La Guardia Nacional insiste en el intento de rebelarse contra Nicolás Maduro en Venezuela

Es el componente militar más rechazado por la opinión pública, pero también el que más acciones ha realizado para derrocar al mandatario chavista

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Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana en plena represión en una marcha opositora
Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana en plena represión en una marcha opositora

Aunque la Guardia Nacional Bolivariana sea el componente militar más rechazado, a nivel de opinión pública, resulta paradójico que también sea el que más acciones para derrocar a Nicolás Maduro ha realizado. Por su dualidad de función, policial y militar, es la que siempre ha enfrentado con mayor crueldad, especialmente en el 2014, el control de manifestaciones, con la muerte de algunos civiles.

La relación entre los componentes, sobre todo entre la Guardia Nacional y el Ejército, no ha sido fácil por el celo y la discordia, en la premisa que la GNB es como el pariente pobre. Incluso había la certeza de que una de las primeras acciones que haría Hugo Chávez, al asumir el poder, era la eliminación de la institución que el entonces presidente, general Eleazar López Contreras, creara el 4 de agosto de 1937.

La Guardia Nacional ha sido, casi desde siempre, expuesta en su relación con el común de la gente, porque ha tenido bajo su mando las alcabalas fronterizas, los puertos y los aeropuertos, además del control del orden público cuando la policía se ve superada. Es el militar que más relación directa y a diario tiene con los civiles. De ahí ha surgido un trato que jamás ha dejado de ser conflictivo.

Hugo Chávez llegó al grado militar de teniente coronel del Ejército hasta que intentó el 4 de febrero de 1992, junto con otros comandantes, y usando las armas de la República, un golpe de Estado contra el entonces presidente legal y constitucional, Carlos Andrés Pérez. Se enorgullecía de conocer a la Fuerza Armada, pero apenas tres años y dos meses después de haber ascendido al poder, casi la totalidad del Alto Mando Militar con un importante número de almirantes y generales lo saca del poder, en un golpe de Estado, que resultó exitoso durante algunas horas.

Ese hecho marcó un punto de quiebre del entonces presidente de la República, que había llegado con un alto nivel de popularidad, y la institución que creía conocer. Desde entonces planificó algunas cosas, para impedir a futuro, que la institución castrense volviera a sorprenderlo. En realidad, pensó controlar la institución, y lo hizo a medias, de manera que cuando muere afloran las diferencias, las ambiciones, las luchas de poder que han convertido a la institución armada en un factor de ataque desde varios sectores, mientras internamente va sufriendo un fuerte resquebrajamiento, más allá de las masivas deserciones y la corrupción.

Nicolás Maduro
Nicolás Maduro

Aunque la Guardia Nacional es un componente con menor cantidad de efectivos que el Ejército, con menos privilegios, con un mínimo de cargos importantes en la administración pública, ha sido el que más operaciones con participación de efectivos activos y retirados ha tenido para intentar derrocar a Nicolás Maduro. Y cuando se cree que ya no hay reducto posible en ese componente dispuesto a intentarlo otra vez, sorprende una nueva acción como la iniciada anteayer en la alcabala Puerta Morocha, del estado Miranda, que estaba infiltrada por uno de los capitanes, el comandante de la Compañía de Caucagua, Jhon Contreras Gómez, que inicialmente fue detenido y poco después dejado en libertad por haber delatado la Operación.

La rebelión de Cotiza, el 21 de enero de 2019, tuvo la particularidad de contar con una importante cantidad de tropa de la GNB, que arrojaron la detención de 27 efectivos militares, comandados por el Sargento de tercera Luis Bandres Figueroa.

En la llamada Operación Libertad del 30 de abril de 2019 varios comandantes y oficiales de la GNB estuvieron al frente, junto con más de un centenar de comandos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN); el oficial de más alto rango involucrado fue el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, entonces jefe del Sebin, quien luego de liberar a Leopoldo López salió del país hacia Colombia y desde ahí a Estados Unidos.

Uno de los hechos más fuertes de funcionarios de la GNB contra el régimen fue cuando el 4 de agosto 2018 ocurrió un intento de magnicidio, con el uso de drones. Por ese caso hay oficiales desde el más alto rango hasta tropa detenidos.

El asalto al Fuerte Paramacay con la llamada Operación David, fue liderizada por el capitán retirado de la Guardia Nacional, Juan Carlos Caguaripano Scott.

También hay varios oficiales de ese componente detenidos por la llamada Operación Armagedón, que según la Dgcim estaba preparada para impedir las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018.

