Mike Pompeo destacó este lunes la conversación que mantuvo con Juan Guaidó “sobre el marco de transición democrática en Venezuela”. El secretario de Estado norteamericano destacó en su cuenta de Twitter los esfuerzos del gobierno interino “para proteger a los venezolanos del COVID-19”.
Comentó, además, que reiteró “el apoyo de Estados Unidos a la Asamblea de Venezuela en la búsqueda del pueblo venezolano de un futuro democrático y próspero”.
“Hoy conversé con el secretario de Estado Pompeo. Contamos con el respaldo y el trabajo sostenido con nuestros aliados para impulsar la ayuda que necesita nuestra gente y la conformación del Gobierno de Emergencia Nacional para la salvación y reconstrucción de Venezuela”, comentó Guaidó, también en Twitter.
Mientras el país hace frente al coronavirus en medio de la peor crisis humanitaria de su historia, la dictadura de Nicolás Maduro ha detenido al menos a 70 personas por motivos políticos desde el 17 de marzo que se impuso la cuarentena y hasta el 23 de abril, según los datos recopilados por el Foro Penal, una organización de defensa de los Derechos Humanos.
Foro Penal y familiares de los propios detenidos han denunciado que las autoridades chavistas han aprovechado la pandemia para aumentar la persecución, la represión, los traslados ilegales y las torturas psicológicas.
Además, la mayoría de los detenidos están en condiciones aún más precarias de reclusión, hacinados en celdas de hasta 2x2 metros, sin acceso a agua potable, a una alimentación equilibrada ni a atención médica.
La ONU ha identificado a los presos como población vulnerable ante la pandemia por las precarias condiciones de las cárceles en cuanto a la prevención del contagio, por lo que ha recomendado medidas alternativas, como el arresto domiciliario, que ya se han puesto en marcha en algunos países.
Venezuela ha registrado esta semana numerosas manifestaciones así como episodios de comercios saqueados. Estas protestas se suscitan en medio de un estado de alarma decretado por Maduro, que obliga a los ciudadanos a estar confinados en sus hogares para evitar la propagación de la COVID-19. Los manifestantes en al menos cinco estados de Venezuela han salido a las calles para denunciar la falta de comida, o las fallas en el suministro de electricidad, agua potable, internet o gasolina.
Días atrás, Pompeo sostuvo que Maduro “ha provocado un desastre de locura” en Venezuela, ahora empeorado por el coronavirus.
En las últimas semanas Estados Unidos aplicó nuevas medidas de presión contra la dictadura chavista. Primero, el Departamento de Justicia acusó a Maduro y la cúpula del régimen de narcotráfico, y ofreció millonarias recompensas por información que conduzca a su detención.
Luego, Trump anunció el mayor despliegue antidrogas de Estados Unidos en Occidente. La misión cuenta con una mayor fuerza naval y aérea que la que estaba apostada previamente en la región, y tiene como objetivo evitar que regímenes dictatoriales se aprovechen de la crisis por el coronavirus. La Armada norteamericana envió buques y aviones cerca de las costas de Venezuela días después de acusar formalmente de “narcoterrorismo” al dictador Nicolás Maduro y a 14 miembros de la cúpula chavista.
Días atrás, el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, aseguró que el tráfico de drogas desde Venezuela “ha aumentado significativamente en los últimos años” y que el régimen de Maduro se ha beneficiado de esta actividad ilegal.
Pese a esta presión sobre la dictadura, Estados Unidos propuso un Marco de Transición Democrática para Venezuela e instó a Maduro y Guaidó, reconocido por Washington como mandatario interino, a hacerse a un lado para celebrar nuevas elecciones.
Según lo propuesto por Washington, ambas partes deberían establecer un gobierno de transición encabezado por un Consejo de Estado para organizar los comicios en un plazo de 6 a 12 meses. Pompeo dijo que si se cumplen todas las condiciones del programa presentado por Estados Unidos se podrían levantar todas las sanciones a la nación sudamericana y recordó que las sanciones actuales no impiden el envío de ayuda humanitaria, algo especialmente urgente en el marco de la emergencia del coronavirus.
No obstante, esta posibilidad fue rechazada por el chavismo y aceptada por Guaidó.
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