Un juez de Estados Unidos emitió este jueves una orden para incautar nuevos envíos de gasolina por parte del régimen iraní hacia Venezuela. En concreto, el juez del distrito de Columbia, James Boasberg, aprobó una petición de cuatro fiscales, que aseguran que los beneficios de la transacción por el lado iraní benefician a la Guardia Revolucionaria de la teocracia islámica, la cual ha sido designada como organización terrorista por Estados Unidos.
La demanda afecta a los buques Bella, Bering, Pandi y Luna, que actualmente llevan aproximadamente 1,1 millones de barriles de gasolina a Venezuela.
Citando a una “fuente confidencial”, la demanda judicial señala que Mahmoud Madanipur, con vínculos con la Guardia Revolucionaria, organizó los envíos de gasolina a Venezuela, utilizando compañías offshore y transferencias barco a barco para evitar las sanciones estadounidenses contra Irán.
“Las ganancias de las ventas de petróleo respaldan toda la gama de actividades nefastas de la Guardia Revolucionaria, como la proliferación de armas de destrucción masiva y sus formas de entrega, el apoyo al terrorismo y varios abusos contra los derechos humanos, en el país y en el extranjero”, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
La orden de incautación, emitida por el juez federal James Boasberg, dispone que toda la gasolina iraní sea llevada bajo jurisdicción exclusiva de la corte federal para el Distrito de Columbia. No obstante, no especifica cómo prevé el gobierno estadounidense confiscar las cargas.
La medida se suma a otras impuestas por el gobierno de Estados Unidos a Caracas y Teherán, en el marco de los recientes envíos de gasolina que han tenido lugar.
Entre mayo y junio, buques con 1,5 millones de barriles de gasolina e insumos de Irán llegaron a Venezuela, que atraviesa una aguda escasez de petróleo pese a tener las reservas de petróleo conocidas más grandes del mundo.
De hecho, el presidente interino del país caribeño, Juan Guaidó, puntualizó que la gasolina enviada desde el país persa apenas “representa un día de producción o de procesamiento de barriles de combustible en Venezuela”. “Venezuela tiene la capacidad instalada de procesar 1,3 millones de barriles día de crudo”, aseguró, e indicó que los barriles que arribaron alcanzan para surtir “entre 10 y 20 días”.
Si bien algunos buques lograron llegar a puerto, otros dos desistieron para no imponerse a las sanciones de Washington. Ellos eran los buques Bella y Bering, de banderas liberiana y griega, respectivamente, que nuevamente han puesto rumbo hacia el país caribeño.
El viernes pasado, los capitanes de los petroleros que sí hicieron las entregas fueron sancionados por Estados Unidos. En concreto, fueron incluidos en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su acrónimo en inglés), con lo cual todos sus activos bajo jurisdicción estadounidense quedaron bloqueados.
“Los marineros que están considerando trabajar con Irán y Venezuela deberían entender que ayudar a estos regímenes opresivos simplemente no vale la pena el riesgo”, dijo al respecto en un comunicado el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Por su parte, Guaidó aseguró que el envío de combustible desde Irán a Venezuela ha sido utilizado como un “elemento de propaganda” y que la carga ha sido pagada con oro extraído ilegalmente del sur de su país.
Irán ha anunciado su intención de continuar haciendo envíos petroleros a Venezuela pese a las medidas de Estados Unidos. Además, el ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que, de tener lugar nuevos bloqueos, el país se “reserva el derecho a adoptar “las medidas apropiadas y necesarias”.
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