Aquel 11 de Abril 2002, día en que un golpe de Estado saca, por unas horas, a Hugo Chávez del poder, sigue causando polémicas y versiones. Por una parte, el entonces vicepresidente Diosdado Cabello Rondón desmiente ahora lo que Hugo Chávez reconoció en esa época, es decir que el general en Jefe (Ej) Raúl Isaías Baduel haya sido el líder de la “Operación: Restitución de la Dignidad Nacional”. No explica el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente cómo es que el entonces Presidente de la República lo ascendió hasta general en Jefe, lo hizo comandante del Ejército y Ministro de la Defensa.
Por otra, dos oficiales que estuvieron en ese episodio, el general de brigada de la Guardia Nacional Régulo Humberto Diaz Vega y el vicealmirante Jesús Enrique Briceño García, libraron un fuerte cruce de palabras. El Vicealmirante le dijo a Infobae que al GD (GN) Alfonzo Martínez, entonces comandante general de la Guardia Nacional, sí se le permitió entrar a Miraflores y fue atendido por el Dr. Carmona, tal como aparece en la foto con todos los comandantes en Miraflores.
Para el vicealmirante Jesús Enrique Briceño García el 11 de abril 2002, “ha sido uno de los pocos intentos de deponer, mediante presión ciudadana y usando el decidido apoyo de la institucionalidad la FFAA (Fuerza Armada), a un cruento régimen castrocomunista que ha cercenado miles de vidas y el trabajo honesto y de progreso de la mayoría de los venezolanos”.
“Esa Venezuela que conocí, estaba guiada, a pesar de casos individuales de corrupción, por el desarrollo profesional y el mejoramiento del Estado en muchos ámbitos, especialmente en esas FFAA que coadyuvamos a ser eficientes. Quien conozca las estructuras de poder, sabe muy bien que éste se materializa con la fuerza”.
“El gobierno de transición producto de los hechos del 11ABR, que fue nombrado por los representantes legítimos de las FFAA, luego de la renuncia de la mayoría de los integrantes del Alto Mando Militar (AMM), no contó con el poder que debió brindar quien tenía el Comando y Control de la FFAA en ese momento, cuando ya había renunciado Chávez, producto del vil asesinato de 19 ciudadanos y más de 500 heridos, después de la multitudinaria marcha que se dirigió a Miraflores a exigir la renuncia”.
A su juicio, ese Comandante del Ejército, que ostentaba el poder, tenía la legitimidad de la autoridad, la legalidad del Comando y el control de casi todas las unidades operativas de las cuatro fuerzas, “ya que era el único que no había renunciado o abandonado responsabilidades, como lo hicieron Ministros, Magistrados y cuanta autoridad seguía en mando al Presidente. El GD (EJ) Efraín Vásquez Velasco, que por autoridad plena asumida, debió haber ejercido su mando y haber aplicado el poder como le ordenó el Presidente de la transición, Dr. Pedro Carmona desde primeras horas del 12ABR. No lo hizo. No envío los Batallones que se le pidieron para neutralizar el Regimiento de Honor (RH) que estaba plegado totalmente al castrocomunismo”.
Señala que el general Vásquez “no neutralizó el avance de elementos de combate de Maracay que querían restituir a quien consideraban el Presidente, a pesar de saber que había renunciado. No envió un batallón de resguardo a la Asamblea Nacional para efectuar el juramento requerido ante el Poder Legislativo. A diferencia de lo acontecido en la Guardia Nacional, el GD (GN) Martínez, cumplió su misión institucional de contener 12 focos de civiles armados, como también lo hizo, el Comandante de la PM (Policía Metropolitana), Lázaro José Forero López, quien contuvo 6 focos de miembros del Partido Comunista y adeptos al régimen, que quemaban propiedades y efectuaban disturbios”.
“Cuando el 13ABR se intenta nombrar los Ministros de Gabinete, esa carencia del poder de la Fuerza se hizo más evidente y con los pocos elementos armados que había en Miraflores, la única decisión fue contener la entrada de elementos armados de la CM, por los túneles que comunicaban al RH. Y allí, en ese centro de poder político, pero donde faltaba el poder de las armas, fue que se decidió este negro futuro de nuestro país. Falta de liderazgo de Generales y Almirantes, a quien la Historia acusara, en algún momento, porque por su indecisión y carencia de mando, destruyó todo el futuro de dos generaciones y la escasa posibilidad de recuperación de la una vez floreciente economía”.
Califica de chismes lo dicho sobre “peleas por cargos, o imputaciones sobre mala planificación”. “A los héroes del 11ABR, que intentaron un cambio de la ruta destructiva, que nos ha llevado el castrocomunismo, mi honra y loas a sus esfuerzos. A los que fueron traidores de valores y siguen ufanándose de su poder para humillar aún más a un pueblo sufrido, la patria les pedirá cuentas. Estamos cerca de ese momento”.
