La noche del 19 de mayo hubo un sonoro cacerolazo en las más populosas barriadas del oeste de Barquisimeto, en protesta por las graves fallas en los servicios públicos, agua, luz, gas doméstico, además del problema para surtirse de combustible. Al día siguiente en la mañana se vio en las calles de la ciudad de los crepúsculos, como se le conoce a la capital del estado Lara, un intenso patrullaje militar, que no evitó que horas después hubiese numerosas protestas.
En el video anexo, tomado a la altura de la Avenida Florencio Jiménez de Barquisimeto se observa parte de la movilización militar. Pero no es el único lugar del país donde la presencia de militares, patrullaje, alcabalas o puntos de control ejercen un poder disuasivo, pero también de amedrentamiento contra la población civil atropellada por gravísimos problemas de suministros en los servicios públicos.
Caracas, la capital del país, había sido la menos afectada, pero incluso ya se empieza a sentir la imposibilidad de mantenerla abastecida. Los pueblos del interior, por el contrario, padecen por lo menos seis y hasta 20 horas sin electricidad. El agua hace uno o dos meses que no llega a varias poblaciones. Igual sucede con el gas doméstico y con el suministro de combustible.
Barquisimeto, la capital del estado Lara, a unas cinco horas de Caracas, es una ciudad importante en la que convergen varias de las carreteras que conducen desde Falcón, Zulia, Los Andes, Los Llanos y el centro del país. Hace unos días la población, de diversos sectores medios y bajos de la ciudad, protestaron e incluso hubo algunos actos de violencia.
Al día siguiente, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) se llevan a Pedro Zambrano, Aarón Atacho, Naudy Atacho, Fabricio Ojeda y Giovanny Meza, residentes de la urbanización Sucre de Barquisimeto, estado de Lara. El diputado larense Ángel Torres publicó que los cinco jóvenes fueron sacados de sus casas “en allanamientos ilegales” y que “exigir agua, gas y energía eléctrica no es delito”.
La media noche del 20 de mayo Torres dijo que en ese momento habitantes de la urbanización Sucre de Barquisimeto “están protestando, a pesar de las represalias del régimen, que desde tempranas horas realiza su grupo de extermino FAES”. El parlamentario destacó que “el juez del Tribunal de Control 9 de Lara, Antonio Giménez, que privó de libertad a las cinco personas por las protestas de la urbanización Sucre, les asignó como centro de reclusión el comando de FAES en Barquisimeto, el mismo cuerpo que la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, calificó como violador de derechos humanos y solicitó su desintegración”.
A los cinco detenidos les imputaron los delitos: detentación de objetos incendiarios, obstaculización de vía pública y asociación para delinquir. Frank Urquiola fue liberado porque padece de episodios convulsivos.
Principales protestas
El Movimiento Vinotinto, que dirige el abogado Manuel Virgüez, denuncia que con ellos van 23 larenses, de la Urbanización Sucre, con privativa de libertad en el marco de las protestas del 20 de mayo por los graves problemas en los servicios públicos.
Además, destacan que en la primera quincena de mayo se registraron 44 protestas por servicios públicos en el estado Barinas, 8 protestas en Portuguesa, 10 en el estado Cojedes, 6 en Guárico y 5 en Apure. En el caso de Portuguesa según el Movimiento Vinotinto, el 10 de mayo en Guanare los habitantes de las comunidades de Mesa Covas y La Colonia se enfrentaron por el suministro de agua potable, que terminó en hechos de violencia.
Durante los primeros 15 días de mayo se registraron 21 protestas en Barinas, por fallas con el servicio de energía eléctrica, además de cinco protestas exigiendo el suministro de combustible y dos manifestaciones por el agua potable. El 11 de mayo en Bruzual, municipio Muñoz del estado Apure, fueron detenidas seis personas por cacerolear en protesta por las constantes fallas con el servicio de energía eléctrica.
La mayoría de las comunidades en todo el estado Guárico, según Movimiento Vinotinto, no cuentan con el servicio de agua potable y las que tienen el vital líquido ha sido racionado a una vez por semana.
El periodista Edwin Urdaneta publicó en El Pitazo que la noche del 20 de mayo los vecinos del municipio Catatumbo, estado Zulia, protestaron, luego de estar 26 horas sin electricidad. Quemaron cauchos, un automóvil y una motocicleta en el pueblo de Encontrados.
El 24 de mayo el periodista Miguel Villavicencio, secretario general del Colegio de Periodistas de Portuguesa, destaca que los productores agrícolas, campesinos y pueblo en general de Santa Rosalía en Portuguesa, se declararon en emergencia por la falta de combustible y le piden al Gobernador Rafael Calles que preste ayuda a los productores de alimentos.
El 23 de mayo varios productores protestaron en la estación de servicio Trébol en Altagracia de Orituco, estado Guárico. Reclamaron el suministro de combustible para sus vehículos y trasladarse hasta sus unidades de producción. “Van 30 días sin surtido. Policías intentaron evitar que se grabara el informal encuentro”, relató el periodista Miguel Cardoza.
En el 2014, en el marco de las más fuertes protestas ocurridas en el país, Nicolás Maduro usó a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) como su principal brazo armado para la represión. Le dio la mayor dotación y recursos que a cualquiera de los otros componentes, pero eso representó un precio muy alto al interior de la institución castrense. No es casual que todos los intentos para derrocarlo tengan la presencia de la Guardia.
Entre dos de los más importantes movimientos, está el del 4 de agosto 2018 con el llamado Caso de los drones, el intento de magnicidio frustrado. Y el otro fue el del 30 de abril 2019, que puso en jaque al alto gobierno y a toda la institución castrense.
Ahora, al parecer, a Nicolás Maduro, que ya no cuenta con la GNB, solo le queda el cuestionado FAES.
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