Nicolás Maduro: “Me gustaría vivir en Argentina”

Al dictador venezolano le preguntaron qué destino elegiría y el chavista no dudó. “Me encantan las calles de Buenos Aires, de Córdoba...”, afirmó. Además, habló sobre la pandemia del coronavirus

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Maduro contó que le gustaría vivir en Argentina

Nicolás Maduro, en entrevista con la radio argentina AM 750, opinó sobre la pandemia a nivel nacional e internacional. Analizó cómo los líderes mundiales han reaccionado al brote, atacó a EEUU y Brasil, y adelantó que este 2020 no habrá elecciones en Venezuela.

Cuando le preguntaron a qué país se iría a vivir, Maduro no dudó: “A la Argentina”. En su breve explicación, reveló que en el pasado, cuando viajaba seguido al país sudamericano por su labor como canciller de Hugo Chávez, “caminaba las calles de Buenos Aires y de Córdoba”. “Me encantaba”, aseguró.

Además, afirmó: “El pueblo argentino es muy afectuoso y ha demostrado su solidaridad y amor por el comandante Chávez y ahora por nosotros, sus hijos”.

En una entrevista sin repreguntas, Maduro dijo que “le resbala” que lo llamen dictador. “Yo sé quién soy”, afirmó con tono desafiante.

En su intervención, también adelantó que no está dispuesto a realizar elecciones de ningún tipo. “Hoy sería una irresponsabilidad de mi parte decir que tiene que haber elecciones a trocha y mocha, la pandemia es la prioridad”, dijo.

Además, aseguró que su gestión está derrotando el coronavirus a fuerza de cuarentena. Según explicó, en su país el confinamiento se cumple en un 85% gracias a la combinación de cuatro elementos: “Una cuarentena disciplinada, ubicamos 150 mil casos sospechosos y fuimos casa por casa a hacer el test del coronavirus, usamos fórmulas de big data y garantizamos las hospitalizaciones”.

Sin embargo, las cifras de las que se vanagloria el régimen despiertan un amplio manto de dudas en la comunidad internacional. Por ejemplo, pese a tener un sistema colapsado que se ve obligado a rechazar la atención a las embarazadas a punto de dar a luz, la máquina de propaganda de Maduro asegura que el porcentaje de pacientes dados de alta es de 53%, casi ocho veces superior a la de Colombia (7%) y 66 veces más alta que la de Brasil. Y, siempre según las cifras del régimen, en Venezuela se han realizado 6.377 tests por millón de habitante, cantidad que equivalente a unas 25 mil pruebas diarias. En comparación, el Reino Unido tardó varias semanas en elevar la cifra diaria de diagnósticos a más de 10 mil, y su meta total es llegar a las 20 mil por jornada, objetivo que aún no alcanza. Hasta el sábado, el chavismo aseguraba haber hecho más 181.335 pruebas.

Nicolás Maduro y parte de
Nicolás Maduro y parte de su equipo, con barbijo

En la entrevista con la radio argentina, Maduro además atacó a Donald Trump, lo llamó “cow boy loco” y aseguró que lo del norteamericano ya es personal contra él. “EEUU vive una tragedia humanitaria”, afirmó sobre el brote.

En la misma línea se expresó sobre el presidente brasileño al que llamó “coronaloco”. “Jair Bolsonaro, el coronoloco, es un tipo que no tenía nivel. En el béisbol hay ligas menores, él era de la tercera, no estaba listo para la superliga y ahora afecta la vida del pueblo brasileño y por su irresponsabilidad llevó a la muerte a decenas de ellos”, acusó.

Finalmente, defendió a su principal aliado, el régimen chino, hoy en el foco público por su falta de transparencia en la difusión de la información sobre el origen y la propagación del coronavirus. “China está demostrando sus fortaleza como Estado, como Nación, como sociedad, como economía, como potencia tecnológica, está demostrando lo que es. Supieron detectar la pandemia, alertar al mundo y ahora tenemos su experiencia”, aseguró Maduro sobre uno de su aliados estratégicos. “Ellos no sabían la letalidad y la capacidad de contagio que tenía esta enfermedad antes de que fuera pandemia y demostraron su fortaleza”, insistió. En definitiva, para el dictador, “la esperanza es China”.

Cuando le preguntaron por Alberto Fernández, presidente argentino, y su par mexicano, Andres Manuel López Obrador, evitó dar una definición personalizada y aseguró que “la ola progresista” en la región “está retardada”. Y agregó: “Hay una arremetida brutal. Quién esperaba un golpe de Estado contra Evo Morales, ni Evo lo esperaba”, dijo lamentándose.

Hoy, seis meses después de que dejara la presidencia de Bolivia, Evo Morales vive en Argentina.

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