Un buque de bandera iraní partió la semana pasada desde Venezuela cargado de minerales esenciales para el programa de misiles de Teherán, tras haber desembarcado antes alimentos en el país sudamericano, según informó este jueves la agencia Reuters en base a tres fuentes vinculadas a la transacción.
Se trata de un signo más del creciente acercamiento entre los regímenes de Irán y Venezuela, ambos sancionados por Estados Unidos.
El buque Golsan, con una capacidad de 22.882 toneladas, arribó a Venezuela en junio cargado de alimentos para abastecer a la cadena de supermercados iraní que abrió recientemente en el país, aquejado por una crisis socioeconómica y política sin precedentes y por la falta de todo tipo de productos.
Tras entregar la comida, el buque fue cargado con óxido de aluminio (conocido como alúmina) procedente de minas venezolanas. Este mineral que se extrae de la bauxita se suele utilizar como materia prima para fabricar aluminio, aunque puede servir como aislante térmico y eléctrico y el explosivo termita, entre otras aplicaciones.
Más específicamente, el aluminio resultante del procesamiento de la alúmina es un elemento muy buscado por Teherán como insumo para su programa de misiles balísticos (utilizado como polvo en el combustible), controlado por la Guardia Republicana, de acuerdo a un reporte de Reuters. Es por esta razón que el sector minero iraní, así como también las empresas metalúrgicas persas, han sido sancionadas por Estados Unidos por su conexión con los militares.
La operación comercial entre Caracas y Teherán cobra aún más importancia luego de que el presidente de Colombia, Iván Duque, revelara las intenciones del chavista Nicolás Maduro de comprar misiles balísticos a Irán. “No es mala idea”, expresó el dictador venezolano poco después.
El Golsan partió del puerto de La Guaira el 19 de agosto y se encuentra ahora navegando en el Océano Atlántico con destino este, aunque no ha informado su puerto de destino, de acuerdo a información del sistema de monitoreo Refinitiv Eikon y MarineTraffic.
La televisión estatal del régimen chavista aseguró recientemente que el carguero estaba llevando frutas (”mangos y piñas”) a Irán, e incluso mostró videos de la carga de estos commodities realizada por el Golsan en La Guaira.
Pero la información recabada por Refinitiv Eikon muestra que la nave hizo antes una parada en el puerto privado de la empresa estatal venezolana CVG Bauxilum, donde cargó cerca de 14.000 toneladas de alúmina.
Actualmente Venezuela casi no tiene uso para la alúmina, ya que su industria del aluminio está trabajando muy por debajo de sus capacidades y lleva seis años de caída sostenida en la producción.
Sin embargo, los productos obtenidos en la región del Arco Minero del Orionoco, principalmente el oro, se han convertido en última expectativa de salvación ante la debacle económica, política y social que tiene lugar bajo la dictadura,
La intensa ruta marítima entre Venezuela e Irán
El Golsan pertenece a la empresa iraní Mosakhar Darya Shipping Co y está administrado por la compañía Rahbaran Omid Darya. Ambas tienen su base en Teherán y están sancionadas por Estados Unidos desde el 2018, cuando el presidente Donald Trump ordenó reimponer las sanciones económicas sobre decenas bancos y navieras persas, entre otras entidades, que se habían levantado en 2015 con el acuerdo nuclear.
Venezuela e Irán, ambos países petroleros miembros de la OPEP, ambos sancionados por Estados Unidos y parte de la comunidad internacional por violaciones de Derechos Humanos, se han acercado mucho en los últimos meses y en materia comercial para intentar paliar los efectos de estas medidas sobre sus economías.
En abril Irán envió cinco buques petroleros a Venezuela para enfrentar la escasez de gasolina en el país sudamericano, a pesar de que posee una de las reservas de petróleo más grandes del mundo. También se envío por aire material para la construcción de refinerías.
En junio, en cambio, el régimen persa comenzó a enviar alimentos a Caracas para la apertura del supermercado Megasis, en un intento de paliar la falta de comida.
Hasta el momento no estaba claro cómo la dictadura venezolana de Maduro había pagado por estos bienes, aunque funcionarios estadounidenses señalaron que Irán se habría llevado oro de las reservas de Venezuela a cambio.
El cargamento de alúmina a bordo del Golsan parece demostrar que el régimen chavista está utilizando también otros productos mineros, además del oro, para pagar la ayuda iraní y de otros países.
El acercamiento comercial entre ambos regímenes está siendo resistido, sin embargo, por Estados Unidos. En agosto Washington incluso incautó cargamentos de petróleo en cuatro buques iraníes que navegaban hacia Venezuela, e impuso luego sanciones a una empresa china por asistir a la aerolínea persa Mahan Air, responsable de parte de los envíos.
Con información de Reuters - Maria Ramirez, Luc Cohen
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