En medio de la presión internacional y la exigencia de elecciones libres y transparentes, este martes el dictador venezolano Nicolás Maduro reiteró que los comicios parlamentarios convocados por el chavismo para el próximo 6 de diciembre no se suspenderán.
“Llueve, truene o relampaguee vamos a ir a elecciones parlamentarias (...) Es imposible suspender las elecciones. Si alguna fecha es tajante, determinada y determinante por la Constitución, es la fecha del 5 de enero del año 2021 como obligación de instalar una nueva Asamblea Nacional”, señaló el líder chavista durante una jornada previa al regreso a clases, transmitida por cadena nacional.
Además, Maduro anunció que militarizará aún más los comicios, considerados “fraude” por gran parte de la oposición y la comunidad internacional. “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana va a proteger al votante desde la puerta de su casa hasta el centro de votación, y del centro de votación hasta su casa”, sostuvo el dictador, justificando esa decisión a los riesgos sanitarios por la pandemia de coronavirus.
“Es muy distinto que vaya la gente protegida a los centros de votación con todas las medidas de protección, es la cosa más segura que los venezolanos vayamos a hacer en lo que queda de año”, agregó.
Este supuesto “plan de bioseguridad” es interpretado como un movimiento intimidatorio por parte de la dictadura chavista para que los venezolanos acudan a las urnas, ya que el voto en el país es un derecho, no una obligación, y ordenar a militares a que “acompañen” a los ciudadanos podría reducir los altos niveles de abstención que probablemente tengan lugar en una elección marcada por la pandemia y la ausencia de la oposición.
Además, las últimas encuestadoras estiman que la abstención en los comicios, ante la no participación de gran parte del arco opositor, podría alcanzar el 70%. Ya en las elecciones presidenciales de 2018, que no fueron reconocidas por la oposición y gran parte de la comunidad internacional, se registró un récord de abstención, pese a los datos divulgados en ese entonces por el chavismo.
Con este anuncio, Maduro dejó clara su postura de no atender el reclamo de la Unión Europea (UE) de aplazar los comicios para que se garanticen las mínimas condiciones. El sábado pasado el bloque consideró que no hay suficiente tiempo para enviar una misión de observación electoral a Venezuela si las elecciones se mantienen para el próximo 6 de diciembre, ya que la preparación de este tipo de misiones requiere tiempo y el plazo actual es “demasiado corto”.
Una portavoz del bloque supranacional confirmó que han recibido una invitación del Gobierno venezolano para participar como observadores en las elecciones legislativas, así como “una lista de garantías adicionales para la transparencia del proceso electoral”. “Unas condiciones mínimas deben cumplirse para enviar una misión de observación electoral de la UE. Además, hay un tiempo largo de espera para preparar el envío de una misión completa. Ya no queda suficiente tiempo si las elecciones se mantienen para el 6 de diciembre”, recalcó la portavoz.
La UE ya había pedido a Venezuela una “respuesta precisa (...) a los requisitos mínimos que ha pedido la oposición” respecto a la celebración de las votaciones tras determinar a mediados de agosto que en aquel momento no se daban las condiciones para que enviar una misión de observación comunitaria al país.
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, le pidió este martes a la Unión Europea que fije los “mínimos” que considera necesarios para la celebración de las elecciones en Venezuela.
Sostuvo que “desde Europa deberían fijar cuáles son esos mínimos” para que haya comicios y “convertir este proceso en un proceso de solución y no que lo utilice la dictadura para estabilizar el desastre económico, la crisis de refugiados y la crisis de combustible actual”, cuando en el país con las mayores reservas de crudo hay “casi un 80 por ciento de escasez de combustible”.
Guaidó insistió en la importancia de la unidad en las filas opositoras en estos momentos para que se den las condiciones para la celebración de elecciones democráticas, destacando que el pacto firmado por 37 partidos y más de un centenar de organizaciones es unánime en el “rechazo al fraude” que busca cometer Maduro en las elecciones de diciembre.
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