Donald Trump advirtió este martes desde India que Estados Unidos prepara nuevas sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro. Lo dijo en una rueda de prensa en Nueva Delhi, en respuesta a una periodista que le había preguntado si iba a permitir que compañías indias continúen comprando petróleo venezolano a través de terceros.
“Puede haber sanciones muy serias”, dijo Trump. Ante la repregunta de la periodista, que quería saber si los destinatarios iban a ser entidades venezolanas o indias, el mandatario dijo que “se verá algo en relación con eso en un futuro no muy distante”, y que la consulta llegaba justo mientras el gobierno estaba preparando algo al respecto.
“Lo que está pasando en Venezuela es tan triste... Las personas están pasando hambre. Es un país que era rico hace 15 años y muy, muy rico hace 20 años. El más rico en toda América Latina y Sudamérica. Por mucho, sin competencia. Y hoy no tiene comida, no tiene agua ni medicinas. Es increíble lo que ha pasado”, afirmó Trump. “Estamos mirando a Venezuela muy de cerca y no nos gusta, para nada”, agregó.
Las exportaciones de petróleo venezolano cayeron un 32% en 2019 luego de que el gobierno de Trump bloqueó las importaciones por parte firmas estadounidenses y las transacciones en dólares. No obstante, PDVSA y sus empresas conjuntas exportaron más de 1 millón de barriles por día (bpd) de crudo y combustible en los últimos dos meses del año, un repunte debido a mayores ventas a India, según informes internos de la compañía y datos de Refinitiv Eikon.
India fue el primer destino de las exportaciones petroleras venezolanas luego de la decisión de la refinería Reliance Industries tomada en octubre de reanudar los negocios directos con PDVSA. Otros países asiáticos, incluidos Singapur y Malasia, también importaron barriles venezolanos, según los datos. Si bien Estados Unidos presionó a clientes de PDVSA en India y China para que detuvieran las compras directas, la estatal se las ingenió para seguir vendiendo crudo a través de intermediarios.
El enviado especial de los Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, anunció este lunes la intención de su gobierno de intensificar la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. Lo hará mediante nuevas sanciones a individuos o compañías que violen las ya numerosas restricciones impuestas a la actividad.
En una entrevista con Reuters, Abrams explicó que Washington pondrá el foco específicamente sobre los clientes de la dictadura, incluyendo los de Asia, así como intermediarios que la ayudan a ocultar el origen del crudo que continúa exportando.
El anuncio llega casi una semana después de que Estados Unidos sancionara a la filial de la petrolera estatal rusa Rosneft por sus operaciones comerciales con el régimen chavista; y que Maduro anunciara la designación del ex vicepresidente Tareck El Aissami al frente de PDVSA en el marco de una restructuración de la petrolera, decisión fuertemente cuestionada por la administración de Donald Trump.
Respecto de las sanciones, el Departamento del Tesoro explicó que la medida fue aplicada “por operar en el sector petrolero de la economía venezolana” e implica el blqoueo de los activos de la empresa que estén bajo jurisdicción estadounidense. Además, afecta a cualquier otra entidad manejada por la firma con un 50% o más de acciones.
En ese entonces, Abrams, a cargo de proveer más detalles de la medida, había explicado que el mes pasado la empresa sancionada facilitó el envío de 2 millones de barriles a África Occidental. Y destacó que la subsidiaria maneja el 70% del petróleo venezolano, por lo que indicó que se trataba de un paso muy significativo.
También, la medida incluyó sanciones para Didier Casimiro, presidente del directorio de Rosneft Trading, quien “tuvo reuniones con oficiales de PDVSA que incluyeron proyectos de asoramiento y oportunidades para fortalecer la relación estratégica”.
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