Desfile del Ejército venezolano (Reuters)
Desfile del Ejército venezolano (Reuters)

La ideologización es mayor en el Ejército

Le preguntamos a un comandante de la Guardia Nacional por qué todos los intentos, que no son pocos, de funcionarios de la GNB han terminado fracasando y responde para Infobae que “históricamente la Guardia Nacional siempre ha estado en contra del régimen”, dice resaltando lo que considera que son detalles importantes. “Chávez siempre supo manejar la institución a través de Oficiales que estuvieron cercanos a él, por ejemplo Freddy Carrión y Néstor Reverol, éste último a pesar de que estaba en la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) manejaba la Guardia. También está el caso de Motta Domínguez”.

Considera que “Chávez siempre atacó a la Guardia Nacional, al punto que en algún momento propuso cambiarle el nombre, y por ello en el referéndum constitucional iba a llamarse Guardia Territorial. Chávez pierde ese proceso electoral y no logra el cometido. Imagina cambiarle el nombre a una institución es quitarle la identidad. No pudo hacerlo, pero aun así le agregó la palabra ‘bolivariana’. Es importante resaltar que en esas elecciones se notó, en el centro electoral adyacente a la Comandancia de la Guardia, donde votaban más efectivos, que Chávez perdió de manera significativa, lo que denotaba ya el descontento”.

En consecuencia, dice, la Guardia “siempre ha tenido sentimientos contrarios al político lo que la diferencia del Ejército que fue captado totalmente por el régimen. El proceso de penetración del comunismo fue más fuerte en el Ejército, donde se formaban los futuros ministros. Fíjate que la Guardia nunca ha tenido un ministro de la defensa y sospecho que no se preocuparon en penetrar”.

Lo que si revela es que en el camino “iban captando a los líderes, le daban poder y a través de otorgar cargos claves, donde podían hacerse de buenas cantidades de dinero, se volvían complacientes al régimen”,

A su juicio, la cercanía de su componente con el pueblo “muchas veces fue usada negativamente, porque el pueblo ve al guardia como ‘matraquero’ y eso era lo que usaba Chávez en contra del componente. Evidentemente esa cercanía no se supo aprovechar”.

“Para mí la penetración de las fuerzas armadas estuvo orientada hacia el Ejército y Chávez simplemente fue una casualidad que supieron usar para el cometido de las potencias de tendencia de izquierda y el eje del mal del medio oriente, Líbano, Siria e Irán”.

Entiende los enfrentamientos internos entre líderes políticos del chavismo. “Simplemente ha sido una guerra de poderes”. Considera que uno de los grupos es la semilla que fue sembrada hace más de 150 años y ahora está dando sus frutos. “Se generó en Venezuela una posición estratégica envidiable para esas naciones, cuyo enemigo principal son los Estados Unidos, a quienes atacan y lo hacen enviando grandes toneladas de cocaína, de manera que no disparo bombas, disparo cocaína y destruyo la sociedad”.

Finalmente dice que “están hablando mucho del cartel de Falcón, pero resulta que en todos los estados funciona un cartel de drogas. Todos han crecido: Apure, Vargas, Sucre, Bolívar, Táchira, Zulia entre más y más”.

El Ejército venezolano (Reuters)
El Ejército venezolano (Reuters)

Militares adoctrinados

Por otra parte, un coronel de la Guardia Nacional, consultado por Infobae, considera que los intentos de rebelión contra Nicolás Maduro han fracasado, entre otras cosas, “porque los subalternos están observando que la ‘lealtad’ al régimen es muy compensada, aún después del retiro. La revolución infiltró a la Fuerza Armada, de manera que el apoyo incondicional al régimen supera la meritocracia.”.

“Cuando Hugo Chávez incorporó a los suboficiales como oficiales técnicos sus palabras fueron más o menos estas: ‘A partir de este momento ustedes serán los ojos y oídos del comandante’. Es decir, les estaba diciendo que iban a ser sus chismosos".

Destaca que “han sido incorporados como personal, efectivos que no reúnen las condiciones de oficiales, es decir guardias nacionales graduados en meses y sin preparación militar”.

“Todos los oficiales, desde coroneles hacia abajo, fueron catequizados, lavados sus cerebros, sometidos a un adoctrinamiento riguroso en contra del ‘imperialismo’ y a favor de la revolución. Quiénes no acataban eran traidores o escuálidos. Creo que influye de alguna forma, que son jóvenes impulsivos, sin un liderazgo que se gana dando el buen ejemplo”, finaliza diciendo el coronel.

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