Darío Vivas, jefe de Gobierno de Caracas y vicepresidente de Movilización del régimen de Nicolás Maduro, murió este jueves de coronavirus. Así lo confirmó el fiscal general de la dictadura, Tarek William Saab.
“Condolencias. Con profundo pesar recibimos la lamentable noticia del fallecimiento del buen amigo Darío Vivas: revolucionario a carta cabal con quien compartimos, desde los años 80 en las calles de Caracas, valientes luchas en defensa del pueblo y la patria”, expresa el mensaje del funcionario, publicado en su cuenta de Twitter.
Vivas, que tenía 70 años, informó el pasado 19 de julio que había contraído el virus SARS-COV-2, que causa la enfermedad del COVID-19 y, por tanto, se aisló en un centro médico. También anunció que se encomendaba al doctor José Gregorio Hernández, considerado un santo entre los venezolanos y cuya beatificación fue aprobada recientemente por el papa Francisco, pero todavía no se ha llevado a cabo.
El cargo que desempeñaba Vivas como jefe de Gobierno es paralelo al de la alcaldesa de la capital y es designado de manera directa por Nicolás Maduro. El régimen creó ese cargo años atrás para quitarle poder al entonces alcalde legítimo de la ciudad, el opositor Antonio Ledezma. Al verse derrotado en las urnas, el chavismo instaló una administración paralela.
Como jefe de Gobierno, Vivas debía ejercer la administración de los órganos y funcionarios de la administración de Caracas, así como la dirección, coordinación y control de los organismos de Gobierno.
Vivas era, además, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, un organismo compuesto únicamente por chavistas y no reconocido por parte de la comunidad internacional, razón por la que ha sido sancionado por EEUU y Canadá.
Maduro también le había encargado a Vivas, en su calidad de líder del PSUV, que organice brigadas médicas compuestas por sus copartidarios para localizar a enfermos de COVID-19 y no por médicos del Ministerio de Salud.
Los venezolanos lo recuerdan por haber sido el presentador de los actos de campaña de Hugo Chávez para los comicios de 2012, cuando el fallecido presidente ganó su cuarto mandato, solo meses antes de morir por un cáncer.
Venezuela, con 30 millones de habitantes, alcanzó el miércoles los 29.088 contagios y 247 decesos, superando por segundo día consecutivo los 1.000 casos diarios confirmados, indicó la vicepresidente del régimen Delcy Rodríguez en mensajes divulgados en Twitter.
Las cifras ofrecidas por el régimen son cuestionadas por la oposición venezolana y organizaciones como Human Rights Watch, al considerar que existe un subregistro que oculta la verdadera situación de la pandemia en la otrora potencia petrolera.
El pasado 9 de julio, Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, fue el primero de varios dirigentes oficialistas que informó haber contraído el virus. Le siguieron el ministro de Petróleo, Tareck el Aissami y el gobernador del estado petrolero de Zulia (oeste), Omar Prieto, entre otros.
En Venezuela, golpeada por seis años consecutivos de recesión y la inflación más alta del mundo, se decretó un “estado de alarma” desde mediados de marzo que da sustento legal a la cuarentena, cuyo cumplimiento implica la restricción de actividades económicas.
(Con información de AFP y EFE)
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