Los grupos de la guerrilla colombiana, a quienes llaman “patas de goma”, que hacen vida en el estado Apure “abusan de nuestras indígenas; hay casos de niñas de 10 y 11 años, víctimas de esa situación”, relata para Infobae el ex diputado Juan Francisco García Escalona. La aterradora historia incluye cómo la población indígena está siendo diezmada y esquilmada por el hambre y las enfermedades, por los grupos irregulares e incluso por algunos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Juan Francisco García Escalona fue diputado a la Asamblea Nacional en representación de Apure, uno de los estados fronterizos más afectados por la presencia de grupos irregulares. Perteneció al Partidos Socialista Unido de Venezuela (Psuv) del que se separó y ahora está en la organización del Movimiento Democracia e Inclusión (MDI).
Asegura creer que “en la FANB hay una reserva importante de oficiales y de tropa, que en algún momento pueden determinar una transición en el país, quebrando totalmente con la imposición de poder que hoy ejerce Nicolás Maduro y Diosdado Cabello de manera compartida”.
En una visita a varias comunidades indígenas evidenció la terrible verdad del exterminio de los habitantes ancestrales de Venezuela. He aquí su historia.
-¿Cuántos indígenas aproximadamente hay en Apure, a que etnias pertenecen y en que sitios específicamente están?
En Apure actualmente tenemos aproximadamente 16 mil indígenas, quizás un poco más, distribuidos entre cinco etnias: Pume, Hivi, Capuruchanos, Guajivos, y los hermanos Yaruros. En casi todo el estado Apure tenemos población indígena. Donde hay mayor presencia y los que están en condiciones más deplorables son aquellos que están asentados en los municipios, Achaguas, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos. Confieso que para nosotros los casos más alarmantes son los indígenas de los indígenas del Capanaparo y La Macanilla ya que son los más afectados por distintos factores.
-¿Cuéntenos qué está pasando en Apure con los indígenas?
Se están muriendo. Así, en conclusión, se están muriendo sin ningún tipo de atención, mueren por desnutrición, porque el hambre los afecta terriblemente. Algunos sobreviven por atención de los pobladores, dueños de fincas que les brindan medicina, comida, y vestido, desde hace muchos años, no se les presta atención sanitaria. Antes Malariología y otras dependencias del Ministerio de Salud les hacía la revisión epidemiológica, pero ahora no y se mueren de malaria, paludismo, tuberculosis.
-¿No tienen alimentos?
En la mayoría de las comunidades no hay comida, por eso mueren de hambre. Sobreviven mayormente por la pesca, pero está limitada por los grupos irregulares que hacen vida en la zona y que someten y esclavizan a nuestros indígenas, que se ven obligados a desplazarse San Fernando de Apure, que es la capital el estado, donde se les ve deambulando en los mercados, en el terminal de transporte público y en las plazas, pidiendo limosnas, en la indigencia. Otros, se prostituyen en el boulevard de San Fernando de Apure, a la vista de todas las autoridades.
Es una situación escalofriante para nuestros indígenas. ¡Dios! ¿Y no hay planes de apoyo por parte del Estado? Entiendo que hay una crisis, pero se está diezmando a esa población autóctona de Venezuela.
La situación de nuestros indígenas es desgarradora. Y en efecto se está destruyendo lo que queda de ellos, porque incluso los cuerpos de quienes mueren en las comunidades son envueltos en hojas y trapos viejos, para enterrarlos así. Cada día mueren más y más, sin esperanza alguna de atención por parte del Estado.
-¿Cómo es la situación de los indígenas ante los grupos irregulares en la zona?
Esta es una situación que debemos denunciar con mucha fuerza. Los indígenas nuestros son esclavizados por los grupos irregulares. Nos dicen que son obligados a salir de sus comunidades, porque muchas veces son heridos por grupos que llegan disparando sin ningún control, y que algunos indígenas han resultado muertos y heridos por estas acciones.
-¿Qué quiere decir con “esclavizados”? ¿Los utilizan en qué o para qué?
Los utilizan para las actividades propias del contrabando de gasolina y comida que predomina en esa zona además del narcotráfico. Se aprovechan sexualmente de las niñas indígenas que tienen más de una cuarta en la cintura, esa es la medida, para el aprovechamiento sexual de nuestras indígenas de 10 y 11 años en adelante.
