El régimen de Nicolás Maduro le aumentó el salario a los militares: ahora un General en Jefe de Venezuela ganará unos 17 dólares al mes

Mientras la jerarquía de la Fuerza Armada tiene un discurso que no se corresponde con la situación económica o social, la crisis arropa a la institución castrense. Es tan risible el sueldo como las pensiones, que apenas pueden alcanzar para cubrir algunos alimentos

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El ministro de Defensa de
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López (MARCOS SALGADO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO)

El grado militar más alto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es el de General o Almirante en Jefe, que tienen, entre otros, el Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López y el Comandante Estratégico Operacional Remigio Ceballos Ichaso. Con el nuevo tabulador que rige la institución a partir del 01 de noviembre un oficial de ese rango recibirá, si tiene uno o dos años de antigüedad, entre 8.959.200 o 9.012.000 bolívares (un poquito más de 17 dólares estadounidenses según el mercado no oficial), incluidos el sueldo básico y las primas por antigüedad, por hijos y profesionalización, además del Factor Multiplicador.

Hay que destacar que no se sabe cuál es el monto exacto, en el caso de Padrino López, porque el Tabulador solo cuantifica hasta dos años máximo en el grado militar, pero el Ministro de la Defensa es egresado de la academia militar en 1984, promoción General de Brigada Juan Gómez Mireles, donde ocupó el puesto 18 de mérito, por lo que pertenece a la última promoción de 30 años en la Fuerza Armada. A partir de allí los militares permanecen 33 años de vida militar activa.

Ceballos, promoción Contralmirante Agustín Armario González 1985, donde ocupó el séptimo lugar, sí entra en los 33 años de vida activa, pero aun así debió pasar a retiro hace dos años.

Imagen de archivo del ministro
Imagen de archivo del ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, junto a la vicepresidenta del país, Delcy Rodríguez, y el comandante del Comando Estratégico Operativo, almirante Remigio Ceballos, durante una ceremonia por la llegada de ayuda humanitaria procedente de China, en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Caracas, Marzo 28, 2020. REUTERS/Manaure Quintero

El resto del generalato gana, con el aumento, lo siguiente: un Mayor General o Almirante, no más de Bs. 8 millones 853 mil (17 dólares); general de división con el mayor número de años Bs. 8 millones 721 mil (17.7 dólares): y el general de brigada o contralmirante 8 millones 61 mil bolívares (15,5 dólares).

Un coronel o capitán de navío, con el máximo de 28 años de servicio, cuatro de antigüedad en el grado, recibirá de salario integral 7 millones 834 mil bolívares (15 dólares).

En el caso del teniente coronel o capitán de fragata, que tenga entre 18 a 23 años de servicio, 12.6 a 13.7 dólares. Para un mayor o capitán de corbeta, con 14 a 18 años de servicios, podrá recibir entre 11 a 12.2 dólares.

En el caso de los Oficiales Subalternos si es un capitán de la GNB o el Ejército o teniente de navío con 9 a 13 años de servicio, su salario integral es de 9.2 a 10 dólares mensuales.

La pensión de un coronel
La pensión de un coronel con primas, bonos de alimentación y defensivo podría llegar a 19 dólares

En el caso del Primer Teniente o Teniente de Fragata en la Armada, con 4 a 8 años de servicio, podrá recibir entre USD 8.1 a 8.9; finalmente si es Teniente o Teniente de Corbeta o Alférez de Navío, como lo llaman ahora con la modificación de la Ley de la Fuerza Armada, podrá recibir entre 3 millones 911 mil a 4 millones 86 bolívares (7.5 a 7.8 dólares americanos).

Lo único que les varía un poco los montos recibidos son los bonos que se los asignan según alguna ocasión o cuando a Nicolás Maduro le parece bien.

Ni para la rifa

Lo que está atravesando la Fuerza Armada Nacional venezolana, tanto oficiales activos como en reserva activa, es inaudito. Es tan risible el sueldo como las pensiones, que apenas pueden alcanzar para cubrir algunos alimentos.

En el caso del generalato y almirantazgo hay quejas internas, pero en la tropa profesional o alistada es un alarido, que lleva a que los más inmorales obtén por extorsionar, cometer delitos, narcotráfico, secuestros robos y atracos.

Mientras la jerarquía militar tiene un discurso floreado que para nada se corresponde con la realidad, ni con la situación económica o social del militar ni el apresto operacional de las unidades militares, la crisis arropa a la institución castrense.

Veamos esta dicotomía. El Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) ofrece que, para participar en la rifa navideña, debe haber hecho una compra superior a 3 millones de bolívares (poco menos de 6 dólares), que para un teniente es casi la totalidad de su salario de un mes, incluyendo las primas de hijos, profesionalización y antigüedad.

Para participar en la rifa
Para participar en la rifa del IPSFA un teniente tendrá que invertir el sueldo de un mes

En realidad, en la institución castrense saben que ningún oficial puede vivir con un salario de 6 dólares, mantener familia, hijos, pagar colegio, recreación, servicios públicos y salud, porque con esos dólares ni siquiera le alcanza para que se alimente una sola persona.

