El embajador de Cabo Verde ante la ONU, Fernando Wahnon, se refirió a la decisión de la Justicia de su país de extraditar a Alex Saab, testaferro de Nicolás Maduro, a los Estados Unidos.
En declaraciones a medios locales, recogidas por el periódico colombiano El Tiempo, sostuvo que está convencido de que la decisión de detener y extraditar a Saab no debería ser una razón para dañar las relaciones de Cabo Verde con ningún estado.
Igualmente dijo que entiende el malestar del régimen chavista pero enfatizó en que su nación hizo lo correcto dado que actuó como se debería esperar de un país que respeta el derecho y las normas internacionales.
Sostuvo que Cabo Verde actuó de conformidad con una orden de Interpol y una solicitud de extradición hecha por Estados Unidos.
Luego subrayó que el caso siguió los procedimientos normales en las instancias judiciales y agregó que no ve razones para hablar de represalias y cortar las relaciones con otras naciones.
Saab fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla norteña de Sal (el más importante de este país insular de África occidental.
La ayuda de Baltasar Garzón para evitar la extradición
Para evitar la extradición, el empresario ha contratado a un amplio equipo de abogados que incluye a reconocidos especialistas internacionales, como el ex juez español Baltasar Garzón.
El nombre de Saab apareció en la prensa cuando la ex fiscal venezolana Luisa Ortega lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro.
Saab, nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla -donde inició su carrera vendiendo llaveros de promoción empresarial- y de origen libanés, guarda relación con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar con sobreprecios al régimen de Maduro alimentos y víveres para los gubernamentales Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Un funcionario del Gobierno estadounidense indicó en julio de 2019 que con los CLAP, que se entregan a los más pobres, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron, al parecer, con “cientos de millones de dólares”.
Washington también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.
Según EEUU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.
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