Si algo está muy claro es que Juan Fredd Jesús Acosta Ysea no participó en la Operación Gedeón. Aún así la cuenta oficial de Twitter de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) asegura que lo detuvo, lo llama “mercenario terrorista” y lo presenta como “integrante de la fallida Operación Gedeón”. Lo insólito es que dice que lo capturaron. Además, asegura que esa es la Furia Bolivariana “capaz de derrotar los traidores de la patria”. No contento con eso, publican su foto esposado junto a cuatro funcionarios de la GNB fuertemente armados, su nombre completo y su cédula de identidad. Pero todo es mentira.
Aparecía como solicitado porque él estuvo en Colombia, pero no pudo estar involucrado en esa operación porque hay quienes dan fe de que ese muchacho estaba, desde hace meses, en Mene Mauroa, población del estado Falcón: lo vieron, hablaron y departieron con él, por lo menos desde enero 2020.
Los padres de Juan Fredd han sido altos dirigentes del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), incluso su padre coordina la Universidad Bolivariana. “La madre del joven ha sido radical defensora de la revolución bolivariana en el municipio, incluso fue jefe de distrito, pero hace cerca de un año no volvió a hacer activismo político. Incluso varios creen en el pueblo que lo de su hijo ahora es un acto de venganza contra ella por haberse alejado de la revolución”, dice un amigo de la familia Acosta Ysea.
Un muchacho describe a Juan Fredd como “gran persona. Yo recuerdo cuando pidió la baja de la Fuerza Armada, eso fue luego que lo estaban obligando a reprimir al pueblo del Zulia, pero en la FANB no están dando bajas porque así obligan a que muchos se queden, aunque no quieran”.
“Juan Fredd se fue para Colombia porque no le dieron la baja y por eso entró a la situación de desertor. Pero luego prefirió regresar a Mene Mauroa, supongo que pensó que podría seguir con su vida normal, aunque él estaba resguardándose porque sabía que estaba solicitado como desertor”, dice el amigo del joven desertor.
Agrega que “cuando, en las redes, empiezan a aparecer listas de detenidos y solicitados por la Operación Gedeón, se dan cuenta que su nombre está entre los que están siendo buscados. El muchacho se había escondido, pero los padres tenían miedo de que tanta presión de los cuerpos de seguridad, contra la familia, gente del pueblo y amigos, lo llevara a cometer una locura. Hubo mucha presión. Por fin él mismo decidió que lo mejor era entregarse”.
La mamá colocó en su Facebook en horas de la mañana un mensaje diciendo: “Señores y comunidad de Mene Mauroa, acudo a ustedes en este momento, para pedirles su apoyo para que me acompañen al Comando de la Guardia Nacional a las 4 PM de hoy, a entregar a mi hijo Juan Fredd, el cual está siendo solicitado. Quiero que lleven cámaras para dar fe que lo estoy entregando con vida. Su madre y amiga Micaela”.
La entrega
“Juan Fredd llamó a varios amigos militares, les consultó qué hacer y un par de ellos le recomendaron que lo mejor era entregarse. Así fue que él llamó al Coronel y le dijo que iba a presentarse al comando esa tarde para entregarse”, relata el amigo del joven.
A las 4 de la tarde ya había algunos familiares y amigos de Juan Fredd esperando en los alrededores del comando de la Guardia Nacional de Mene Mauroa, cuando en un vehículo verde oscuro llegó el joven desertor con sus padres. El carro se estaciona lo más lejos posible de la entrada. Pasaron unos segundos, después que el vehículo se estacionó, sobre tierra y piedras, hasta que un muchacho de franela color verde manzana se bajó de la parte de atrás del asiento del chofer; del lado derecho se baja una mujer con paso lento y algo insegura.
La voz de quien graba el video de la llegada se oye llorosa al murmurar: “Aquí está siendo entregado por voluntad propia. Que quede claro, por voluntad propia, Juan Fredd. No está siendo capturado, él mismo se está entregando por propia voluntad”.
Empezaron los abrazos, los besos y las lágrimas.
Acosta Ysea camina con paso lento, tratando de mantenerse erguido a la vez que abraza alas personas que se van acercando, mientras se oye a varios llorar. La mujer que graba dice: “Aquí lo acompaña toda su familia y toda la comunidad”, pero solloza y no sigue narrando.
La escena no parece la entrega de un joven a la justicia. Más bien, parece la certeza de que lo que va a ocurrir está lleno de incertidumbre y de miedo. Una voz de hombre, segundos antes de terminar el video, se oye, como dándose aliento y diciendo que le diga que no le van a hacer nada.
En el fondo nadie cree que se vaya a cumplir el debido proceso, que en lugar de venganza haya justicia.
Minutos después reciben el primer ejemplo de ello, cuando la Guardia Nacional publica la foto de Juan Fredd, con la misma franela verde manzana, pero esta vez esposado, mintiendo al decir que lo habían capturado y presentándolo como un “mercenario terrorista”.
El asombro del pueblo de Mene Mauroa es indescriptible, ante la mentira del componente militar, porque es una población muy pequeña, donde todos se conocen; irónicamente le dicen El Pueblo que sembró su Petróleo, pero es una comunidad con muchas limitaciones. Aunque solo está a unos kilómetros de la frontera con Zulia, está a más de tres horas de Coro y a una hora de Maracaibo.
Hace por lo menos dos meses que no hay gasolina en el pueblo más que para las autoridades militares. “Los servicios públicos no funcionan, la vialidad agrícola está destruida, siendo un municipio agro productor. Ha bajado el sicariato, pero los fines de semanas hay tres muertos por lo menos. Igual ocurre entre semana; es por el control de la droga y la extorsión”, relata un vecino de Falcón.
Pero Mene Mauroa no sale en ninguno de los medios de propaganda del Gobierno por algunos de esos problemas. Ahora es noticia porque la GNB dice que capturó a uno de los integrantes de la Operación Gedeón, noticia reproducida por medios del gobierno, por medios de comunicación y por numerosos periodistas. Las más encumbradas autoridades militares reproducen la falsedad.
Ahí en el video está la verdad. Después a Juan Fredd lo llevaron a Coro, capital de Falcón, y después habría sido trasladado a Caracas.
La única esperanza de quienes lo despidieron esa tarde al entregarse a la GNB en Mene Mauroa es de que el joven no sea torturado.
¿Y si la Fuerza Armada Guardia Nacional miente en algo tan evidente, en qué otras tantas cosas también lo harán?
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