Los vínculos entre el régimen cubano y el venezolanos, basados en acuerdos ideológicos pero también en una profunda dependencia económica y geo-estratégica, son hartos conocidos. Es por eso que sus acciones políticas suelen manejarse en un tándem desigual que ha sido descrito en reiteradas ocasiones como una relación parasitaria de Cuba hacia Venezuela, y el manejo del primer país sobre el segundo como si fuera una “Colonia”. A fin de cuentas, los movimientos de uno cuidan los intereses del otro.
Esta premisa se vio ilustrada este miércoles cuando el Granma, el periódico oficial del Partido Comunista cubano -es decir, del régimen castrista- publicó un extenso editoral en el que analiza el actual escenario político venezolano, marcado por los “indultos” que el régimen de Nicolás Maduro acaba de otorgar a más de un centenar de opositores.
En concreto, la publicación castrista pone el foco sobre Henrique Capriles, dirigente del opositor Primero Justicia y ex gobernador de Miranda. Lo describe como un “articulador” y asegura que tiene chances de afianzarse como líder de la oposición.
La publicación tiene lugar cuando cuando Capriles se ha desmarcado del resto de la oposición venezolana, manifestando su voluntad de participar en las elecciones legislativas convocadas por el chavismo para el próximo 6 de diciembre, y que el resto de los partidos y actores políticos han rechazado ante la falta de garantías.
“No vamos a dejar a la gente sin opción. Este país no va a tener sólo alacranes o Maduro. Nosotros vamos a abrir camino, vamos a apoyar mujeres y hombres que quieran abrir camino”, señaló al respecto el dirigente de Primero Justicia el miércoles durante una conferencia brindada en sus redes sociales.
La primer ficha del dominó de sucesos políticos cayó el lunes, cuando la dictadura otorgó “indultos” a 110 diputados y dirigentes opositores que se encontraban presos o en el exilio. El mismo Maduro concedió el martes que la decisión respondía a una voluntad de lograr que sus detractores participaran en los comicios.
El Granma se hizo eco de los hechos. Y aseguró que “toman lugar mediante Capriles intentando afianzarse como líder de una oposición cautiva y paralizada”.
“En la disputa interna del antichavismo, es Capriles quien tiene más probabilidades de afianzarse. Sabemos desde mayo que viene trabajando en eso. Es quien lidia la furia de los opositores furibundos, está asumiendo los costos, persiguiendo un objetivo mayor”, añade la publicación, que busca presentar un escenario en el que la participación de Capriles en los comicios equivaldría al de toda la oposición.
Con todo, agrega: “Capriles no es ingenuo, ni actúa solo. Cuenta tras bastidores con el apoyo de otros antichavistas que no quieren colocarse como dialogantes en la escena abierta, pues son factores que entienden el costo político de ello, pero que entienden también el impredecible resultado de mantenerse fuera del ruedo electoral”.
Numerosos líderes políticos venezolanos, entre ellos varios que estuvieron encarcelados por la dictadura, manifestaron rápidamente se rechazo a participar en las elecciones. Al respecto, el presidente interino Juan Guaido aseveró: “Ha pasado antes: los liberan para tratar de legitimar las maniobras del momento. Y, esta vez, quieren legitimar una farsa. Una farsa que está derrotada a nivel legal, político, popular e internacional”. “Es una trampa y no vamos a caer”, añadió en una reiteración al llamado que hiciera a boicotear el evento. Los líderes opositores no se han manifestado aún sobre el anuncio de Capriles de participar en los comicios.
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