Un ex ministro de Defensa reveló que Hugo Chávez fomentó que militares venezolanos se involucraran en delitos que van desde el robo hasta el narcotráfico

En diálogo con Infobae, el general de División del Ejército Fernando Antonio Ochoa Antich dijo que “no ha existido un mando militar interesado en restituir los valores de la profesión militar y reinstaurar la disciplina”, sino que “sus acciones están siempre destinadas a profundizar este lamentable estado de cosas”

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Carlos Andrés Pérez enfrentó dos intentos de Golpe
Carlos Andrés Pérez enfrentó dos intentos de Golpe

Siempre lo caracterizó su hablar pausado, coherente en el mensaje, demostrando educación y prudencia. Era Ministro de la Defensa cuando Hugo Chávez, junto a un grupo de comandantes, intentó un golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Fue el número 39 de la promoción 1962 “General de Brigada Ambrosio Plaza”. Sigue estando activo en el tema militar, escribiendo, concediendo entrevistas, participando. Él es el general de División del Ejército Fernando Antonio Ochoa Antich.

Este oficial, que después de dejar el Ministerio de la Defensa fue canciller hasta el año 1994, en los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Ramón J. Velásquez, en entrevista exclusiva con Infobae, asevera que “no ha existido un mando militar interesado en restituir los valores de la profesión militar y reinstaurar la disciplina. Todo lo contrario, sus acciones están siempre destinadas a profundizar este lamentable estado de cosas”, dice refiriéndose a la proliferación de hechos delictivos que involucran a militares.

El alto oficial, ahora en reserva activa, destaca que en su libro “Así se rindió Hugo Chávez”, publicado en el año 2007 por El Nacional, y que está disponible online para quien lo desee, “está plasmada toda la información sobre los hechos de ese día”, es decir la primera intentona golpista de 1992, la del 4 de febrero.

GD Fernando Ochoa Antich (Foto Natalia Roca. Cortesia eReporte)
GD Fernando Ochoa Antich (Foto Natalia Roca. Cortesia eReporte)

- General Ochoa usted llegó al máximo logro en la Fuerza Armada, ser ministro de la Defensa. No tiene que adornar la respuesta, pero díganos: ¿Cuál fue la experiencia suya, en lo que fue al trato que recibió del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada? Es decir, ¿cómo trataba el Presidente a un general de la República en el pasado?

- Desde 1959, al inicio del gobierno de Rómulo Betancourt, se estableció una cordial y respetuosa relación entre el presidente de la República, el ministro de la Defensa y los altos mandos. Esa relación se expresaba fundamentalmente en el respeto a la autonomía en la conducción operacional y administrativa de las Fuerzas Armadas. En mi caso particular, ese fue el trato que me dispensó el presidente Carlos Andrés Pérez, aún en los complejos momentos que tuvimos que enfrentar. Su experiencia en el campo militar era muy amplia. Discutíamos las decisiones a tomar y siempre escuchaba mis recomendaciones,

- Nunca había existido tanto militar involucrado en delitos: drogas, secuestros, homicidios, atracos, robos, entre otros. ¿Qué le pasó a la Fuerza Armada venezolana general Ochoa?

- Esa es una situación fomentada por Hugo Chávez, desde el inicio mismo de su gobierno, agravada por Nicolás Maduro en el ejercicio de la presidencia de la República. Basta recordar entre sus primeras ejecutorias, apenas se inició la mal llamada Revolución Bolivariana, la implementación del Plan Bolívar 2000, sus vínculos con la narco subversión colombiana, en lo cual involucró a no pocos profesionales militares, la impunidad ante graves faltas a la disciplina y delitos cometidos por militares, la introducción de la política partidista en los cuarteles, la desprofesionalización de los cuadros militares, privilegiando la vinculación política y subestimando los méritos y exigencias profesionales; la masiva presencia de profesionales militares en la administración pública en perjuicio de las funciones específicamente militares, con absoluta impunidad ante los desmanes cometidos por militares en el ejercicio de esos cargos y un largo etcétera. Ello condujo a un total irrespeto a los principios y valores de la profesión y en consecuencia un gran desapego a los deberes militares y una gran desmoralización.

- ¿Qué impacto cree usted que tuvo en la Fuerza Armada las intentonas golpistas del 4 de Febrero y 27 de Noviembre de 1992?

