La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González Laya, advirtió este lunes al régimen de Nicolás Maduro que las elecciones parlamentarias anunciadas para el próximo mes de diciembre en Venezuela deberán dar garantías democráticas y ser “limpias” para que sus resultados sean reconocidos por el bloque supranacional.
La jefa de la diplomacia española realizó la declaración al término de una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas durante la que han abordado brevemente la situación en Venezuela y los últimos incidentes que han tensado las relaciones, tras la expulsión -luego retrotraída- de Caracas de la embajadora de la UE en el país en represalia por las últimas sanciones europeas contra altos cargos de Maduro.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, dijo también al término de la reunión que propuso una reunión entre el Grupo de Contacto Internacional y otros actores clave -en alusión al Grupo de Lima- para “analizar” el modo en que se van a desarrollas las elecciones parlamentarias y también para enviar un “mensaje firme” al régimen de Maduro sobre sus últimas decisiones.
González Laya, por su parte, expresó que la importancia que reviste para España que las elecciones sean “democráticas, legítimas y limpias”, para que la UE pueda reconocer este resultado”.
Aunque la cuestión no fue sido debatida en profundidad durante la reunión, distintas fuentes indicaron que, según la ministra española, el bloque vería con “preocupación” los comicios si no se celebraran de acuerdo al funcionamiento democrático.
“Hemos expresado la necesidad de asegurarnos de que estas elecciones respeten las reglas de juego democrático para que sean reconocidas por la UE”, remarcó. E indicó que existe una posible “ventana de diálogo” con Caracas, la cual no ha sido cerrada del todo como consecuencia de la marcha atrás del régimen en su ultimátum a la representante de la UE en el país.
La medida provocó un fuerte rechazo internacional, lo que llevó al régimen a rever la decisión horas después. Finalmente, la dictadura chavista dio marcha atrás al anular la expulsión de la embajadora Isabel Brilhante.
“La República Bolivariana de Venezuela y el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea informan en comunicado conjunto su decisión de mantener el marco de las relaciones diplomáticas, la cooperación y el diálogo político”, expresó en su cuenta de Twitter el canciller venezolano del régimen, Jorge Arreaza, a la hora de anunciar la marcha atrás.
Las elecciones parlamentarias en Venezuela, previstas para el 6 de diciembre, están marcadas por la condena internacional. Esto así luego de que el régimen de Maduro se arogara para sí la potestad de nombrar las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuando constitucionalmente esta pertenece a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
Los nuevos miembros del organismo están estrechamente vinculados al régimen, lo que ha llevado a la oposición y el gobierno interino de Juan Guaidó a anunciar su reticencia a participar de ellas, considerando la falta de transparencia por los que los comicios estarían marcados.
Sustentaron estas nociones la decisión por parte del CNE de quitar a los líderes de tres de los cuatro principales partidos de la oposición -Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular- su control formal, para entregárselo a aliados del régimen.
Las acciones generaron un firme rechazo nacional e internacional, así como las presentes advertencias acerca de los cambios que deben realizarse para que los comicios puedan llegar a ser considerados por actores que no sean aliados de la dictadura.
Con información de Europa Press
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