-¿Cómo es eso de las niñas que son sometidas sexualmente? ¿Quiénes hacen eso? ¿Son organizaciones o individualidades?
Esto lamentablemente se ha hecho una práctica normal, para las organizaciones que hacen vida en las zonas donde están las comunidades indígenas, hablamos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), teniendo denuncias de hechos de la misma naturaleza de efectivos de la Guardia Nacional y también de soldados del ejército venezolano, mayormente en la comunidad de Chaparralito, parroquia Guachara del municipio Achaguas. En el caso de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), son denuncias escasas, pudiera decirse que son individualidades, no es una política de la organización militar venezolana.
-¿Y en el caso de las organizaciones guerrilleras?
Sí, ahí sí parece política de la guerrilla. Ellos abusan de nuestras indígenas; hay casos de niñas de 10 y 11 años de edad, víctimas de esa situación. Hace días, conversé con un vocero del Partido Comunista de Venezuela (PCV), quienes de alguna manera tienen acceso a los mandos de esas organizaciones en la zona y le pedí que intermediaria para que no se siga permitiendo el abuso sexual de nuestras indígenas.
-¿Qué significa que esas niñas deben de tener más de una cuarta en la cintura?
Es una especie de unidad de medida de nuestros llaneros apureños, también de colombianos, utilizan la cuarta para medir el consumo de tabaco en rama, en este caso, la indígena que tenga más de una cuarta de cintura, que no es más la abertura entre el pulgar y el dedo meñique de la mano, es aprovechada sexualmente. Y son niñas abusadas desde los 10 años, situación que nos llena de dolor, porque acaba con la inocencia de niñas, y las convierten en esclavas sexuales de los militantes de estas organizaciones.
-¿No hay actuación de las fuerzas armadas en esa zona?
Hay comunidades que son muy poco patrulladas por el ejército venezolano, muchas de ellas desprovistos totalmente de acompañamiento de efectivos del Ejército venezolano por años. La frontera nuestra, en el caso del estado Apure, posee kilómetros enteros, que funcionan como corredores libres de los grupos irregulares, donde no hay presencia de la FANB. Mayormente los únicos que hacen vida en estos espacios son nuestros indígenas.
¿Qué atención les presta el Ministerio para los Pueblos Indígenas?
Tiene años que no les brinda atención a los indígenas, aunque no siempre fue así; hay indígenas que han poblado sectores de la capital y de las cabeceras de los municipios, que fueron atendidos en años anteriores, y algunos realizan actividades artesanales, elaboran sombreros, hacen mañoco, casabe entre otros y de eso viven. Pero ya las comunidades indígenas no cuentan con ningún tipo de atención; la sede del Ministerio Indígena, y del Instituto Regional, adscrito a la gobernación del estado
Apure (FUNDEI), son ruinas, con vehículos que son chatarras. Tienen años que no se acercan a las comunidades a prestar ningún tipo de atención y por eso perdieron todo vínculo con los capitanes indígenas. Ese Ministerio es hoy un fraude.
-Apure tiene desde hace once años a un coronel retirado del Ejército, Ramón Carrizalez, como Gobernador. ¿Qué acción hace ante esa desgracia que viven los indígenas?
El gobernador Carrizalez es un fanfarrón que solo se dedica a acusar y perseguir a todo aquel que se atreva a realizar denuncias sobre la precaria situación que vive el estado. En el caso de los indígenas nunca ha ido a una de las tantas comunidades indígenas que tiene Apure.
-¿Qué es y de que se ocupa el Movimiento Democracia e inclusión? Usted dice ser de la comisión de organización de ese movimiento.
El Movimiento Democracia e Inclusión (MDI), es un Movimiento político que hace esfuerzos, para ayudar a reconstruir la sociedad venezolana, que lucha por rescatar la democracia, que aboga por la reconciliación y el perdón entre los venezolanos, hoy separados y divididos por ideologías políticas. Fui diputado del PSUV y he ayudado a desmontar el fraude que significó ese partido para el pueblo venezolano. El MDI abre las puertas para que muchos dirigentes que acompañaron el chavismo y que no se sienten identificados con los partidos tradicionales de la oposición venezolana, se vinculen a esta la lucha en la restitución de la democracia en Venezuela. Abogamos, por elecciones simultaneas, hablando en el plano electoral, porque las solas elecciones parlamentarias no serían más que un nuevo frade para el país.
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