El régimen ordenó una acción violenta contra opositores, periodistas y manifestantes que incluye la pena de muerte porque “todo se vale”

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Foto de archivo de Nicolás
Foto de archivo de Nicolás MAduro y Diosdado Cabello

Una acción violenta contra opositores, periodistas y gente que proteste por alguna razón, parece ser la clara respuesta que el gobierno ha ordenado a sus grupos armados. Lo importante es defender a quienes están en el poder, aunque signifique violentar derechos humanos, violar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela o asesinar. Así lo demuestran varios hechos, discursos y acciones, que implican “todo se vale”.

La tortura de militares y civiles ha sido consecutiva desde hace tiempo, pero más específicamente en los últimos tres años. De nada sirvieron las denuncias, ni siquiera la visita ni la Comisión de la Alta Comisionada de la ONU Michell Bachelet, para que se siguiera la tortura e incluso se asesinara como ocurrió con el capitán de corbeta Acosta Arévalo.

No hay una explicación clara ni del Ministerio Público ni de Nicolás Maduro o alguno de los hombres de poder del régimen. Así quedó claro con la muerte del concejal Fernando Albán cuyo cuerpo cayó desde el piso 10 del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Son varios los presos que han muerto estando en custodia de los organismos del Gobierno.

Tampoco hay parámetros para asesinar, aunque la persona se rinda, como ocurrió con el piloto Oscar Pérez y todo su grupo. Acaba de suceder con al parecer ocho miembros de la Operación Gedeón, que si bien es cierto, formaban parte de un intento de rebelión, nada explica que le hayan aplicado la pena de muerte.

Aquí hay una corta pero reveladora secuencia de esa respuesta que el régimen da a quienes se le oponen.

28 de marzo

Maduro y "la furia bolivariana"

Nicolás Maduro aparece, en un programa en Venezolana de Televisión dirigido a sectores populares del chavismo, demostrando su profunda indignación porque la fiscalía norteamericana anunció que él y otros funcionarios de su Gobierno estaban investigados por narcoterrorismo, pero más aún porque se ofrece recompensa de 15 millones de dólares por él, y 10 millones por dos hombres con los que comparte el poder: Tarek El Aissami y Diosdado Cabello.

Es entonces cuando refiriéndose a la Furia Venezolana expresó: “Yo sé la indignación, la rabia que tienen, la arrec… que tiene el pueblo de Venezuela con Donald Trump y esta agresión. Lo sé. Y la furia bolivariana ha agarrado más cuerpo que nunca. Si antes era un plan más o menos secreto, ya la Furia Bolivariana es un plan de todos”.

Resaltando que “los bolivarianos decimos lo que vamos a hacer” destacó que esa FB era “dentro y fuera de nuestras fronteras. Si le tocan un pelo nada más a un solo líder de nuestro país, ustedes se arrepentirán para el resto de sus días; se lo digo a la oligarquía bogotana, a la colombiana y también al imperialismo norteamericano. Mire que podemos llegar más lejos”.

De inmediato trata de involucrar a la institución castrense diciendo que la consigna “Furia Bolivariana” salió de los pronunciamientos que hiciera la FANB. “Somos furia bolivariana dice la Fuerza Armada, yo diría somos furia bolivariana en unión cívico militar policial”.

29 de marzo

Gran cantidad de viviendas de los diferentes partidos opositores, amanecieron con pintas o grafitis de amenazas, algunas de muerte. Incluso aparecieron en casa de ancianos, padres de algunos dirigentes. En las amenazas se mencionaban cosas de tipo personal, incluso homofóbicas y políticas.

Sin duda que lo dicho por Maduro el día antes activó una orden de ataque contra esos dirigentes, al estilo de los “camisas pardas” de la SS nazi contra negocios y oficinas de profesionales judíos en la Alemania de 1933

A los autores materiales, la revolución bolivariana, les habría suministrado recursos para ejecutar el hecho, por ejemplo, combustible para movilizar los vehículos que trasladaron a los grafiteros, la pintura roja con la cual se hicieron los grafitis y los mensajes que apuntaban algunos a información privada.

Ese día se evidenció que lo advertido por Nicolás Maduro, era un plan previamente establecido de ataque contra determinados blancos.

En Táchira, un estado fronterizo, no es la primera vez que dirigentes opositores son amenazados. Es una praxis común tanto de los paramilitares como de la guerrilla colombiana.