- Ambas intentonas, a pesar de haber sido derrotadas por la acción institucional de la misma Fuerza Armada, causó un terrible impacto. Se violentó la lealtad de las Fuerzas Armadas a la Constitución Nacional y la subordinación al Poder Civil con el consecuente desconocimiento de los principios de disciplina y de subordinación. Además, el lamentable apoyo exhibido por amplios sectores de la sociedad, en favor del golpismo, contribuyó de manera importante en el comportamiento de la Fuerza Armada, a partir del triunfo electoral de Hugo Chávez.

- Hay dos hechos mencionados por el entonces jefe de la Casa Militar de Carlos Andrés Pérez, el Vicealmirante Carratú Molina, que presumen de que usted estaba aliados con los del 4F. Uno de ellos es que antes de la llegada de CAP a Maiquetía, aquel 4 de febrero 1992, usted se presentó ante el Comando de la Guardia en el Aeropuerto de Maiquetía y le pidió al Tcnel Ferreira Silva “armas para defender al presidente”, pero él se las negó. Por otra parte, que usted se negó a que el edecán de guardia Gerardo Dudamel llamara al ministro Ávila Vivas. ¿Puede ratificar si eso sucedió así y que explicación les da a esos hechos?

- No entiendo cómo el VA Carratú puede urdir una mentira tan ridícula como la de que el ministro de la Defensa, con toda la autoridad militar que detenta sobre toda la Fuerza Armada, se presenta a una unidad militar a solicitar armas para defender al presidente. Eso desdice mucho de su idoneidad profesional. Con respecto a la llamada que supuestamente negué que hiciera el edecán de guardia Gerardo Dudamel, vuelve a mentir el VA Carratú. De hecho, el Dr. Avila Vivas, ministro del Interior para esa fecha, tenía la obligación de estar presente para recibir al presidente y en efecto, allí estuvo. De todas maneras, creo que el hoy general Dudamel puede responder a esa pregunta. Lo que sucede, como ya lo he expresado antes, es que el VA Carratú pretende siempre satisfacer su odio hacia mi persona, por haber ordenado la apertura de una averiguación sumarial, sobre presuntas irregularidades ocurridas en la ejecución del contrato “Turpial”, para la adquisición de equipos e instalaciones de comunicaciones para la Armada, por lo que, a un año de mi retiro, el juez de la causa libró un auto de detención contra este oficial, por hechos que desconozco.

- Ese tema de su participación el 4F aun es motivo de polémica en diversos sectores.

- Ante los insistentes rumores que algunos sectores interesados pretendieron endilgarme de una supuesta vinculación con la asonada del 4F, el propio Hugo Chávez lo desmiente en la entrevista que le concedió a Agustín Blanco Muñoz, para su libro “Habla el Comandante”; así como también, existen las propias respuestas del presidente Pérez, cuando se le preguntó sobre este particular. Si él hubiera tenido la menor duda de mi lealtad, difícilmente, me hubiera nombrado canciller de la Republica. El almirante Carratú, en lugar de atacarme y continuar presentándose como un “salvador de la Patria”, debería aclarar los hechos del caso Turpial.

El fallido golpe del 4F violentó la lealtad en la FAN, dice Ochoa Antich
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- Si usted tuviera la posibilidad de ejercer influencia en la FANB, ¿por dónde iniciaría la tarea de reconstruirla?

- Regresaría a todo el personal militar al estricto cumplimiento de sus funciones específicas. Ordenaría el cumplimiento de los requisitos académicos para todo profesional militar que ostente grados y jerarquías sin haberlos cumplido; realizaría una reforma a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada, destinada al fortalecimiento de la formación académica y de la estabilidad profesional y al establecimiento de un sistema de ascensos basado en la antigüedad y el escalafón; independizaría la Justicia Militar y la Contraloría de la Fuerza Armada y ordenaría la apertura de los juicios correspondientes a todos aquellos presuntamente incursos en delitos de carácter civil o militar. Además, revisaría el sistema de admisión a los Institutos Militares.

- Finalmente, general Ochoa, ¿soy muy optimista al pensar que la Fuerza Armada es una institución rescatable? ¿Usted cree que la Fuerza Armada pueda regresar al camino de la profesionalización e intente cumplir con su función esencial de rescatar el territorio y la soberanía?

- Sin duda que sí. Es necesario recuperar sus principios institucionales: la subordinación a la Constitución Nacional y al Poder Civil, así como la lealtad al legítimo presidente de la República surgido en elecciones democráticas. Deberán ser cuidadosamente seleccionados quienes sean escogidos para el cumplimiento de esa delicada tarea. Ellos serán los responsables de fortalecer los principios y valores profesionales; así como rescatar la disciplina, la subordinación, el compañerismo y el espíritu de cuerpo.

La Fuerza Armada debe regresar a los cuarteles
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