El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, aseguró este miércoles que el régimen de Nicolás Maduro pagó con “oro de sangre” el envío de cinco buques petroleros iraníes al país caribeño, en lo que representa un intento de la dictadura de paliar la aguda escasez de gasolina en el país.
Guaidó hizo referencia de esa manera a la extracción ilegal de oro que se ha vuelto endémica en Venezuela durante los últimos años, y convertido en una fuente de ingresos irregular por parte de la dictadura de Maduro. De hecho, en enero le había pedido a la Unión Europea que lo catalogara de esa manera y frenara su comercio.
“Están pagando esa gasolina con oro de sangre, sin contratación y sin aprobación del Parlamento nacional”, expresó Guaidó en una conversación virtual organizada por el think tank con sede en Washington D.C., Diálogo Interamericano.
Además, aseguró que su gobierno está haciendo un “monitoreo constante” de las cinco naves que están en camino al país caribeño e indicó: “Estamos muy preocupados por la seguridad de los venezolanos y de Latinoamérica por este intento de presencia iraní en nuestro suelo”.
Los petroleros en cuestión, que parecen estar llevando gasolina y productos similares valuados en al menos 45,5 millones de dólares, ya están de camino al país caribeño. Realizan su viaje después de que Maduro recurriera a la teocracia islámica para conseguir los productos químicos necesarios para una envejecida refinería en medio de una escasez de gasolina, síntoma del caos económico y político más amplio que afecta al que solía ser el mayor productor de petróleo de América Latina.
Para Irán, los buques representan una forma de recolectar dinero para su régimen y de ejercer presión sobre Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump ha llevado a cabo campañas contra ambas naciones.
De hecho, Bloomberg reportó a principios de mes que los recientes vuelos de la aerolínea persa Mahan Air -también sancionada por Estados Unidos- a Caracas tenían por objetivo entregar equipamiento y técnicos especializados en la extracción de crudo para luego llevarse el metal precioso como paga.
Los funcionarios del gobierno venezolano cargaron unas nueve toneladas de oro, una cantidad equivalente a unos 500 millones de dólares, a bordo de aviones con destino a Teherán este mes, señalaron las fuentes.
Los envíos, que llevaron a una caída repentina de las cifras publicadas de reservas en oro de Venezuela, dejaron al país devastado por la crisis con sólo 6.300 millones de dólares en activos en moneda fuerte, la cantidad más baja en tres décadas.
La aerolínea llegó a volar más de media docena de veces en una sola semana para entregar el equipamiento para reparar la refinería de Amuay ubicada en el estado Falcón, la cual puede llegar a producir 310.000 barriles por día. Al mismo tiempo, envió otros aviones al aeropuerto internacional de las afueras de Caracas, donde fueron cargados con las barras de oro para llevarlos de vuelta a Teherán.
La red de refinación de 1,3 millones de barriles de petróleo diarios de Venezuela se ha derrumbado por falta de inversión y falta de mantenimiento en los últimos años bajo el régimen de Maduro.
El año pasado, Estados Unidos impuso sanciones a la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) como parte de los esfuerzos de la administración Trump para golpear a Maduro, a quien más de 50 países dejaron de reconocer como mandatario legítimo luego de que orquestara unas elecciones presidenciales fraudulentas. En ese contexto, Estados Unidos y docenas de otras naciones reconocieron al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino el año pasado.
Ante esa situación, el gobierno de Estados Unidos evalúa tomar medidas en respuesta, según le confirmó a Reuters un funcionario de alto rango de la administración de Donald Trump la semana pasada.
“Esto no sólo no es bien recibido por Estados Unidos, sino que tampoco lo es por el resto de los países de la región, y estamos analizando las medidas que se pueden tomar”, dijo el funcionario. Las declaraciones fueron respaldadas por el jefe del Comando Sur del país, Craig Faller, quien dijo que el envío tiene como objetivo ganar parte del territorio de nuestros vecinos". "Estamos siguiendo esto de cerca con nuestros aliados”, aseguró.
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