El 24 de abril del año pasado los nombres de 11 dirigentes opositores y un sacerdote, del municipio Junín del estado Táchira, aparecieron en un panfleto del Ejército de Liberación Nacional, además de marcar las viviendas de esas once personas con “+ELN”. La amenaza fue para impedirles acudir al llamado que hiciera el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de salir a marchar ese 1 de mayo.

1 de abril

Diosdado también habló sobre "la furia bolivariana"

En su programa Con el Mazo Dando, Diosdado Cabello dijo al cierre del mismo, dirigiéndose a los opositores que según él están contentos porque los marines incursionarían en Venezuela. “Les están echando una vai… a ustedes, porque esos (refiriéndose a los norteamericanos) van a aponer un pie aquí. Y cuando pongan un pie aquí nosotros vamos por ustedes”.

Señores que han pedido invasión a nuestra patria, asuman su responsabilidad que nosotros asumimos la nuestra. Alégrense si quieren, pero todos los que han pedido invasión contra nuestro país, apenas ocurra algo parecido, vamos por ustedes. Furia Bolivariana en alerta. El que entendió, entendió”, dijo.

Cabello reacciona así horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una operación antinarcóticos en las aguas del caribe cerca de las aguas venezolanas.

5 de mayo

Diosdado y "el se vale todo"

En un atropellado programa que lo llamó el Nr. 299.5, Diosdado Cabello demostró que fue quien manejó todos los datos que llevaron a la captura de una cantidad de militares. Incluso evidenció que manejaba con absoluta soltura, como no lo ha hecho ningún otro funcionario del gobierno o de la Fuerza Armada, ni siquiera Nicolás Maduro quien el lunes en la noche del 4 de mayo habló en detalle de la Operación Gedeón, de la que el país se enteró el domingo 3 cuando el ministro del Interior y Justicia Néstor Reverol anunció que se había intentado una incursión militar por parte de “mercenarios”, de los que se dijo 8 habían muerto en el enfrentamiento y dos fueron capturados con vida. Aun no se sabe el nombre de los muertos, no hay evidencia de qué realmente sucedió ahí ni quienes son los capturados.

Además, no participó la Fuerza Armada, sino funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), organismo que controla Cabello desde hace años, a través del general Gustavo González López.

En el programa 299.5 Cabello no solo que traslada, violentando cadena de custodia y funciones del Ministerio Público, las pruebas de lo incautado al grupo de los “asesinados” y detenidos en Macuto de La Guaira y Chuao del estado Aragua, sino que además presenta material que demostraba la supuesta participación de varios militares que están detenidos desde hace años, como miembros de la Junta Restauradora del nuevo Gobierno una vez que Nicolás Maduro fuera derrocado.

En una demostración de supra poder y con la excusa de la “defensa de la patria”, Cabello violenta la responsabilidad de la Fiscalía General de la República que debe preservar las pruebas, También de la función de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que parece no haber sido notificada de lo sucedido en Macuto hasta que el hecho no estaba consumado. Y más aún justifica el uso de las armas por los civiles.

Ante la imagen de un civil, al que califica de pescador, que aparece con un arma en las manos como la persona que supuestamente habría sometido a los 8 hombres detenidos en Chuao, el presidente de la Asamblea Constituyente dice: “Cuando la patria está en peligro, se vale todo. Por eso aplaudimos a los habitantes con el alma, a los pescadores de Chuao, Puerto Cruz, Chichiriviche, Macuto, a todos. Cuando la patria está en peligro, hasta con los dientes”.

Esa excusa de Cabello hoy es la misma que se ha utilizado en los últimos años para armar a civiles a todo lo largo y ancho del país. Así se armó a alias Wileixi, el líder de una banda que controla la populosa zona de Petare, municipio Sucre, al este de Caracas, y quien desde hace años funcionó tranquilamente hasta que manifestó no apoyar a Nicolás Maduro. Otra banda, dirigida por alias El Gusano, un preso que fue liberado hace unos días con medidas de gracia, ha tratado de arrebatarle el territorio al Wileixi y por ello ha habido plomo cerrado durante varios días.

Ahora Maduro ordenó que se tomaran acciones contra el líder de Petare y así fue enviada la Fuerza Armada Nacional. Es decir, para una acción que es policial envían a todo el poder de la Fuerza Armada. Ante un hecho, como el de Macuto, que es competencia directa de los militares por ser quienes constitucionalmente tienen el monopolio de las armas y la función esencial de la defensa del territorio y la soberanía, fue enviada la Policía Nacional con FAES y la policía Política que es el Sebin.

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