El 8 de noviembre el Ministerio de la Defensa y el IPSFA anunciaron la celebración de las fiestas navideñas, por lo que se dijo que depositarían a los militares dos meses de aguinaldo más el incremento salarial; el mes de aguinaldo restante nadie sabe si lo pagaran y quizá tampoco haya mucha expectativa porque no alcanzará ni para un cartón de huevos. Además, anunciaron que depositarían la diferencia del salario del mes de noviembre, diferencia Bono Defensivo Territorial y diferencia de Alimentación. Ese día les depositaron a los militares activos.

Una de las bolsas de alimentos, los CLAP, que les venden a los militares en el IPSFA no resuelve el problema de alimentación de la familia de un afiliado a esa institución, porque solo contiene seis kilos de arroz, tres paquetes pequeños de harina de maíz, tres paquetes pequeños de pasta o espagueti, un litro de aceite y un kilo de azúcar.

Y aunque parezca difícil de creer muchos oficiales se ven obligados a ir a hacer sus colas al IPSFA para adquirir esa bolsa de alimentos que muchas veces puede ser la diferencia entre pasar hambre o no.

Casi famélicos

Mientras el ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, el 6 de noviembre, desde el Patio de Honor de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, se ufanaba de la participación de más de dos mil 200 jóvenes, del acto con motivo de la Investidura del Cadete, a los jóvenes de las promociones de las diferentes academias militares denominada Promoción Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, una realidad brutal se vio en los nuevos cadetes, los del primer año, que culminaron favorablemente el período propedéutico.

Padrino, quien a su vez es el Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, estuvo acompañado del AJ Remigio Ceballos Ichaso y demás oficiales mayores generales y almirantes integrantes del Estado Mayor Superior de la Fuerza Armada Nacional. “Al ver a esta juventud militar incorporándose a la FANB, empuñando el espadín, nos sentimos orgullosos porque tenemos la certeza que hay una generación de relevo que servirá a la Patria y la defenderá hasta con la vida, si fuese necesario”, dijo el ministro, hablando de defensa del territorio y soberanía.

Otra vez repitió “la amenaza imperialista” y la “resistencia heroica del pueblo”. Y, por supuesto, enfatizó las elecciones de diciembre. “Nos corresponde el Plan República, donde todos nosotros estamos involucrados como soldados amantes de la paz; una de las maneras de garantizarla es asegurar los derechos de los venezolanos a elegir un nuevo parlamento”.

La realidad de la Fuerza Armada es otra. El avance de los grupos irregulares armados, desde la frontera hacia todo el territorio nacional, parece indetenible, ante una población civil indefensa y desarmada.

Muchos oficiales percibieron con asombro que los cadetes que concluyeron el propedéutico ni siquiera hubiesen aprendido a portar el uniforme, que a muchos les quedaban anchos, por la extrema delgadez de los jóvenes aspirantes a oficiales de la institución castrense.

La condición de un cadete
La condición de un cadete que terminó el propedéutico

“Es inaudita la facha que tienen, ni siquiera los botones o la hebilla bien pulida. Era obligado pulir la hebilla por delante y por detrás, los de la Nabal tenían que abrirla y pulirla por dentro también”, dice un oficial.

“Parecen famélicos, con una deficiente conformación física corporal; eso es mala salud. ¿Cómo van a portar con elegancia el uniforme de gala, con su cinturón arreglado, si lo que parecen es que tienen hambre?”.

Malos ejemplos

El teniente coronel (GNB) Alexander Enrique Granko Arteaga es el Director de Asuntos Especiales de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Llegó a la Academia Militar de la Guardia Nacional (AMGNB), anteriormente conocida como Escuela de Formación de Oficiales de la Fuerza Armada (EFOFAC), de civil, con una cola de caballo apresando el largo cabello.

En la Guardia Nacional no hubo quien pudiera disimular su disgusto por lo que era más que arrogancia en Granko Arteaga, “Ese individuo tiene la temeridad y el irrespeto de entrar a la Academia, a una actividad programada, vistiendo de civil y con un moñito”, dice un oficial de la Guardia Nacional.

El teniente coronel Granko Aretega,
El teniente coronel Granko Aretega, de civil y con coleta en el pelo

Eso lo hace el teniente coronel con la anuencia del general de brigada (GNB) Luis Rosales Medina, director de la Academia Militar, quien parece que considera como normal la aberración de Granko contra la institución militar.

“Cuando yo era Alférez, si por alguna circunstancia tenía que ir de civil a la Academia o EFOFAC, por haberte ido de baja u otra razón, tenía que ir correctamente de traje formal, pero Granko va de civil, informal y con colita, pateando toda norma”.

La actividad, a la que Granko llegó de civil y con coleta fue la entrega formal del Aula Reacondicionada, por parte de la II Prom. Batalla Mata de la Miel, que representaron los tenientes coroneles Granko Arteaga, Darwin González Molina, Edgar Esteves Cabello, Félix Colmenares Solano Félix y Julio César Lezama.

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