Numerosas manifestaciones se siguen registrando en toda Venezuela para denunciar la falta de comida, o las fallas en el suministro de electricidad, agua potable, internet o gasolina en medio de un estado de alarma decretado por la dictadura chavista que obliga a los ciudadanos a estar confinados en sus hogares para evitar la propagación del coronavirus.
Este lunes protestas se registraron en el municipio Sucre, en el estado Miranda, donde decenas de habitantes de la Urbanización Mirávila protestaron contra la falta de suministro de agua que dura desde hace 57 días.
Más de 2.200 familias, incluyendo niños, personas mayores y personas con discapacidad están siendo afectadas. El problema es agravado por el coronavirus, ya que la falta de agua impide cumplir con las recomendaciones de higiene que evitan la propagación de la COVID-19.
Los vecinos de Sucre denunciaron que después de 57 días aún no han obtenido una respuesta clara por parte de las autoridades con respecto a la reanudación del suministro.
El de la Urbanización Mirávila no es un caso aislado. Varias organizaciones no gubernamentales y dirigentes de la oposición venezolana han informado de la proliferación de pequeñas manifestaciones en otros estados como Aragua (norte) y Mérida (oeste) en la que los ciudadanos reclaman al régimen de Nicolás Maduro por varios problemas.
Caracas, la capital del país, había sido la menos afectada, pero incluso ya se empieza a sentir la imposibilidad de mantenerla abastecida. Los pueblos del interior, por el contrario, padecen por lo menos seis y hasta 20 horas sin electricidad. El agua hace uno o dos meses que no llega a varias poblaciones. Igual sucede con el gas doméstico y con el suministro de combustible. De hecho, las manifestaciones comenzaron en abril, tras una protesta de pescadores en la localidad de Araya, en el estado Sucre, debido principalmente a la falta de gasolina, un problema que aqueja a toda la geografía del país con las mayores reservas probadas de petróleo.
Ante las protestas por fallas en los servicios públicos, ciudadanos y opositores denuncian que el régimen de Nicolás Maduro usa a la Fuerza Armada para amedrentar a la población.
El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, ha sido el principal difusor de estos reclamos a través de las redes sociales, en las que ha advertido que en medio de la pandemia se ha “agravado la crisis por el hambre y el desespero” entre los ciudadanos.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó 580 protestas en marzo e incluye entre las principales razones la falta de agua.
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