Es extremadamente cuidadoso al responder, más allá de algunas limitaciones con el español, no hay duda de que es pragmático. No se inmutó ni cuando le dije neocolonialista. Soltó una risa de profundo regocijo cuando acotamos que a Nicolás Maduro no lo quieren en la Fuerza Armada, atreviéndose a adelantar que él piensa lo mismo. Él es Elliott Abrams, Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos y enviado especial de Estados Unidos para Venezuela.
En entrevista exclusiva, de 23 minutos para Infobae, dejó claro que Venezuela requiere el apoyo de los militares para la transición democrática, reconociendo que “el país necesita un ejército bien organizado, modernizado, bien pagado”. “Por eso le decimos al Ejército: estamos con ustedes, el país los va a necesitar en el futuro”.
Ante quienes señalan a EEUU de injerencista, respondió: “No hay miles de norteamericanos involucrados en espionaje, mandando a soldados venezolanos en la Dgcim, Sebin, Fuerte Tiuna o Palacio de Miraflores; ahí no hay norteamericanos mandando, hay extranjeros cubanos”.
Enfático en que no levantarán las sanciones a violadores de derechos humanos. Sospecha que quizá entre los encarcelados, haya venezolanos patriotas, nacionalistas, demócratas que puedan juntos liderar el país.
Entre lo inaceptable de la transición está que el Estado Mayor estuviera compuesto por mayoría de militares o que las elecciones presidenciales se plantearan para dentro de tres años o prologaran la censura.
Es tajante al responder que “no fue Washington quien escogió a Juan Guaidó, fue la (mayoría) de la Asamblea Nacional”.
- En la propuesta “Marco para la transición democrática de Venezuela”, está como garantía que el Alto Mando Militar, incluyendo al Ministro de la Defensa, al jefe del Ceofanb y los comandantes, se mantendrán durante el Gobierno de Transición. Eso causó mucha polémica entre militares retirados y activos, porque el AMM ha dicho que apoya de manera incondicional a Nicolás Maduro, a la revolución bolivariana y se autodenominan profundamente chavistas. ¿Aun así usted cree posible un acuerdo con el Alto Mando Militar?
- Para empezar, es una propuesta, no es un ultimátum. Los venezolanos pueden decidir y pueden cambiar el Consejo de Estado. Hemos dicho que, sin un general, sin un juez (magistrado) del TSJ, pero quizá alguien piensa que debe tenerlo. Esas son decisiones para los venezolanos. Si estamos en otro mundo (escenario), después de la salida de Maduro, seamos realistas, no va a pasar fácilmente sin acuerdo con los militares. Queremos ser realistas. Venezuela necesita el apoyo de los militares para la transición democrática. Cuando haya un gobierno totalmente legítimo, elegido libremente, con presidente elegido, él y su Gobierno pueden elegir y cambiar todo, pero nuestro punto de vista fue que, para un gobierno de transición, quizá haya que esperar.
- Usted ha dicho que el fin de la dictadura en Sudáfrica, una de las más cruentas, se logró a través de negociaciones. Si nosotros llegáramos a un acuerdo así en Venezuela, yo no veo por aquí a ningún Nelson Mandela, más bien hay posiciones extremas. ¿Podríamos apostar a un acuerdo entre el chavismo y la oposición, sectores tan polarizados, sin contar con un Mandela?
- (Silencio corto). Hay casos donde no hay un Mandela. Digamos Zimbabue donde había un (Robert Gabriel) Mugabe, otros casos y podemos esperar que un venezolano o venezolana llegue a ser un Mandela, eso no lo vamos a saber pronto. No creo que, en una nación, de casi 35 millones de venezolanos, no haya uno, dos, cinco, diez que son patriotas, nacionalistas, demócratas que puedan juntos liderar el país. No los conocemos hoy debido al régimen, porque quizá hoy están encarcelados.
- Usted conoce lo que nos sucede con los grupos irregulares, guerrilla colombiana, paramilitares, mal llamados colectivos, bandas armadas y fuerzas políticas de choque. Usted dijo que después de la salida de Maduro se iba a requerir un ejército. Pero nuestra Fuerza Armada está muy golpeada en sus bases, con profundas divisiones internas, desmoralizada. ¿Qué escenario han visualizado?
- Buena pregunta. Es un problema profundo. Venezuela en verdad necesita un ejército bien organizado, modernizado, bien pagado. Podemos esperar que: 1) sin Maduro, 2) sin los cubanos y 3) con la cooperación de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, países latinoamericanos con dinero, el Ejército venezolano puede tomar el papel necesario para proteger al pueblo, a las fronteras y al país. Eso es muy importante, porque como usted dice hay narcotraficantes, esos grupos colombianos, criminales y fronteras largas. Por eso le decimos al Ejército: estamos con ustedes, el país los va a necesitar en el futuro.
- Ustedes han hecho una propuesta bastante amplia, quizá demasiado para el gusto de muchos opositores. Otros respaldan la propuesta. Y hay quienes dicen que no es aceptable. ¿Cuál es el punto en el que ustedes no estarían dispuestos a negociar? ¿Hasta dónde llegarían?
- Queremos una negociación entre venezolanos, no con nosotros. La negociación debería ser entre venezolanos para su futuro, pero hay pre condiciones para nosotros. Por ejemplo, si hay un gobierno de transición que decida elecciones presidenciales en tres años, eso no es aceptable. Tampoco que decidieran que el gobierno de transición fuera de un civil y cinco militares. O dijeran que la censura debería seguir un año más, no es aceptable. Nosotros no queremos negociar. Queremos ayudar a las negociaciones entre venezolanos.
- En la propuesta de transición, plantearon que la remisión de la Corte Penal Internacional, por delitos de lesa humanidad, sería retirada. ¿Qué le diría usted a los torturados y a sus familiares ante eso?
