Las expresiones machistas, xenófobas y homofóbicas ya se convirtieron en moneda corriente entre los principales funcionarios de la dictadura venezolana. Este domingo, Nicolás Maduro realizó un nuevo comentario machista que generó un fuerte repudio en las redes sociales.
“Vladimir (Villegas), si yo fuera dueño de Globovisión, te devolviera tu programa, pero de lo único que soy dueño es de Cilia. La única propiedad que tengo es Cilia”, manifestó el dictador chavista durante un acto transmitido por VTV.
La de hoy no fue la única declaración polémica del dictador sobre temas de género. En marzo pasado, con motivo del Día de la Mujer, y pese la profunda crisis humanitaria que atraviesa Venezuela y los altos índices de pobreza y desnutrición, Maduro exhortó a las mujeres a tener varios hijos.
“Que Dios te bendiga por haber dado a la patria seis muchachitos y muchachitas”, dijo a una mujer que asistió el 8 de marzo a un acto promovido por el chavismo para impulsar un programa social que promueve el parto natural. “A parir pues, a parir, todas las mujeres a tener seis hijos, todas. ¡Que crezca la patria!”, agregó el dictador.
Esas palabras fueron criticadas y repudiadas por actividades de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales. Uno de los que se manifestó en ese entonces fue Oscar Misle, director de Centros Comunitarios de Aprendizaje (CECODAP), una organización que trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y adolescencia: “Estamos totalmente en desacuerdo con la opinión de Maduro en relación a estimular o reconocer el valor que tiene la mujer por su capacidad de procrear y tener hijos y no por lo que vale como ciudadana”.
En otro signo de machismo, el pasado 30 de octubre, el régimen chavista pronunció un ataque homofóbico contra el periodista Roland Carreño. El vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez Gómez, se refirió a la orientación sexual del comunicador venezolano, quien fue detenido ilegalmente por la dictadura.
El funcionario chavista mostró supuestos mensajes y fotografías privadas, en un claro ataque homofóbico contra el reportero y líder opositor. “Nosotros no tenemos nada que ver con la vida privada de la gente, la elección de género sexual de la gente es de cada quien. Claro, luego hay gente que se rasga las vestiduras, en la conferencia episcopal, pero en el fondo tapan estas situaciones”, comenzó diciendo Rodríguez durante una conferencia de prensa.
Pero inmediatamente después comenzó a mostrar supuestos chats privados entre Carreño y un tal Reinaldo Cielo, cuya veracidad no ha podido ser verificada. En uno de estos supuestos intercambios Cielo se refiere a Carreño con el nombre erróneo de “Ronald”.
Rodríguez incluso mostró fotografías privadas oscurecidas y leyó entre risas fragmentos de la presunta conversación, en la que se habla del supuesto uso de fondos de parte de la Fundación Simón Bolívar por parte de Carreño para comprarle un automóvil a Cielo. A pesar de que estos presuntos crímenes ni siquiera han sido mencionados entre las razones de su detención y crece la hipótesis de que toda la conversación haya sido fraguada.
Estas expresiones reflejan el atraso que ha vivido Venezuela desde la llegada de Hugo Chávez al poder con relación al respeto y reconocimiento de las personas LGBTI. En 2019, el país caribeño ocupó el cuarto lugar de América con el mayor índice de asesinatos de personas gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales, al registrar 109 homicidios entre 2009 y 2017 según el Observatorio de Personas Trans Asesinadas.
En 2012, durante una concentración frente a la sede de la Embajada de Cuba en Caracas, el entonces canciller Nicolás Maduro atacó a los detractores del chavismo, a pocos meses de las elecciones presidenciales en las que Hugo Chávez se enfrentó con el dirigente opositor Henrique Capriles Radonski.
“Así será la calaña de estos sifrinitos, mariconsones y fascistas que pretenden darle lecciones al pueblo de Venezuela, pero no han podido y no podrán jamás”, señaló el dictador.
Tras la muerte de Chávez, en 2013 fueron convocadas nuevas elecciones en las que Capriles se presentó de nuevo, esta vez para enfrentar a Maduro, quien había sido ungido por el mandatario fallecido.
En un mitin político, Maduro llamó a la tarima a su pareja, Cilia Flores, para destacar su heterosexualidad. “Yo sí tengo mujer, ¿oyeron? Me gustan las mujeres, y aquí la tengo. ¡Qué bueno es un beso de una mujer, verdad!”, dijo el candidato presidencial para la fecha.
A pesar de que negó ser homofóbico tras los comentarios e insultos de 2012 y 2013, en 2018 el dictador chavista continuó con sus ataques a Capriles, a quien tildó de “Capriloca”.
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