Luego del envío de una delegación de la Unión Europea (UE) a Venezuela para negociar un aplazamiento de las elecciones parlamentarias convocadas por el régimen chavista para el próximo 6 de diciembre, la dictadura de Nicolás Maduro reiteró que no habrá cambio de fecha. Josep Borrell, alto representante para la política exterior de la UE, consideró que ante este panorama “va a ser más difícil buscar una salida democrática a la crisis” venezolana.
“El Gobierno venezolano no quiere retrasar las elecciones. Está en su derecho, pero en estas condiciones nosotros no podemos enviar una misión de observación electoral. Eso hará que las elecciones no se puedan organizar con un mínimo de parámetros democráticos y el país dará un paso más hacia la desinstitucionalización”, sostuvo el diplomático español durante una entrevista con La Voz de Galicia.
Consultado sobre los recientes esfuerzos de la Unión Europea para que se celebren elecciones en Venezuela, lo que provocó fuertes críticas de varios países que condenan a la dictadura de Maduro, Borrell indicó que todos los intentos se hicieron “por encargo de la oposición”: “Llevo desde el mes de julio en contacto con el Gobierno de Maduro para ver si son posibles unas condiciones que permitan la participación de la oposición, lo que sería bueno. No hubo acuerdo”.
“Maduro pidió que se enviara una misión de observación electoral. Le dijimos que para hacer eso necesitábamos cinco meses de trabajo previo y constatar que se daban condiciones aceptables, que no era el caso. Negociamos, y en un momento dado creí que era oportuno enviar unos expertos para seguir haciendo lo que hacíamos en directo. No entiendo la crítica que ha generado el Partido Popular. No hay ninguna razón, salvo la de armar ruido y atacar al Gobierno español”, agregó.
El diplomático español señaló que, mientras la comunidad internacional en general ve más el aspecto político de la crisis, lo que más le preocupa a él es el sufrimiento del pueblo venezolano: “Eso es lo que me preocupa a mí. La situación humanitaria en Venezuela. Es desesperada. Es la crisis humanitaria más grave que está viviendo un país, y la comunidad internacional no le presta demasiada atención porque solo ve el aspecto político de la cuestión”.
“Creo que habría que intentar llegar a un diálogo político. Lo intentamos nosotros y los noruegos, pero sin resultados. Y desde luego, nosotros estamos en contra de las soluciones militares”, concluyó.
Días atrás la dictadura de Maduro dejó claro que no retrasará las elecciones parlamentarias, pese al pedido de la Unión Europea. “Es lamentable que la UE responda con un pliego de condicionamientos con la pretensión de desconocer incluso taxativos mandatos constitucionales”, dice el escrito emitido por el régimen chavista, en alusión al mandato constitucional según el cual se debe instalar un nuevo Parlamento el 5 de enero de 2021.
El requerimiento de la Unión se debe a que consideran imposible organizar una misión de observación electoral para cualquier país, que debe contar con la participación de cerca de 200 personas, en menos de seis meses.
El régimen venezolano, que invitó formalmente a la observación con tres meses de margen, obvió esta condición desde el primer momento e hizo caso omiso a las condiciones generales que la UE establece para coordinar una misión.
“Ante la invitación que le hiciera formalmente el Poder Electoral para incorporarse al proceso de observación, (la solicitud de la UE de retrasar los comicios) es un acto inadmisible, que no se corresponde con el espíritu de la invitación realizada”, respondió la Cancillería venezolana.
La misión diplomática enviada por la UE a Caracas el 24 de septiembre y que retornó a Bruselas el martes pasado informó que el bloque comunitario no reconocerá el resultado de las votaciones del 6 de diciembre “en las actuales condiciones”.
Enviada por el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, la misión sostuvo reuniones con grupos de la oposición y la sociedad civil, y con representantes del régimen: el vicepresidente de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez.
Por la UE participaron en estos encuentros el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño.
“El objetivo era convencer a las autoridades de que se pospongan las elecciones seis meses, no por retrasarlas, sino para dar tiempo a que el Gobierno y la oposición negocien sobre las condiciones”, indicó el miércoles un alto funcionario de la Unión.
Borrell comparecerá el próximo miércoles 7 de octubre ante el pleno de la Eurocámara para abordar la cuestión de la misión diplomática que envió a Caracas y que ha sido criticada por varios políticos contrarios a la llamada revolución bolivariana.
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