- La Corte Internacional, según sus reglamentos y leyes, actúa cuando un país no lo ha hecho. El primer paso es la actuación de las cortes nacionales. Dentro de este marco estamos hablando de una Comisión de la Verdad y le diría que, en todos los casos, como Mandela, (Lech) Walesa en Polonia, en casos latinos siempre hay una comisión de Reconciliación, de Verdad y eso es realista. Si hay un acuerdo entre venezolanos para una transición democrática, un acuerdo serio, pues vamos a apoyarlo con unas condiciones mínimas. No somos venezolanos y sobre una cuestión de esas, son los venezolanos quienes deben decidir esa situación que es muy seria e importante.
- Ustedes respaldan a Juan Guaidó como presidente interino, pero no es un secreto, ni en la Fuerza Armada ni fuera de ella, que la actuación de él, en materia militar, ha sido un fracaso, como el caso de los militares que pasaron a Cúcuta, el 30 de Abril y otras. La Fuerza Armada necesita, para la transición propuesta por ustedes, oficiales con liderazgo y ascendencia, pero no hay o no han aparecido en el horizonte militares con esas características que apoyen a Guaidó. ¿Proponen dejar el actual Alto Mando para evitar que la Fuerza Armada se desborde?
- (Silencio corto). No sabemos qué piensan miles de capitanes, mayores, coroneles y generales, porque si alguno le dice a otro ‘a mí me gusta Guaidó’, va a ser detenido. Lo que sienten en sus corazones, el nivel de apoyo a Guaidó, no lo sabemos, y tampoco a Maduro. ¿Cuánto porcentaje de militares piensan que Maduro debería salir hoy?
- Todos.
- (Risa). Es mi opinión también.
- No lo digo en tono de burla. Lo digo en serio. Porque Maduro no tiene ascendencia en la Fuerza Armada, pero tampoco la tiene Guaidó, de ahí mi pregunta.
- Guaidó es el presidente de la Asamblea Nacional y por eso es el presidente interino. No fue Washington quien escogió a Juan Guaidó, fue la (mayoría) de la Asamblea Nacional. En transiciones democráticas en toda América Latina hemos visto problemas con el control civil de los militares, pero cuando hay un gobierno legítimo en transición, cuando hay un presidente elegido, pasa que no les gusta el que gana las elecciones, pues actúan como profesionales. El pueblo es quien decide quien debe ser el presidente de Venezuela.
- Confieso que me sorprendió que en el Marco para la transición dejan elegantemente por fuera tanto a Guaidó como a Maduro y plantean levantar las sanciones. Maduro salió inmediatamente a través del canciller a rechazar la propuesta, pero no salió ninguno de los otros sancionados. ¿Algunos de ellos le ha planteado a los EEUU que está dispuesto a aceptar esa propuesta?
- Empecemos por las sanciones. Si hay sanciones debido solo a su cargo, no a sus actividades, cuando sale del cargo, vamos a levantar sanciones. Si son debido a abusos en derechos humanos, no vamos a levantar sanciones. Si estamos hablando de un gobierno de transición, con la salida de Nicolás Maduro, con la salida de los cubanos, creo que muchos otros van a salir del país y de sus cargos, porque el gobierno interino va a escoger un gabinete y todo el gobierno va a cambiar.
- Tenemos en Venezuela un gobierno que ha declarado ser de izquierda como base de la revolución bolivariana. Hay quienes consideran que usted es un neocolonialista, partidario del garrote de Roosevelt. El discurso llevado a los cuarteles venezolanos es que no debemos permitir la injerencia extranjera. ¿Qué le responde a quienes lo acusan de injerencista en las políticas de Venezuela?
- Dos cosas. 1) ¿Injerencia? Ustedes militares, son patriotas y nacionalistas, ¿no? Boten a los cubanos. No hay miles de norteamericanos involucrados en espionaje, mandando a soldados venezolanos en la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar), en el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia), en Fuerte Tiuna, en el Palacio de Miraflores; ahí no hay norteamericanos mandando, hay extranjeros cubanos. 2) ¿Qué es el Marco Democrático? Ahora manda un individuo, Nicolás Maduro, pero lo que queremos es un sistema donde el pueblo pueda decidir el futuro del país. En el caso de México o Argentina tienen presidentes de la izquierda, presidentes con políticas que no son las nuestras, pero estamos en buenas relaciones con ellos, estamos ayudando cuando podemos. El presidente Trump casi cada día agradece al presidente de México. No estamos tratando de imponer nada. Hicimos una sugerencia en el marco democrático, donde ustedes manden y no los cubanos. Es mi mensaje a los militares de Venezuela.
- ¿El avance de China o Rusia en Venezuela los hizo a ustedes actuar ante el caso venezolano, porque vieron en peligro los intereses norteamericanos?
- El nivel de interés es bastante alto. Hay bastantes venezolanos en Estados Unidos, hay desafortunadamente para ellos millones de venezolanos que han emigrado a Colombia, Perú, Brasil, otros. Esa puede ser una fuerza de inestabilidad para toda la región. Ahora con Covid 19 hay problemas de salud. Ese problema de Venezuela, como la excepción en América del Sur, es un problema para América Latina. Termino con esto, es una cosa bipartidista en los Estados Unidos; yo hablo frecuentemente con demócratas en el Congreso. Nadie está diciendo que quiere cambiar la política hacia Venezuela, el apoyo para la Asamblea Nacional, las fuerzas democráticas, Juan Guaidó, transición pacífica y democrática, elecciones presidenciales y una Venezuela libre, esa no es la política de republicanos o de demócratas (por separado), es una política norteamericana unida.
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