Estados Unidos incautó cuatro buques que llevaban petróleo de Irán a Venezuela

Los hechos tuvieron lugar durante los últimos días en alta mar. Las naves se encuentran de camino a la ciudad de Houston

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Foto: REUTERS/Alexandra Ulmer
Foto: REUTERS/Alexandra Ulmer

Estados Unidos incautó cuatro buques petroleros que llevaban gasolina desde Irán a Venezuela, informó este jueves el medio norteamericano The Wall Street Journal. Los hechos tuvieron lugar durante los últimos días en alta mar, y no hubo uso de fuerza militar. Ahora, los buques se encuentran de camino a la ciudad de Houston, en el estado de Texas.

Las incautaciones se dan en el marco de la campaña de presión de la administración de Donald Trump hacia ambos regímenes, y es consecuencia de un pedido de fiscales federales a este respecto a principios de julio.

Zia Faruqui, fiscal federal para el Distrito de Columbia, alegó en su demanda que un empresario iraní afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica organizó las entregas de combustible a través de una red de compañías fantasma para evitar la detección y evadir las sanciones de Estados Unidos.

La Guardia Revolucionaria islámica ha sido dsignada como organización terrorista por Estados Unidos. Los funcionarios indicaron que, en consecuencia, el objetivo de la medida es no solo evitar la entrega de combustible al país caribeño sino también privar a Teherán de esos ingresos, a la vez que disuadir futuros envíos.

Las ganancias de las ventas de petróleo “apoyan la gama completa de actividades nefastas de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluida la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de entrega, apoyo al terrorismo y una variedad de abusos contra los derechos humanos, en el país y en el extranjero”, afirmó Faruqui.

Ante una aguda escasez de combustible en Venezuela, el régimen de Maduro recurrió a Irán, uno de sus únicos aliados a nivel global. En junio, la teocracia islámica envió cinco petroleros al país.

Trabajadores con banderas de Irán
Trabajadores con banderas de Irán y Venezuela durante el arribo de un barco de transporte de combustible iraní al puerto de Cardón, Venezuela, 26 de mayo de 2020. Imagen provista por el ministerio del Petróleo de Venezuela.

Tres de ellos efectivamente llegaron y descargaron la mercadería, pero otros dos desistieron para evitar exponerse a las sanciones. Los dos petroleros de propiedad griega no habrían podido conseguir un seguro y acceso a la banca internacional si hubieran seguido adelante. Los nombers de esos dos buques son Bella y Bering, que están entre los cuatro que fueron incautados en los últimos días.

Dada la imposibilidad de renovar el suministro de combustible, el régimen venezolano ha vuelto a racionar la poca cantidad que resta disponible. En los últimos días volvió a cerrar estaciones de servicio en todo el país. Además de no poder importar, dos de las más grandes refinerías del país han sufrido graves averías en las ultimas semanas.

De esta manera, Venezuela regresa a la misma situación que tenía en marzo, cuando los residentes de Caracas, generalmente los últimos en sentir la escasez de combustible, hacían fila durante días o pagaban hasta USD 4 por litro para llenar sus tanques en el mercado negro cuando el salario mínimo, que percibe buena parte de la población venezolana y está ubicado en 400.000 bolívares, equivale a USD 1,33 mensuales.

Unas 950 de las 1.570 estaciones de servicio han estado cerradas o funcionan en un horario muy limitado, según reportó la agencia Bloomberg en base a la información de una persona con conocimiento de la situación, que pidió no ser identificada porque la información no es pública.

El transporte público ha casi desaparecido y los trabajadores caminan incluso docenas de kilómetros para llegar a sus empleos. La situación también presenta una crisis logística, ya que 90 por ciento de los productos comerciales dependen del transporte por carretera para la distribución por el país.

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