Un fuerte cacerolazo comenzó a escucharse este martes por la noche en diferentes barrios de Caracas, Venezuela, en protesta contra la dictadura de Nicolás Maduro y los recientes cortes de luz, agua y gas, así como también la escasez de combustibles.
La manifestación popular ya se había hecho escuchar el lunes, aunque este martes la situación empeoró luego de que la empresa estadounidense de televisión paga, Direct TV, anunciara su salida del mercado venezolano debido a las sanciones de Estados Unidos sobre el régimen venezolano.
Se trata del último en una larga lista de servicios y accesos con el mundo que han sido cortados en el último tiempo por las actividades del régimen.
La salida de Direct TV
El gigante de las telecomunicaciones estadounidense AT&T anunció este martes el cierre de su negocio de televisión DIRECTV en Venezuela al no poder cumplir al mismo tiempo los requisitos del régimen de Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por Washington al país latinoamericano.
“Las sanciones del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela han prohibido la transmisión de los canales de Globovisión y PDVSA, los cuales se requieren bajo la licencia de DIRECTV para proporcionar el servicio de televisión de pago en Venezuela”, señaló en un comunicado la compañía con sede en Dallas (Texas).
Como consecuencia, la empresa señala que le resulta “imposible cumplir con los requisitos legales de los dos países” y por ello se ve obligada a cesar las operaciones de DIRECTV en Venezuela.
Según AT&T, la decisión -que tiene efecto inmediato- fue tomada por la directiva del grupo en Estados Unidos y en ella no tuvo participación o conocimiento previo del equipo de DIRECTV en Venezuela.
Washington ha impuesto en los últimos años numerosas sanciones contra el Ejecutivo de Maduro, al que considera ilegítimo, y el pasado enero anunció que iba a bloquear permanentemente las operaciones en el país de la televisión Globovisión, a la que la oposición venezolana acusa de servir como una herramienta del Gobierno.
La Justicia estadounidense acusó en noviembre de 2018 al dueño y presidente del canal, Raúl Gorrín, de sobornos y blanqueo de dólares en una trama multimillonaria.
Gorrín es considerado prófugo por la Justicia estadounidense y, desde noviembre de 2019, forma parte de la lista de los más buscados por corrupción.
Su canal es uno de los que DIRECTV estaba obligada a emitir bajo su licencia para operar en Venezuela, lo que según AT&T choca directamente con las sanciones de EEUU e impide continuar con las operaciones.
AT&T es uno de los mayores conglomerados de telecomunicaciones y medios en Estados Unidos y, además de sus grandes negocios de telefonía e Internet, es propietaria entre otros de WarnerMedia, que abarca desde CNN hasta Warner Bros o HBO.
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