La influencia de Irán y el grupo terrorista Hezbollah en América Latina es cada vez mayor. En gran parte, gracias a los nexos que mantienen desde hace años con la dictadura venezolana. Estados Unidos y la comunidad internacional vienen denunciando la amenaza que esta relación representa para la región. Vanessa Neumann, embajadora del gobierno interino de Juan Guaidó ante el Reino Unido, advirtió que el movimiento extremista libanés pretende tomar “el manejo del gobierno” bolivariano.
En el marco de un conversatorio virtual del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) legítimo y el Centro de Estudios Jurídicos y Democráticos ‘Juan Germán Roscio’, la funcionaria también alertó que Irán y Hezbollah están reclutando simpatizantes para continuar afianzando su presencia en suelo venezolano, y desde allí expandirse a otros países.
“Hay cosas que salen de la sección cultural de la embajada iraní; es algo que parece normal, buscan amigos, te impulsan a que estudies más sobre las maravillas del idioma farsi de Irán”, explicó Neumann, de acuerdo a lo consignado por Diarios Las Américas.
En este contexto, apuntó, terroristas de Hezbollah “se acercan” a jóvenes “para ver si tienen interés de lucha”. Algunos de ellos “han sido llevados a estudiar a Irán y a El Líbano”, para luego sumarse “al campo de batalla”.
La embajadora del gobierno interino de Guaidó denunció, por su parte, que uno de los principales objetivos del grupo terrorista libanés es tomar “manejo del gobierno” venezolano. Esto, reconoció, estaría generando “algunas preocupaciones” entre la cúpula chavista.
En esa línea, recordó que Tarek El Aissami, ministro de Petróleo del régimen de Maduro, “es el hombre que tiene los nexos directos con los grupos financistas de Hezbollah”. “Tarek es como un principito y su esposa una princesita; le tienen mucha confianza. El secretario general de Hezbollah declaró que si Tarek fuera el presidente de Venezuela, sería bueno para Hezbollah”.
En febrero de 2017, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó a El Aissami “como narcotraficante especialmente designado por desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”. El pasado 31 de julio de 2019, el Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) de los Estados Unidos lo incluyó en su lista de “más buscados”.
En marzo de este año, el Departamento de Justicia ofreció recompensas de hasta 10 millones de dólares por información relacionada con El Aissami, y otros altos dirigentes chavistas como Diosdado Cabello.
Neumann explicó que las células de Hezbollah que se encuentran en Venezuela no están en el país para llevar a cabo ataques terroristas, sino para “tomar el control, robar el poder del Estado y para hacer y deshacer”.
La amenaza de Hezbollah en América Latina y su presencia en Venezuela fue uno de los principales ejes de la Cumbre Hemisférica contra el Terrorismo que se desarrolló en enero de este año en Bogotá.
“El régimen de Irán, con su brazo armado Hezbollah, está en Venezuela y eso no es aceptable. El propósito principal de este esfuerzo es dar cooperación multilateral, cuyo objetivo es la actividad financiera de grupos financiados por Irán en la región”, manifestó en ese entonces el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
El mes pasado, el presidente de Colombia, Iván Duque, denunció que la dictadura de Maduro busca adquirir misiles de mediano y largo alcance de Irán. “Hay información de organismos de inteligencia internacional donde se muestra que hay un interés de la dictadura de Maduro de adquirir misiles de mediano y largo alcance a través de Irán. La información es que todavía no han llegado”.
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