A menos de un mes de haber provocado una fuerte polémica en el seno de la oposición venezolana tras confirmar que participaría en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, finalmente este miércoles Henrique Capriles anunció que no formará parte del proceso electoral si los comicios convocados por el régimen de Nicolás Maduro, que son considerados fraudulentos por gran parte del arco opositor y la comunidad internacional, no son aplazados.
“Esta elección tiene que ser postergada, exigimos que sea postergada. Queremos darle opción a nuestra gente, pero no hay condiciones en este momento, como bien lo dice la Unión Europea. Hay una posibilidad: mover la elección, ¿por qué no hacerlo? Si hay observación, va a haber participación. Eso es lo que hemos peleado esta semana. Si no posponen, no hay manera”, manifestó el ex candidato presidencial durante una rueda de prensa transmitida en sus redes sociales.
Capriles sostuvo que “se necesita una observación internacional que permita auditar todo el proceso, una observación calificada”. En esa línea, recordó que la dictadura chavista invitó, después de 14 años y mediante una carta, a la Unión Europea y a Naciones Unidas. “Destaco el caso de la Unión Europea porque conocemos su riguroso protocolo de observación”.
“Llegó la invitación. Hablamos con cancilleres, embajadores; yo lo dije, si tengo que ir a hablar con chinos, rusos, lo voy a hacer por mi país. Es el ejercicio de la política. En la búsqueda de una buena política para el país, después de tanta gestión mandaron una misión a Venezuela. ¿Cuánto tiempo teníamos que no recibíamos una misión? Dos altos representantes de la Unión Europea, con el concurso de todos los países. No vinieron a negociar, vinieron a decirle a todos los actores que necesitan tiempo para participar como observadores. La misión dijo que necesita de 5 a 6 meses para venir como observador internacional", agregó.
Por ese motivo, y además “por la pandemia y la situación del país”, el ex candidato a presidente exigió que los comicios sean postergados “para que le sirva a Venezuela”: “Queremos que la gente pueda ejercer su derecho a voto”.
Luego de que el presidente interino Juan Guaidó convocara a todos los líderes de la oposición a un gran pacto de unidad, comenzó a circular una versión que indicaba que algunos dirigentes de peso podría participar de las elecciones convocadas por el chavismo. La polémica estalló el pasado 1 de septiembre cuando el canciller turco Mevlut Cavusoglu confirmó en una conferencia de prensa que Henrique Capriles y Stalin González habían hablado con funcionarios turcos para que se garantice la presencia de observadores internacionales en la votación, algo a lo que Maduro accedió.
Horas después, el dirigente de Primero Justicia (PJ), que se encuentra inhabilitado por la justicia cahvista, confirmó en rueda de prensa que, pese a las críticas, formaría parte del proceso electoral. Este miércoles, durante la su pronunciamiento respondió a sus críticos: “Buscar soluciones no es ser traidor ni colaboracionista”.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia turca tuvieron lugar un día después de que la dictadura de Maduro anunciara el “indulto” a más de un centenar de opositores venezolanos, entre ellos diputados en el exilio, presos políticos, y colaboradores de Guaidó, quien es reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.
Guaidó denunció que con esa maniobra la dictadura intenta “legitimar” los comicios parlamentarios. “Ha pasado antes: los liberan para tratar de legitimar las maniobras del momento. Y, esta vez, quieren legitimar una farsa. Una farsa que está derrotada a nivel legal, político, popular e internacional”, expresó el presidente interino sobre las venideras elecciones. “Es una trampa y no vamos a caer”, añadió en una reiteración al llamado que hiciera a boicotear el evento.
En línea con lo expresado por Guaidó se manifestaron la mayoría de los indultados, quienes aclararon que además de no reconocer a Maduro como presidente del país, no existen condenas en su contra como para recibir un indulto.
“Hay que buscar acuerdos. ¿Por qué buscar una solución tiene que ser un cálculo político? Hay que parar este sufrimiento. Hay que entender la realidad social del país. No sólo la entiendo, la he visto con mis propios ojos (...) Tenemos que luchar por condiciones. En ese camino hubo acuerdos que se lograron. ¿Quién se puede oponer a que un preso político haya sido liberado?; ¿Quién puede oponerse a que Juan Requesens haya sido excarcelado y hoy esté en su casa? Nadie debe oponerse a eso”, indicó Capriles este miércoles en el marco de su anuncio.
En el transcurso de estas semanas el otro actor que ha estado en el foco de la polémica ha sido la Unión Europea (UE). Si bien el bloque señaló en más de una oportunidad que no hay condiciones para celebrar elecciones transparentes en Venezuela, el envío de una delegación diplomática a Caracas por parte de Josep Borrell, alto representante para la política exterior de la UE, generó malestar en la oposición y varios países que reclaman comicios libres y justos.
Este miércoles la Unión Europea volvió a pedir al régimen venezolano que aplace las elecciones legislativas del 6 de diciembre, avisando, a través de la misión diplomática desplegada en Caracas, de que no reconocerá las elecciones ni la Asamblea Nacional que salga de ese proceso al carecer de las condiciones democráticas mínimas.
Así lo transmitió la misión enviada por Borrell la semana pasada a Venezuela. Los diplomáticos europeos se vieron con el dirigente chavista Jorge Rodríguez, encargado de las negociaciones con el opositor Henrique Capriles, y le exigieron retrasar seis meses las elecciones para dar espacio a un proceso dialogado con la oposición que mejore las condiciones de los comicios, según informó un alto cargo de la UE.
La diplomacia comunitaria no estableció ningún ultimátum al Ejecutivo de Nicolás Maduro, pero espera tener una respuesta en los próximos diez o doce días, teniendo en cuenta que sería complicado por cuestiones técnicas posponer los comicios una vez que pase mediados de octubre.
No obstante, en Bruselas no albergan muchas esperanzas sobre la respuesta que pueda dar el régimen venezolano. “Todos luchan por la supervivencia, también el régimen. Creo que el escenario más probable es que la respuesta sea ‘no’. Esa es mi sensación. En caso de que no sea una respuesta negativa, tampoco será una positiva”, admitió el alto funcionario europeo.
En la capital comunitaria reconocen que si no prospera la iniciativa sería un “fracaso para todos”, incluida la iniciativa europea, pero principalmente para el Gobierno y oposición en Venezuela que serían las partes más afectadas. El alto cargo de la UE recuerda que la situación de Juan Guaidó quedaría en el alero, puesto que su mandato como presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado expiraría en enero.
Según la visión de la UE, el aplazamiento y el proceso de diálogo con la oposición deben ser el primer paso para que Venezuela salga de la prolongada crisis en la que está instalada, pero a esta iniciativa le debe seguir otro proceso de negociación más amplio en el que se discuta el futuro del país, en la línea con las conversaciones de Noruega y Barbados.
En el viaje, la misión enviada por Borrell constató que si el régimen de Maduro cede en las cinco exigencias de la oposición, el segmento opositor representado por Voluntad Popular, el partido de Guaidó y Leopoldo López, se presentaría a los comicios.
Días atrás, Maduro aseguró que es “imposible” posponer las elecciones parlamentarias, en respuesta a las recomendaciones planteadas por la Unión Europea. “La Unión Europea sugirió la posibilidad de postergar la fecha de las elecciones en Venezuela, pero es imposible porque es un mandato constitucional, la Constitución en su letra dice que el 5 de enero del año 2021 se tiene que instalar la nueva Asamblea Nacional”, dijo el dictador chavista durante una videoconferencia con candidatos oficialistas.
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