Aunque Colombia cerró desde marzo sus fronteras terrestres y fluviales como parte de las medidas para contener la expansión del coronavirus, los venezolanos que habían regresado a su país al comienzo de la pandemia o antes, comenzaron el largo y difícil viaje de retorno.
Las autoridades migratorias estiman que unos 115.000 venezolanos regresaron a sus hogares desde abril a causa de la pandemia. Pese al cierre y a los controles del ejército, la policía y las autoridades migratorias, la porosa frontera de 2.219 kilómetros entre Colombia y Venezuela no representa un mayor obstáculo para los emigrantes que deciden regresar, muchos de ellos con sus familias.
“Ahora nos tocó caminando, tenemos 12 días caminando, pasando frío, trasnocho, hambre, contando cada día y confiando en Dios”, dijo José Sáenz, de 42 años, padre de cinco hijos que salió desde el estado Anzoátegui con la intención de llegar hasta la ciudad de Pereira, en donde estuvo trabajando en construcción en 2019. La primera vez que vino a Colombia, tenía algunos recursos económicos y lo hizo en autobús. Sáenz regresó a Venezuela en diciembre para pasar las celebraciones de Navidad y Año Nuevo con su familia, pero cuando intentó regresar quedó varado por la pandemia.
El emigrante habló mientras caminaba con su hijo mayor de 22 años y otros venezolanos por una carretera, a un día de camino de la ciudad de Bucaramanga en donde espera descansar antes de reiniciar un recorrido a pie de al menos dos semanas hasta Pereira.
Colombia se convirtió en los últimos años en el domicilio de más de 1,7 millones de venezolanos que huyeron de la crisis política, económica y social de su país bajo el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro.
REINGRESO IRREGULAR
“Se ha producido una operación de reingreso de venezolanos hacia territorio nacional. Si bien más de 115.000 venezolanos en tiempos de pandemia han salido hacia Venezuela lo que hemos detectado ahora es un ingreso irregular de venezolanos hacia Colombia buscando rutas económicas que les permitan subsistir”, dijo a Reuters el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa.
“El estimado de Migración Colombia es que el 80% de venezolanos que salieron van a reingresar a territorio nacional, pero lo van a hacer con una o dos personas adicionales”, afirmó.
La mayoría de los emigrantes de la nación petrolera se encuentran en forma irregular y muchos sobreviven en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla vendiendo dulces o pidiendo limosna en las calles, mientras que otros trabajan en la construcción, restaurantes o repartiendo comida a domicilio.
Pero las medidas de aislamiento preventivo que decretó Colombia para frenar la expansión del coronavirus, con las calles vacías y los habitantes de las ciudades encerrados, miles de venezolanos regresaron a su país.
El comandante de la segunda división del ejército, general Marco Evangelista Pinto, dijo que solo en la frontera del departamento de Norte de Santander con Venezuela existen unos 53 pasos ilegales, lo que dificulta el control migratorio. “Generalmente vienen con niños, señoras embarazadas, con adultos mayores y simplemente se les informa que por ahí no pueden pasar. Y ellos lo que hacen es buscar otros sitios”, aseguró el oficial.
Se espera que el Gobierno de Colombia extienda el cierre de la frontera con Venezuela que está vigente desde hace más de siete meses.
La autoridad migratoria y las Fuerzas Armadas estiman que 300 venezolanos pasan a diario por trochas ilegales hacia Colombia, corriendo riesgos ante la crecida de los ríos por la temporada de lluvias y la presencia de grupos armados ilegales.
Espinosa, director de Migración Colombia, estimó que después de que se abra la frontera con Venezuela, unas 200.000 personas llegarán desde ese país en un periodo de tres a cinco meses de para elevar la cifra de emigrantes a dos millones.
“Esta es la segunda vez que vengo para Colombia, la primera vez que emigré, llegué hasta el Valle del Cauca, a Buga, Ahí me estuve como año y medio y después me tocó regresar a Venezuela por problemas familiares y cuando decidí volver el problema del COVID me trancó el viaje”, dijo Yesenia Márquez, de 39 años, mientras caminaba con sus dos hijos en la carretera que une a las ciudades de Pamplona y Bucaramanga.
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