“He decidido declarar el sistema de salud en emergencia permanente, para la prevención y la protección, y para prepararlo en todas sus capacidades para atender los casos que en algún momento sean detectados en el país”, sostuvo Nicolás Maduro en una conferencia de prensa desde el Palacio de Miraflores. Además, anunció la suspensión de los vuelos provenientes de Europa y de Colombia.
“Hemos estado haciendo seguimiento por más de seis semanas desde que el coronavirus comenzó su proceso de expansión. Es una situación única en los últimos 100 años. Nuestras generaciones no conocen una situación de pandemaia como esta que no ha sido enfrentada por la humanidad en más de un siglo. China ha anunciado que ha contenido y controlado esta pandemia. Pero está en más de 100 países", dijo Maduro al comienzo de la rueda de prensa.
El dictador aseguró que ninguna persona dio positivo de COVID-19 hasta el momento. Pero confirmó que se hicieron pruebas sobre varias personas con síntomas.
“Aquí en Venezuela hemos tomado todas las medidas preventivas para detectar la llegada del virus. Alguien pudiera decir para evitar la llegada, pero siendo una pandemia que ha atacado a los países más desarrollados del mundo hay que saber que en cualquier momento el coronavirus podría entrar a nuestro país. Hasta ahora, habiendo hecho decenas de pruebas de casos sospechosos, no ha llegado, pero tenemos que prepararnos con serenidad y con la cooperación y la solidaridad más grande que podamos ejercer. La disciplina social más grande para proteger a nuestro pueblo y a nuestras familias”, dijo.
Entonces anunció las principales medida de contención, preventivas. “He decidido declarar el sistema de salud en emergencia permanente, para la prevención, la protección, y para prepararlo en todas sus capacidades para atender los casos que en algún momento sean detectados en el país (...) Hay que tomar medidas que vayan escalando hacia la protección. He creído necesario suspender hasta por un mes todos los vuelos provenientes de Europa y de Colombia, para sumar a los procesos preventivos a nivel internacional”, afirmó.
Maduro aprovechó para protestar una vez más contra las sanciones aplicadas por Estados Unidos, a las que acusó por las pavorosas fallas del sistema de salud venezolano, que vienen de mucho antes.
"Hemos hecho las prevenciones hasta donde nos permiten las acciones criminales. Este sería un momento para exigir al presidente Donald Trump que levante las sanciones, para que Venezuela pueda salir al mercado a comprar todo lo que necesita a nivel médico para enfrentar esta situación. Nos cuesta el triple salir a buscar los tests, pero los hemos conseguido para tener los suficientes en esta etapa. Y seguiremos buscando para tener suficientes para las etapas sucesivas que puedan venir. Hemos decidido poner a disposición 46 hospitales públicos a nivel nacional como el centro para ejercer la rectoría en el proceso de atención del coronavirus”, afirmó.
Los anuncios parecen una respuesta a las críticas que los especialistas venían haciendo al régimen por la falta de claridad en cuanto a la estrategia contra la epidemia. Defensoras de los derechos humanos denunciaron en Ginebra que la opacidad y la falta de acceso a la información pública caracterizan en Venezuela al actual periodo de crisis sanitaria internacional por la propagación del coronavirus.
“La ONU definió a Venezuela y Haití como países prioritarios en caso de que el coronavirus llegue, pero la opacidad y falta de acceso a la información pública dificulta conocer la realidad, si hay casos o no”, dijo la directora del Centro para los Defensores y la Justicia, Marianna Romero.
“La información de lo que podría ocurrir es muy opaca y, por eso, hay que entender las razones estructurales de la salida masiva de venezolanos, relacionadas con los problemas de acceso a la salud, a la educación, así como a los medicamentos”, añadió Liliana Ortega, coordinadora de la ONG COFAVIC, que mantiene un registro de las violaciones de derechos humanos ocurridas en Venezuela desde 1989.
Ambas activistas presentaron un informe que analiza la situación de los defensores de los derechos humanos en ese país, elaborado en colaboración con la Organización Mundial contra la Tortura, con sede en Ginebra, y la Federación Internacional de Derechos Humanos, en París.
Ortega indicó que, ante la amenaza del coronavirus que se cierne sobre Venezuela, es hoy más importante que nunca “permitir que las organizaciones humanitarias trabajen sin interferencias para brindar auxilio a los venezolanos”. La crisis humanitaria en el país, recordó, incluye una serie de graves deficiencias en el sistema hospitalario y escasez de medicinas.
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