Alrededor de 300 indígenas del estado venezolano del Zulia (al oeste del país), a unos 800 kilómetros de Caracas, se concentran la noche de este miércoles en las proximidades del palacio presidencial de Miraflores, donde buscan ser recibidos por el dictador Nicolás Maduro, a quien pretenden reclamar sus derechos.
Los miembros de la etnia yukpa, que se encuentran, según relataron varios testigos en redes sociales, a unos 100 metros de la Presidencia, no lograron llegar al palacio, ya que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía bloquearon el acceso.
No obstante, por el momento, continúan en el lugar a la espera de que amanezca para cumplir su cometido de hablar con el dictador, hacerle llegar sus reclamaciones y exigirle el cumplimiento de sus derechos como ciudadanos venezolanos.
Según la organización no gubernamental Provea, las exigencias que esperan plantear el jueves se centran en los ámbitos de la salud, alimentación, educación y “mejores condiciones en los pueblos indígenas” en general.
Parte del grupo duerme sobre el asfalto esperando que amanezca para intentar nuevamente reunirse con Maduro, mientras el resto se mantienen despiertos para vigilar sus pertenencias o impedir cualquier agresión de la que puedan ser víctimas durante la noche.
A pocos metros de los indígenas, en la acera de enfrente, efectivos de la seguridad del Estado permanecen vigilantes para impedir que los yukpas traten de entrar a Miraflores durante la madrugada.
La sociedad yukpa está dirigida por un jefe, también llamado cacique, quien lidera el grupo que trata de reunirse con Maduro.
El cacique es quien se encarga de tomar decisiones en consenso con su comunidad, una forma de gobierno ancestral que, por lo general, mantienen los pueblos originarios de Latinoamérica.
Es ocurre mientras las fuertes lluvias acaecidas en Venezuela en lo que va de noviembre han dejado tres muertos y miles de familias afectadas, sin que se espere una mejora en el tiempo pues se prevén más precipitaciones en gran parte del país.
Prácticamente todos los días de noviembre alguna región del país caribeño ha reportado afectaciones por las lluvias, entre las que destacan la pérdida de enseres, viviendas anegadas, fallas eléctricas, vías públicas inundadas, desbordamientos de ríos y quebradas y varias decenas de lesionados.
Los equipos de atención de desastres se han desplegado en las zonas más destruidas, especialmente en los estados Lara, Zulia y Táchira, todos ubicados en el oeste y los dos últimos fronterizos con Colombia.
ZULIA, DESBORDADA
Desde la noche del lunes hasta la madrugada de este martes cayeron sobre Maracaibo, capital de Zulia, unas precipitaciones que, según el balance oficial, trastocaron 25 comunidades en las que habitan decenas de miles de personas.
El alcalde de esa ciudad, Willy Casanova, explicó a periodistas que en algunas viviendas el agua alcanzó hasta un metro de altura, mientras que decenas de estacionamientos se inundaron.
Las precipitaciones han recrudecido las fallas eléctricas que se registran casi a diario en esta zona rica en petróleo.
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