Más adelante como respuesta a algunos comentarios, el vicealmirante dice que “el 11ABR, fue un hecho político militar necesario, porque era la consecuencia de dos años d protestas contra la política gubernamental de conducirnos al castrocomunismo. El clímax, después de tres días de marchas y el abuso que se sucedió con 20 mil trabajadores, ocasionó la concentración en PDVSA La Carlota, de más de un millón de personas”.
“Luego de algunas intervenciones de trabajadores y empresarios, se procedió hacia Miraflores a pedir la renuncia del gobierno, quien aplicó la represión armada y con el asesinato de 19 personas y más de 500 heridos, la FAN pidió la renuncia de Chávez, firmada y aceptada por IGFAN, d acuerdo a lo que vi en un documento y las acciones subsecuentes del AMM”.
Destaca que aquellos días de abril “el Dr. Carmona me llama para aplicar políticas públicas en diferentes áreas, principalmente Seguridad y Economía. Al Dr. Carmona lo nombran a la 03:30 del 12ABR, cuando lo llaman quienes eran los únicos representantes del gobierno de HCHF, ya que ministros, AMM y resto de quienes dirigían los poderes renunciaron o se fueron. Le piden al Dr. Carmona que conduzca un Gobierno d transición. Mi punto es que esa historia se escribirá, cuando sepamos la versión del GD(EJ) Efraín Vázquez Velázquez, porque era quien podía aplicar el poder para uno u otro bando”.
“En varias versiones de los hechos; el del castrocomunismo por parte del Embajador Sánchez Otero ‘Abríl sin censura’ o del Gobierno de transición, Dr Pedro Carmona, ‘Mi testimonio ante la historia’, no se revelan los intríngulis del poder militar. Mi actuación desde que llegue hasta cuando fui arrestado, fue intentando articular las órdenes que impartió el Dr. Carmona para respaldar (ART 333CRBV) su gestión de transición las primeras horas; para sugerir que actuara el poder militar y luego para que funcionara Miraflores como centro de poder político. Eso evidentemente no se pudo materializar y quienes pueden aclararlo son los que ostentaron ese poder, dirigido por el General Vásquez”.
Es determinante al decir que “la gran enseñanza del 11ABR es reiterativa en la mayoría de la historia de la humanidad: No hay posibilidad de transición de una Dictadura, tiranía o Totalitarismo de Estado, sin poder militar que lo respalde. No lo hubo el 11ABR, no lo habrá hoy en día”.
Responde un general de la GN
La respuesta del general de brigada retirado de la Guardia Nacional, Régulo Humberto Diaz Vega, al V/A Jesús Enrique Briceño García es que compartió en un chat de militares lo ocurrido al G/D Carlos Alfonzo Martínez el 12-A. para entonces comandante general de la GNB. Aclara que es parte de las interrogantes de los hechos que aún no están totalmente claro, aun cuando se cumplieron 18 años de aquel 11 de Abril cuando Hugo Chávez Frías fue sacado de la presidencia de la República.
“Se generan muchas dudas, razonadas y razonables para muchos de los Oficiales que fuimos actores directos e indirectos de lo que ocurría el día “D”, el D+1 y el D+2”.
Para el general Díaz Vega lo que recogen algunos libros, hasta ahora, son una narrativa extraída de las copias de declaraciones de algunos involucrados.
“Usted, así como los oficiales que participamos para deponer a Chávez el 11-A, sabemos que fue la presión ciudadana el detonante de lo ocurrido ese día; pero es importante destacar que al interno de la FAN, desde meses atrás, se estaba fraguando el golpe porque, quien esto escribe, fue “tanteado” en varias oportunidades indirectamente tanto por el G/B Pablo Pereira (sic Pedro Antonio Pereira Olivares) y el Contraalmirante Daniel Comisso Urdaneta en el Ministerio de la Defensa cuando solíamos jugar billar en el comedor de Generales y Almirantes”.
Fue la presión, dice, lo que aceleró todo el proceso, “en donde los confabulados previamente para dar el golpe, al ver lo que estaba ocurriendo, cabalgaron sobre la misma ola de la protesta ciudadana, e hicieron ver a la opinión pública, que ellos tenían ya todo cuadrado cuando lo cierto es que esas acciones aún estaban en etapa de planificación”.
“Mi Almirante, aquel 11-A después que Chávez ordenara la activación del Plan Ávila y se percatara de que el G/D Francisco Belisario Landis (Tiburón 3) y mucho menos Lucas Enrique Rincón Romero (Tiburón 2), por cierto concuñados; ni tampoco el GJ Jorge Luis García Carneiro controlaban ninguna unidad, el G/D Carlos Rafael Alfonzo Martínez y todos quienes lo acompañamos decidimos desconocer las órdenes de Chávez, lo hicimos desde la COGEFAC con los medios audiovisuales a nuestro alcance sin calcular nada; lo hicimos porque era lo correcto, lo hicimos porque no queríamos que se repitiera otro Caracazo”.
