A las 5 y media de la tarde aproximadamente, el mayor general Cliver Alcalá Cordones fue trasladado a un avión que despegó rumbo a los Estados Unidos. Eso ocurrió luego de que su abogado se pusiera en contacto con las autoridades norteamericanas para establecer la entrega del oficial venezolano, sobre cuya cabeza fue colocada la recompensa de 10 millones de dólares.
El oficial reveló en exclusiva para Infobae que las imputaciones que la fiscalía de los estados Unidos le estaba haciendo ahora, son las mismas que en su momento le hicieron cuando fue incluido en la lista OFAC. “Yo respondí por ellas en su momento y se evacuaron las pruebas solicitadas, demostrando mi inocencia”, señaló.
Dijo que esta situación responde a lo sucedido con la incautación de un lote de armas, en territorio colombiano, “que pertenecen al pueblo venezolano en su lucha por la libertad”. Que la consecuencia es la traición de sectores de la Oposición.
“No puedo quedarme en territorio colombiano porque estaría comprometiendo a las autoridades de Colombia que en realidad nada tienen que ver, ni tenían conocimiento de las actividades que se estaban desarrollando por la libertad de Venezuela”, dijo.
“Es una situación además muy difícil porque desde el momento que la fiscalía norteamericana le coloca precio a mi cabeza, me está exponiendo a grupos de caza recompensa. Mi libertad no es negociable”, expresó.
Con inteligencia colombiana
El día de ayer en contacto telefónico el mayor general Cliver Alcalá Cordones reveló el momento en el cual era trasladado por un grupo de personas que se presentaron a su casa, con el fin de brindarle protección. “Estoy siendo acompañado por funcionarios de Inteligencia de Colombia que me han alertado sobre grupos privados que querían capturarme para entregarme al Gobierno de Estados Unidos”.
Informó que se dirigía con su familia a otra ciudad. “No me niego a asumir mis responsabilidades, como siempre lo he hecho, de mis acciones”. El oficial venezolano retirado del Ejército estaba en espera de que las autoridades norteamericanas se pusieran en contacto con él, a través de su abogado Adolf Kaufman.
Dijo que quienes lo estaban trasladando en ese momento eran funcionarios del gobierno del presidente colombiano Iván Duque. “Los conozco de vista y trato desde hace más de un año”.
Ante la pregunta de si estaba detenido por ellos, respondió “no, ellos me están dando protección”.
Fue llevado a un hotel junto a su familia, donde pernoctó y en el día de hoy viernes, luego del contacto con autoridades norteamericanas fijaron los términos de su entrega.
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