Las remesas de dinero enviadas por los ciudadanos venezolanos en el extranjero a sus familiares constituyen ya el 5% del PBI de Venezuela, una fuente de divisas internacionales sólo superada por el petróleo, de acuerdo a un reporte del think tank estadounidense Inter-American Dialogue (Diálogo Interamericano).
La tendencia ilustra la gravedad de la crisis económica, social y política en Venezuela, donde la moneda nacional, el bolívar, ha perdido gran parte de su valor y el PBI viene en franco retroceso desde hace años, a medida que el régimen de Nicolás Maduro crece en autoritarismo y persecución a la oposición. En este contexto, casi cinco millones de venezolanos han tenido que emigrar principalmente a países limítrofes, desde donde luego intentan ayudar a sus familiares.
Publicado el 15 de mayo, este informe mide el impacto económico de las remesas hasta marzo de 2020, por lo que no tiene en cuenta el efecto de la pandemia de COVID-19, que ha limitado los envíos de dinero en el contexto de una fuerte caída en la actividad generada por las cuarentenas y el distanciamiento social. Inter-American Dialogue prepara un segundo reporte centrado en este fenómeno y que se publicará pronto.
Actualmente cerca de 2.835.000 hogares, el 35% del país, se ve beneficiado de alguna manera por el envío de remesas, de acuerdo a la investigación, que estudia el comportamiento de venezolanos radicados en Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, España y Estados Unidos.
Los venezolanos en Panamá envían en promedio unos 214 dólares a su familiares, más que los radicados en cualquier otro país de América Latina. Aunque lo hacen con la menor frecuencia, unas 8,9 veces al año.
Los radicados en Chile envían en promedio 158 dólares, aunque lo hacen 12,4 veces al año.
Aquellos en Colombia envían en promedio 40 dólares unas 11,7 veces al año; los que se encuentran en Costa Rica envían en promedio 136 dólares unas 15,4 veces al año; y los que viven en España envían 175 dólares en promedio unas 12 veces al año.
Finalmente, los venezolanos en Estados Unidos envían en promedio unos 300 dólares, más que en cualquier de los otros países estudiados. Además, en este caso los envíos suelen hacerse de manera “informal”, generalmente a través de un venezolano que tiene una cuenta en un banco estadounidense y un negocio en Venezuela dedicado a la importación.
En total, el dinero enviado constituye el 5% del PBI de Venezuela, y como generador de divisas extranjeras es una actividad sólo superada por las ventas de petróleo, el principal producto de exportación del país.
Al mismo tiempo el régimen de Maduro ha impuesto numerosas restricciones a la compra de divisas, lo que ha llevado a los compradores a utilizar mercados paralelos y a una diferencia exorbitante entre el valor nominal del bolívar y el alcanzado en estas plazas informales.
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