Recuerda que después del pronunciamiento, en donde se encontraba la mayoría de Generales presentes y los que habían sido previamente consultados por el G/B José Alberto Rodríguez Infante, quien cumplía órdenes de los Generales de división Alfonzo Martínez, Edgar Bolívar Ramírez y Edgar Méndez Casanova.
“Todos estuvimos de acuerdo en lo que hicimos, con excepción de Belisario por supuesto y su compadre el G/D Eugenio Gutiérrez Ramos, quien fungía como Comandante del Regional 5 y quien en su debida oportunidad deberá responder a los venezolanos por las muertes de ese día”.
Destaca el alto oficial Régulo Díaz “tengo entendido que, hasta ese momento, pocas unidades de Ejército, como el Batallón Trinidad Morán, entre otros eran los que se habían sumado a las acciones ocurridas en horas de la tarde del 11-A”.
Pregunta “¿Quién tenía el poder materializado en fuerza? ¿Chávez y los militares de su entorno o Alfonzo Martínez y otros? Después de esto, sobrevino lo que conocemos como ‘Se le solicitó la renuncia, la cual aceptó’. Mi Almirante, aquel 11-A después de ese pronunciamiento histórico por cierto, el primero desde una Unidad con hombres y con los medios de comunicación social, también recuerdo que nos reunimos en la sala de usos múltiples todos o casi todos los oficiales que estábamos en la COGEFAC ese día y una de las cosas que nos dijo Alfonzo antes de terminar la reunión fue: ‘Hay que estar pendientes no vaya a ser que el Ejército nos dispare con los cañones’. Luego a media noche vinieron los demás pronunciamientos de los otros componentes”.
Asegura que “la mayoría de los ciudadanos, así como las instituciones públicas y privadas, entre ella la Iglesia. apoyaron la acción de los militares que habíamos decidido desconocer a Chávez, nos llamaban valientes, héroes etc. ¿Qué fue lo que verdaderamente nos pasó? Las consecuencias todavía las estamos pagando. Las causas de nuestra “derrota”, y de eso se trata, nadie quiere asumir su parte”.
El 12-A según el GB Régulo Díaz la renuncia de Chávez ya era un hecho tácito. “Entre las 02:30 AM y las 06:00 AM se designó a Pedro Carmona Estanga”. Le pregunta al Vicealmirante ¿quién tenía más legitimidad que el GD Alfonzo Martínez en ese momento, como el más antiguo de la Guardia Nacional para escoger el gobierno de transición? ¿Acaso usted sabía previamente que a Carmona lo iban a “ungir” y ya usted tenía sus aperos listos para asumir su cargo? Y si eso es así ¿Por qué no dejarlo entrar a Miraflores o, si entró, por qué no dejarlo hablar con Carmona? ¿Quién tomó esa decisión? ¿Usted? ¿A cuenta de que?”.
Le reclama la animadversión que a su juicio el Vicealmirante tendría contra la Guardia Nacional y lo increpa a responder si en base a eso le daba el poder de decidir que el GD Alfonzo “un GN, que el día anterior, junto a sus oficiales, tuvo el coraje y el valor de desconocer la autoridad de Chávez frente al mundo, ¿no podía entrar a Miraflores?”, dice agregando que la actuación del comandante de la GN fue noble, disciplinada y decente.
También resalta que el ex ministro Luis Miquelena le comentó que el Vicealmirante no le pasó el teléfono a Carmona cuando quiso comunicarle que tenía un grupo importante de diputados de la Asamblea Nacional que lo reconocerían.
Sobre el entonces comandante del Ejército, G/D Efraín Vásquez Velasco, dijo desconocer qué tanto “poder, comando y control tenía en el Ejército y mucho menos creo, en la Armada ni Aviación. Tal como refiere el coronel Antonio Guevara en su diario: Tal vez sea por lo que Francisco Arias Cárdenas denominó como ‘una inusual generosidad política de los generales’. Vásquez deja bien claro: ‘El Ejército nunca se le subordinó a Carmona. Después del decreto, el Ejército me obedecía a mí y a más nadie. Yo no tenía jefe en ese momento’, como dijo en entrevista a la Revista Exceso en octubre 2002”.
“En el caso de la mayoría de los Generales de la Guardia Nacional de ese entonces siempre tuvimos claro que era lo que se nos venía a futuro y por eso actuamos como lo hicimos”, finaliza diciendo el GB Díaz Vega.
La verdadera historia del 11A aun tiene mucho por revelar.