Desde hace por lo menos 10 años el General de División del Ejército venezolano Ernesto Brandt Torrellas preparó un sobre con su última voluntad, una vez que se produjera su muerte. El 3 de agosto falleció a la edad de 95 años, luego de estar durante por lo menos siete atravesando por una enfermedad.
Sus familiares quisieron darles fiel cumplimiento a sus últimos deseos, tal y como él lo organizó. Entre esos arreglos que hizo el alto oficial encontraron una pequeña misiva de su puño y letra en la que escribió: “Repito que renuncio a los honores militares que, por reglamento, me corresponden. A menos que, para la fecha de mi muerte, el Ejército haya recuperado su dignidad, cosa que dudo”.
Impresiona el corto pero contundente mensaje. Al decir “repito” deja claro que esa decisión no tiene discusión alguna. Su expreso deseo de no recibir honores post mortem denota un acto de no considerar que hay honor en la Fuerza Armada. Y solo deja la débil posibilidad que esa decisión solo sería posible no cumplirla si el Ejército al que perteneció recupera la dignidad. Sobran las palabras.
El mensaje se hizo viral en grupos de militares e incluso muchos civiles. Algunos oficiales catalogaron al general Ernesto Brandt Torrellas como “honroso soldado de nuestro glorioso y extinto Ejército”.
El fallecido oficial fue Comandante General del Ejército. “Falleció de muerte natural”, reveló en redes sociales su yerno, también oficial del Ejército.
Un ex comandante del Ejército expresó que “es una muerte muy sentida en el antiguo Ejército Venezolano, Forjador de Libertades”.
El general del Ejército retirado Gonzalo García Ordoñez consideró que Brandt Torrellas fue “un señor General digno, útil a la patria”. Lo describe como “un extraordinario General y oficial en todos los Grados. Comandó en todos los grados, pero al mismo tiempo fue profesor y oficial de planta de la Escuela Militar”.
García Ordóñez rememora que “cuando me gradué él era mi Comandante de División. El primer 24 de diciembre yo estaba de guardia en lo que fue mi primer destino, La Tuquerena, una compañía aislada en Rubio del estado Táchira. Eran las tres de la tarde aproximadamente cuando llegó un carro sin escolta, era el General Brandt Torrellas. Llegó para saludarnos y me pidió adelantar la cena, quería comer con la tropa”.
“Como Comandante General del Ejército impulsó la modernización y profesionalización del Ejército con el Plan Carabobo. Durante su gestión como CGE envió oficiales a prepararse en lo militar y carreras universitarias a más de 30 países en el mundo”.
“Ejerció el mando mediante el ejemplo y dedicación a tiempo completo. Dedicado a su familia, hombre honesto”.
“Como General Comandante de la Guarnición del estado Táchira sofocó, sin daños mayores, el alzamiento de la Cárcel Modelo que estaba ubicada dentro de la ciudad de San Cristóbal”, destacó finalmente García Ordóñez.
Ese episodio de la Modelo, que ocurrió el 17 de agosto de 1974, está reseñado: “Motín en la Cárcel Nacional de La Concordia. El general Ernesto Brandt Torrellas, jefe del Comando de la División destacado en el Táchira, asume la autoridad ante los graves hechos. Se organiza una operación que busca acabar con el amotinamiento a como dé lugar”, se lee en un tuit sobre Historia del Táchira.
El adiós de sus pupilos
En un mensaje de militares compartido en redes sociales, uno de quienes conocieron al general Brandt Torrelles dijo que “es probable que ese nombre hoy día diga poco a muchos. Venimos de un Ejército que hizo muchas cosas buenas, pero entre las malas que tenía estaba la mezquindad y el olvido”.
“Ernesto Brandt Torrellas perteneció a un Ejército, que recién salido de octubre de 1945, se proclamaba a sí mismo como producto de una revolución. Su promoción, la Anzoátegui, de 1948 fue la primera en entrar en la vorágine que significó el paso a la modernidad de las Fuerzas Armadas, el combate victorioso a la subversión castro comunista, la defensa territorial ante Colombia y Guayana y la modernización del Ejército”.
“De cadetes se proclamaron revolucionarios y como profesionales construyeron las bases de la Institución que conocimos. El General de División Ernesto Brandt Torrellas fue el comandante del Ejército de esa generación, fue el que puso en práctica el Plan Carabobo y el que apoyó a los batallones de Cazadores en la segunda etapa de la contra subversión, el caballero que hablaba con cadetes y subtenientes, el hombre bueno y justo, el que se preocupó por mejorar la calidad de la Educación en la Fuerza”.
“Después, el olvido, ese olvido que no permite construir una Historia y por falta de ella los acontecimientos se repiten y repiten como noria organizacional. Hoy, mi General Brandt entregó su alma al Creador, como buen infante, se colocó su mochila y emprendió el último viaje, de seguro con esa media sonrisa característica y con la mirada en el horizonte, en el objetivo a conquistar la eternidad”.
“En nombre de mi generación, los subtenientes que él vio graduar y que visitaba en los campamentos antiguerrilleros en plena montaña, le expresamos a su distinguida familia, en especial a su yerno, el coronel Pedro A. Leal Ramírez, a sus compañeros sobrevivientes de la Promoción GD José Antonio Anzoátegui 1948 y a sus innumerables amigos, mis más expresivas palabras de condolencia y que el Supremo hacedor le abra la Puerta del Valhalla de los Guerreros”.
“Su última voluntad es una lección moral para la oficialidad”, manifestó un conmovido militar.
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