La situación social entre la frontera occidental venezolana con Colombia está explosiva, denuncian habitantes y comerciantes en el sector de Paraguachón. No solo es el avance del coronavirus sino el cierre de los puntos de acceso entre ambas naciones lo que genera malestar e incertidumbre.
Del lado venezolano, es el estado Zulia y Paraguachón. Del vecino país es Maicao y el departamento de La Guajira. Son enclaves económicos que están bloqueados “y que hace que la vida sea más difícil para los venezolanos que trabajamos o nos surtimos de alimentos y medicinas que conseguimos en el otro lado”.
Así lo declaró a Infobae Rogelio Boscán, transportista de pasajeros y mercancías desde Venezuela hacia La Guajira quien aseguró que los disturbios y el saqueo de al menos un camión con alimentos, del martes 17 en la noche, que se produjeron en Paraguachón “fue por hambre y necesidad. Todo lo que trae desde Colombia se puso demasiado caro desde que estalló lo del Corona virus. Lo más grave fue el paso por las trochas; el que no tiene dólares no puede atravesar el Río Limón”.
Agregó que “o te cae el hampa de los dos lados o la guerrilla colombiana, se están aprovechando de nuestra situación que es complicada con o sin pandemia. La respuesta no puede ser la represión sino un acuerdo para que haya comercio y paso de gente que trabaja o reciben atención médica en Colombia”.
Otro transportista, quien declinó identificarse, explicó a Infobae que “lo del martes se produjo en el único tramo de la carrereta binacional que bordea la trocha. Es el punto en donde la Guardia Nacional Bolivariana cobra las cuotas más altas a la gasolina y a los productos que se contrabandean desde Maracaibo y otras ciudades que están relativamente cerca de Maicao. Acá están perdiendo plata hasta los militares venezolanos que están en los negocios. Hay gente de la étnia Wayuú que colabora con el negocio porque puede pasar libremente entre los dos países, al ser descendientes de los habitantes de estas tierras”.
Este chofer de comerciantes y compradores venezolanos explicó: “Yo vivo en Maracaibo que está a unas seis horas de la línea de Maicao y hago viajes dos o tres días a la semana en mi camioneta ejecutiva. Cobro 20 dólares a cada pasajero, solo de ida, para moverlo desde allá. No hay garantía de seguridad plena, voy con mi Dios y mi Virgen de la Chiquinquirá. Hay quien sella su pasaporte y sigue al aeropuerto de Río Hacha, Barranquilla, Cartagena o cualquier otro punto colombiano. La gran mayoría hace sus compras en Maicao a unos muy buenos precios si se llevan dólares, incluso con pesos colombianos hay negocio”.
Comentó que “hace unos días, Maduro ordenó suspender la venta de gasolina, eso es una desgracia. Ya era difícil, se hacían largas colas en Maracaibo y se pagaban sobornos en pesos a los policías y bomberos (vendedores de gasolina). Ahora esto subió a un buen billete". "Por cada 25 litros de gasolina tenemos que pagar 1.500.000 bolívares en efectivo, 15.000 pesos colombianos o 20 dólares. Acá hace mucho tiempo que no llegan billetes de bolívares y con la frontera cerrada no tenemos clientela. Claro que tiene que haber protestas y disturbios, estos tipos nos quieren matar”, dijo.
Cadena de pérdidas
Julio Rincón es venezolano y tiene negocios en las poblaciones de Perijá, Sinamaica y Paraguachón. En contacto telefónico con Infobae comentó que “la locura que se vive en la frontera pasa porque hay gente que entró en pánico por el tema del coronavirus y como en Venezuela es tan caro conseguir medicinas, se pasan al otro lado para aguantar la crisis sin necesidad de pasaporte. Hay carnets fronterizos que sacó el gobierno de Colombia y eso ha funcionado, hay cierto orden”.
Agregó que es frontera hay familias binacionales que comparten casas, negocios y refugios. “Otra gente estaba haciendo sus compras cotidianas y los agarró el cierre. Esto afecta a una cadena comercial: a nosotros los que vendemos, a los transportistas, caleteros (lleva maletas), trocheros, buhoneros (vendedores informales), casas de cambio, estudiantes, enfermos. Todos perdemos. Maicao deja de vender y nosotros de comprar”.
Dijo que de Maduro no espera nada, mucho menos del gobernador del Zulia, Omar Prieto. “Ellos andan en otro mundo. Creo que el embajador de Venezuela en Colombia que designó Juan Guaidó, el zuliano Juan Pablo Guanipa, debe negociar con la cancillería de Colombia para que se abra un canal humanitario en la frontera entre Paraguachón y Maicao para que pasen enfermos, trabajadores y mercancías. Esto se hizo en el estado Táchira con San Antonio y Cúcuta. Esta crisis va para largo y estamos achicharrados pro este calor tan inclemente y por esta crisis. Yo creo que los saqueos o disturbios pueden seguir.”
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