El dictador venezolano Nicolás Maduro celebró este lunes la “inobjetable victoria” de Alexander Lukashenko en las elecciones presidenciales en Bielorrusia, pese a las numerosas denuncias de irregularidades manifestadas por miembros de la comunidad internacional.
En un comunicado de prensa, la cancillería del régimen indicó que “felicita al presidente reelecto, Alexander Lukashenko, por la inobjetable victoria alcanzada en la primera vuelta de las elecciones presidenciales” que tuvieron lugar el pasado domingo.
Según los cuestionados resultados oficiales, Lukashenko, quien gobierna desde hace 26 años, sumó 80,23 por ciento de los votos para obtener su sexto mandato, frente al 9,9 por ciento de la opositora Svetlana Tijanóvskaya. Con el resultado, se adjudicó un sexto mandato consecutivo.
Millares de bielorrusos salieron a las calles el domingo tras la publicación de un sondeo oficial que daba ganador al presidente, mientras Tikhanovskaya rechazó los resultados y pidió que ceda el poder.
La ONG de defensa de derechos humanos Viasna denunció que la represión de las manifestaciones en Minsk dejaron muerto y decenas de heridos. Además, las fuerzas de Lukashenko arrestaron a más de 3.000 personas.
Sin hacer referencia a la condena internacional ni la represión policial, el comunicado del régimen aseguró que el resultado de los comicios reflejó “un triunfo claro que expresa la lealtad del pueblo belaruso con su soberanía nacional”.
Maduro, concluyó el texto, aspira a “profundizar aún más las excelentes relaciones” con Bielorrusia y “fortalecer la cooperación estratégica bilateral”.
En paralelo a la felicitación del régimen continuaron acumulándose las críticas de distintas otras naciones, tanto respecto del proceso electoral como la violencia institucional que tuvo lugar en las calles del país. Entre ellas se destacan las de Alemania, Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos.
El gobierno de Alemania consideró este lunes que las elecciones presidenciales en Bielorrusia han sufrido de “irregularidades sistemáticas” y no han cumplido los “estándares democráticos mínimos”.
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, aseguró en una rueda de prensa que es “lamentable” que el Gobierno bielorruso no haya permitido trabajar a los observadores electorales de la OSCE y haya empleado la “violencia” contra “manifestantes pacíficos”. También condenó la detención de periodistas y el bloqueo de internet.
El gobierno francés, por su parte, pidió “la mayor de las restricciones”, en referencia a la represión policial. “Observamos con preocupación la violencia contra los ciudadanos de Bielorrusia quienes se manifestaron luego del cierre de los centros de votación”, expresó el ejecutivo de Emmanuel Macron a través de un comunicado de su ministerio de Relaciones Exteriores.
El Reino Unido, en tanto, llamó al gobierno de Bielorrusia a “evitar nuevos actos de violencia que siguieron a unas elecciones profundamente viciadas”.
Y el gobierno de Estados Unidos manifestó su “profunda preocupación” por los hechos que han tenido lugar en la pequeña nación de Europa del Este, e instó a las autoridades a permitir las manifestaciones.
“La intimidación de los candidatos de la oposición y la detención de manifestantes pacíficos” fueron algunos de los numerosos factores que “empañaron el proceso”, dijo la secretaria de prensa del presidente Donald Trump, Kayleigh McEnany.
“Instamos al gobierno bielorruso a respetar el derecho a reunirse pacíficamente y abstenerse del uso de la fuerza”, agregó la funcionaria en una rueda de prensa el lunes.
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