juan Guaidó confió en que el presidente electo norteamericano mantendrá la máxima presión contra la dictadura de Nicolás Maduro.
Asimismo, el presidente interino de Venezuela dijo este martes que espera mantener el apoyo bipartidista en Estados Unidos, mientras Biden se prepara para asumir el poder en enero de 2021.
El gobierno de Donald Trump encabezó en 2019 el reconocimiento internacional de Guaidó como líder legítimo de Venezuela, parte de una estrategia para forzar la salida del poder de Nicolás Maduro en medio de una severa crisis económica y humanitaria, y una ola migratoria de más de cinco millones de venezolanos.
Guaidó, también presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlada por la oposición, manifestó en una entrevista con la agencia Reuters en su domicilio en Caracas que cree que Biden “como cualquier presidente hoy en el mundo, quisiera aproximar una solución a la crisis en Venezuela”.
“¿Por qué? Porque hoy Venezuela, lamentablemente, es un conflicto a nivel de Siria”, sostuvo el líder opositor.
Pese a las acusaciones de Trump durante la campaña electoral, los asesores de Biden adelantaron que el demócrata no planea cambiar el enfoque de Washington hacia la dictadura de Maduro, que desde el año pasado incluye sanciones a la comercialización de petróleo, amplias prohibiciones para hacer negocios con su régimen, y sanciones personales a la cúpula chavista.
Pero Biden puede verse bajo presión para aliviar las restricciones que limitan que Venezuela compre gasolina en el extranjero, en medio de la agobiante escasez de combustible que a veces imposibilita la actividad económica básica.
Maduro, quien conserva el apoyo militar en su país, asegura que Guaidó es un “títere” de Estados Unidos y sostiene que las sanciones impuestas por Washington son ilegales y las responsabiliza por la crisis económica del país.
Guaidó se mostró convencido de que el gobierno de Biden mantendrá la mano dura contra Maduro, a quien calificó de “dictador, señalado por delitos de lesa humanidad” y “una amenaza para el continente”.
Lograr una estabilización de Venezuela sería un “logro geopolítico” para el país y la región entera, advirtió.
Durante una visita a Miami el pasado mes de octubre, en el marco de la campaña electoral, Biden declaró que Maduro “es un dictador, simple y llanamente”. “Está causando un increíble sufrimiento al pueblo venezolano” y. frente a esto, consideró que los venezolanos necesitan el apoyo de Estados Unidos “para recuperar la democracia y reconstruir el país”.
En septiembre, un comunicado del equipo de campaña del dirigente demócrata señaló cuáles serían sus objetivos al respecto del país latinoaméricano: “Organizaré a la comunidad internacional para dar una respuesta sólida a la crisis humanitaria de Venezuela, haré responsables a Maduro y a los partidarios del régimen por la corrupción y los abusos de los derechos humanos, y encabezaré los esfuerzos internacionales para presionar por unas elecciones libres y justas”.
Incluso en febrero de 2019 Biden instó a los gobiernos del mundo a declarar su apoyo a Guaidó como presidente interino de Venezuela con el objetivo de lograr una transición democrática en el Palacio de Miraflores.
“Solo un tirano impediría la entrega de alimentos y medicinas a las personas que dice liderar. La comunidad internacional debe apoyar a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional. Es hora de que Maduro se haga a un lado y permita una transición democrática. El pueblo venezolano se merece algo mejor”, afirmó.
Con información de Reuters
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