Nueve organizaciones de centenares de militares retirados de los diversos componentes de la Fuerza Armada le recomiendan a Juan Guaidó que “no acepte acuerdos o pactos de ninguna índole y que exija a la usurpación entregarle el control del país”, dijeron en un comunicado, luego de analizar lo que sucede en Venezuela ante la crisis que el Covid-19 ha creado en el mundo.
Las organizaciones que hacen la petición son: por el Frente Institucional Militar (FIM), el Vice Almirante Rafael Huizi Clavier; por el Grupo Pichincha, General de Brigada (Ej) Juan Antonio Herrera Betancourt; por la Fundación 10 de Diciembre, GD (Av) Maximiliano Hernández Vásquez; por el Foro Militar Venezolano (FMV), General de División (GN) Enrique Prieto Silva; por la Alianza Militar por Venezuela, General de División (Ej) Rafael Montero Revette; por Análisis Militar, Vicealmirante Carlos Ramos Flores; por la Fundación Orión, Contra Almirante Elías Buchszer Cabriles; por la Comisión de Reinstitucionalización de la FAN, Vice Almirante Jesús Enrique Briceño García; y por Defensores Populares de la Nueva República, Coronel (GN) Hidalgo Valero Briceño.
Le dicen los oficiales a Guaidó que la petición que le hacen está sustentada “para que bajo la dirección, control y supervisión de su gobierno, organismos internacionales calificados reciban los fondos y ayudas monetarias que podamos obtener del Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, los más de 50 países que le reconocen y los que podamos recuperar del vandalismo a que fue sometido el erario nacional, para que los dediquemos a combatir los males causados por el COVID-19 y a recuperar el inmenso daño estructural sufrido por el aparato productivo industrial y agropecuario, gracias a este virus, pero en mayor parte debido a la rapiña administrativa manejada por los usurpadores”.
Argumentan que Venezuela no está exenta de los males que se presentan en el globalizado mundo que habitamos, y que ante el peligroso virus COVID-19, pero que nuestro país “presenta características especiales como consecuencia de la usurpación de los poderes públicos por el peor de los regímenes que puede sufrir un país, el mismo que ha dejado sin agua a un elevado porcentaje de la población y que ha desmejorado sustancialmente los servicios sanitarios y de salud”, por lo que han regresado enfermedades que habían sido erradicadas como la malaria, la fiebre amarilla, la tuberculosis, la fiebre aftosa y otros males endémicos.
Sin gasolina y con leña
“Siendo el nuestro un país líder en reservas petroleras, esa usurpación tiene al pueblo cocinando con leña por falta de gas, sin electricidad ya que ha malversado los fondos destinados para el mantenimiento y el necesario incremento de la energía eléctrica”, destacan los militares retirados.
Incluyen la destrucción de las refinerías de Amuay y Cardón. “Después de haber sido uno de los mayores productores de petróleo del mundo, no hay gasolina ni combustible para que vehículos particulares y de carga puedan circular por unas carreteras y calles, cercanas a su desaparición por falta de mantenimiento”.
“Tan grave es la carencia de combustible para los vehículos que los productores agropecuarios, que han tenido la suerte de no sufrir expropiación de sus tierras, regalan localmente sus productos porque no tienen como transportarlos a los centros de consumo y dejan de invertir para nuevas cosechas que solo le causarían pérdidas. Las tierras que fueron productivas pero expropiadas, hoy en día son eriales sin producción de ningún tipo”.
Se preguntan, “¿Cómo podrá atender el país la crisis producida por esta pandemia, si hace varios años una parte considerable de la población más necesitada, para poder comer, hurga entre los deshechos y basureros en busca de alimentos para ellos y sus familiares?”
“La falta de gasolina ya comenzó a imposibilitar la llegada a los centros de consumo, de los productos de la dieta básica diaria que provienen del sector agropecuario de la economía, razón por lo que se avizora una total falta de alimentos para todos los sectores de la sociedad, lo que podría crear una hambruna generalizada en todo el país”.
Cómo tratar el virus si “hace ya varios años no hay medicinas en las farmacias, las que están llegando están fuera del alcance de la mayor parte de los venezolanos, porque los 6 ó 7 días necesarios de dosis para tratar cualquier mal, tienen costos que superan largamente 2 ó 3 meses del sueldo mínimo mensual decretado por este nefasto régimen”.
“Las mejores pólizas locales, de seguro médico y hospitalario, no alcanzan ni para recibir primeros auxilios en las emergencias de clínicas y centros de salud; los centros públicos carecen de medios y medicinas para brindar esa atención, y existen indicios de casos que por ser opositores a la usurpación, son rechazados cuando requieren atención y cuidado, aún y cuando se les cause hasta la muerte”.
Es por ello que consideran “desfachatez y cinismo pretender que organismos internacionales otorguen fondos para que los usurpadores, hoy en día requeridos por la justicia de otro país debido a su presunta participación en hechos criminales y punibles, sigan haciendo lo que mejor han sabido hacer en los últimos 20 años de desgracia en nuestro país, incrementar sus fondos personales y aumentar los más de 300.000 millones de US$, que según publicaciones de algunos centros de control internacional, están en posesión de los que han manejado las finanzas públicas del país en ese período”.
Dicen finalmente que “lamentablemente, todo este caos ha sido sostenido y defendido por una cúpula militar corrupta y politizada tal como lo demuestran los discursos y declaraciones, claramente alineados con el partido político enquistado en el poder, de los que fungen de ministro, comandante operacional de la fanb y otros altos mandos del escalafón militar”.
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