La oposición venezolana denunció este lunes que 1.412 personas han muerto por COVID-19 en el país caribeño, una cifra que duplica la que ha hecho pública el régimen de Nicolás Maduro.
En una rueda de prensa virtual, el diputado opositor José Manuel Olivares, nombrado comisionado la Salud y Atención Sanitaria a los Migrantes por el líder opositor Juan Guaidó, explicó que han podido corroborar ese dato “gracias al monitoreo hospitalario”.
Ese número, según el parlamentario, médico de profesión que vive hace varios años en Colombia, muestra una tasa de mortalidad de la enfermedad que causa el nuevo coronavirus “concordante con la de América Latina”.
Además, aseguró que, según sus datos y hasta este lunes, han fallecido 205 trabajadores del sector de la salud a causa del virus, lo que supone la tasa más alta de la región.
Olivares culpó a Nicolás Maduro de la muerte de estos ciudadanos por la COVID-19 por la falta de previsión para abordar la crisis médica provocada por la pandemia.
Además, aseguró que a la muerte de personas que contrajeron el virus se debe sumar la de diabéticos, pacientes renales, hipertensos o neurológicos que no han recibido la atención debida a consecuencia de la saturación hospitalaria, por lo que “sería una cifra mucho mayor”.
Por todo ello, pidió que la cifra de fallecidos “no se convierta en un número” y nada más, porque es “dolor y sufrimiento de miles de familias que hoy no tienen respuesta”.
“Hoy, Maduro no le garantiza nada, salud, seguridad, vida o empleo” a los venezolanos, sostuvo antes de subrayar que espera poner en marcha un programa de “autopsias verbales” para subsanar el subregistro de muertes y del que no dio más detalles.
Finalmente, destacó que el 95% de los hospitales venezolanos no tienen noticias acerca de la puesta en marcha de un programa para hacer pruebas PCR a todos aquellos que sospechan que pueden haberse contagiado.
(Con información de EFE)
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